Capitulo VI Idiota

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No sé cuánto tiempo más pueda soportar esta situación, no suelo tener mucha paciencia pero he hecho lo mejor que puedo para controlarme.

Desde lo sucedido aquella terrible noche hace un par de años, nada ha vuelto a ser igual en mi vida, primeramente porque no tenía a quien perseguir por todo Ikebukuro ni nadie que me molestara tanto como Izaya Orihara lo hacía en su momento, segundo, el ambiente y las personas habían cambiado luego de que él desapareciera. La ciudad había seguido como si nada, como si la pulga jamás hubiera existido o se hubiera paseado por las calles sonriendo. Y mis conocidos parecían algo decaídos al respecto, el que más me sorprendió fue Shinra, al principio estaba totalmente irritado con solo mencionar a Izaya, con el regreso de Celty tiempo después, se volvió el mismo medico meloso de siempre aunque en su momento no menciono nada del que era su mejor amigo hasta entonces.

Pero en aquel tiempo estaba más ocupado en aceptar mis sentimientos hacia Izaya. La verdad, seguramente me enamore de él desde el mismísimo instante en que le conocí.

Ahora, cuando recuerdo aquel día, puedo sentir claramente lo mismo que ahora, aquel día cuando lo vi sonriente y note esos intensos ojos rubí, comprendí, que éramos diferentes el uno del otro, comprendí que había algo más grande que nosotros reuniéndonos ese día, quizás el destino o algo más, yo debía conocerlo y él a mí. Sentí que estaba en el momento y lugar correcto, sentí que lo necesitaba de algún modo, que nos pertenecíamos.

Claro que, ambos debimos asustarnos por aquella sensación tan extraña, actuamos con miedo ante el otro y nuestra relación se tornó algo torcida. Pensé en arreglar las cosas, quería comprender que era lo que sentía en verdad, pero al verlo sonreír junto a Kadota o Shinra, los celos me invadían por completo y la sangre se me iba a la cabeza, en consecuencia, terminaba persiguiéndolo molesto, entonces, me engañe a mí mismo, decidí que lo odiaba porque me hacía enojar sin razón o la razón de que me hiciera enojar y sentir celos de otros chicos era demasiado estúpida para aceptarla.

Honestamente, siempre quise sentarme a su lado a hablar tranquilamente, sin máquinas expendedoras, señales de tránsito ni navajas de por medio, pensé que solo quería ser un buen amigo suyo pero en eso también me equivoque.

La noche de la muerte de sus hermanas comprendí la verdad que me había negado a mí mismo durante todos estos años, al verlo tan pequeño, tan frágil, tan roto, solo quise tomarlo entre mis brazos y decirle que todo estaría bien porque me tenía a mí, que no importaba nada de lo ocurrido tiempo atrás entre nosotros, claro que nunca pude decirle aquello.

Cuando fui a verlo al hospital su rostro estaba terriblemente pálido, no parecía estar vivo, aunque me ordeno que le dejara solo, simplemente no podía, quería estar ahí, quería estar a su lado, ser su apoyo. No quería terminar nuestra conversación pero no se me ocurría nada, así que mencione a mi hermano porque recordaba haberlo visto junto a él hace una semana, enseguida se abalanzo sobre mí y se lo permití, no sabía de qué otra forma podía acercarme a él. Nunca lo había visto tan enojado y al mismo tiempo con ganas de llorar, solo pude abrazarlo. Me sorprendí ante sus palabras en ese momento:

Sabes Shizuo, sin importar cuanto haya dicho antes, nunca sería capaz de matarte independientemente de tu fuerza—me aleje un poco para mirar su expresión—soy un verdadero cobarde—estaba a punto de llorar.

Quería decirle que yo también, por más que dijera que lo odiaba y que le mataría un buen día, jamás me atrevería a hacerlo, porque él... es la persona que más amo en este mundo.

Esa noche fui un completo idiota con Izaya, regrese a mi casa para darme una buena ducha y dormir. Le pediría perdón en la mañana, le llevaría un poco de sushi del local de Simon y tendríamos una larga conversación sobre TODO. Ese era el plan que tan pronto como llegue al Russia Sushi se vino abajo.

Me topé con Kadota nada más entrar, me confeso que Izaya se había reunido con ellos hace unas horas se habia disculpado y les había compensado por todo los problemas que les había causado, también me dijo, que parecía distinto y que, aunque Izaya no lo menciono, entendió que no lo volvería a ver en un tiempo, que se marcharía.

Corrí a revisar sus casas y sus oficinas, todas estaban vacías, fui a todas las estaciones de metro, recorrí la ciudad de arriba abajo, hasta que me topé con Shiki y Akabayashi. Ellos me confesaron que Izaya había tomado un vuelo junto a Namie y un chico extranjero que no conocían.

Me rompió el corazón por completo el haberlo perdido.

Esa misma noche me emborrache como nunca y al día siguiente, actué como si nada hubiera pasado.

La verdad, cuando vi a Izaya cantando en un programa de TV, inmediatamente me dedique a buscar toda información relacionada a él. Descubrí que era modelo y cantante, era el actual "Príncipe del Pop" y todos lo amaban, además, vendría a Japón. Estaba emocionado hasta que encontré diversos rumores en internet sobre sus relaciones y muchas parejas de ambos sexos. ¿Es que acaso yo no significaba nada para él? ¿Me había olvidado por completo?

Cuando me topé con él en la calle, mi corazón se oprimió al verlo asustado de verme y salir corriendo despavorido, solo pude seguirlo en reflejo, cuando Mikael lo abrazo los celos me invadieron por completo, no le permitiría tenerlo.

Planee hacerme su amigo, así empezaríamos desde cero, cuando acepto estaba tan feliz que olvide por completo lo molesto que estaba por la estrecha amistad que mantenía con Mikael, sabía que ese tipo ruso no quería ser solo un amigo para Izaya, pero no podía simplemente pedirle que se alejara de él. Me sorprendí mucho al saber que había intentado suicidarse y también me sentí culpable por no haber estado a su lado para apoyarlo, pero ya no más, estaríamos juntos a partir de ahora, para siempre.

Sin embargo, cuando nos reunimos después del concierto, las cosas no fueron muy bien, no quería hablar en ese lugar, además, parecía estar molesto conmigo y algo asustado de ver al resto.

Yo solo quería abrazarlo al verlo sobre el escenario, quería hacerlo mío. No quería permitir que nadie más lo viera o lo escuchara, el solo me pertenecía a mí.

Y en aquel instante, recordé algo que Simón me dijo una vez: el amor que más profundo es, más avaro es. Tenía razón. Ya no podía ser solo su amigo, a estas alturas, todo lo que deseaba era a él.

En este instante, Izaya está parado frente a mi puerta, trae la camiseta empapada por la intensa lluvia que comenzó hace unas horas, su cuerpo tiembla ligeramente y las mejillas se le han puesto rojas a causa de la baja temperatura, al verlo así, tan indefenso, me hace querer tenerlo debajo de mí y no dejarlo escapar sin importar cuanto suplique.

—Shizuo—su mirada se clava en mí tímidamente, cuando su voz pronuncia mi nombre tengo unas terribles ganas de hacer que lo diga una vez más, quiero saber... a que saben esos labios y que harán si me atrevo a provocarlos.

Izaya...quiero que ames a este idiota que ha esperado largos años para confesarte quete ama como nadie más te amara en el mundo. 

Izaya... te amo.

My Fault   (Mi Culpa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora