Capitulo X Interior

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Comprendía claramente el hecho, quienes eran los dueños de ese momento, lo que estaban haciendo, pero, no comprendía el ¿Por qué? ¿Por qué se besaban? ¿Por qué Shizuo lo permitía? ¿Por qué era ella y no él? Quería confiar en que Shizuo la alejaría bruscamente, que le advertiría de acercarse a ellos y de irrumpir en su armonía. Pero no paso.


El rubio lentamente se separó de la joven, la miraba sorprendido y la chica se fue contenta. Y por más explicaciones o excusas que el rubio pudiera dar, dentro suyo, muy profundo, no creería ninguna palabra.


Una oscuridad espesa se apoderaba del cuerpo de Izaya, aquel monstruo clavaba sus garras en su tierno corazón y le hacía apretar los dientes del dolor. A su lado, un contenedor de basura descansaba, arrojo el pastel con decepción en su interior; ira y dolor se mezclaban en su estómago con cada paso que se alejaba, quería volver y no dejarse vencer, no quería rendirse ante Varona ni ante el mismo, pero estaba cansado, no podía pelear en ese momento, ni siquiera podía hablar. Regreso al hotel luego de hacer unas compras.


Entro en su suit con un par de bolsas llenas de botellas cristalinas, las depósito en la cama, se quitó la chaqueta y la lanzo lejos asqueado de su calor, abrió la más pequeña de las maletas, su interior estaba repleto de medicamentos y jeringas con prescripción médica, las vertió en la cama, encendió la enorme pantalla escogiendo el canal de música, tomo de la cocina un cuchillo y regreso a la cama.

Destapo una botella de Henny (Hennessy) y bebió directamente de la boquilla, giro la tapa rosca de un pequeño frasco plástico de benzodiacepinas y las rego sobre la colcha, hizo lo mismo con el resto de sus medicamentos, imagino que su psiquiatra estaría muy desilusionado por el uso tan inapropiado que le estaba dando a las pastillas que se suponen, debían ayudarlo.

¡Pero venga! ¡Esa era la mejor manera de ayudarlo! ¡Estaba sintiéndose relajado! ¿Qué no era eso lo que su médico quería?

Se terminó la botella en cinco minutos, tenía bastante sed en verdad, abrió la siguiente, su garganta ardiendo pedía más, quemaba, ¿pero que importaba? Solo quería sentirse bien ¡lo único que debía importar era lo que sentía!

Una vez dejo de sentirse relajado ingirió más pastillas de la extensa variedad que su cama le ofrecía, su visión se tambaleaba, ¿estaba llorando o sudando? No sabía, delante tenia a un Shizuo que besaba a Varona y desabrochaba su blusa ¿Cómo habían entrado?, besaba su pecho, ella gemía, corrió para evitarlo, Kururi lo detuvo por el hombro, le sonrió y araño su cuello, Mairu se tiro sobre él y comenzó a abofetearlo.

—¡Parad! —la arrojó al suelo, miro su cráneo estrellarse en la pared y sangrar después—hermanita—se acercó a ella gimoteando de rodillas—hermanita—la zarandeo, pero su cuerpo cayo inerte. Sus lágrimas escocían sus mejillas que se elevaban formando una sonrisa cínica.

Se levantó, miro como su sombra crecía y se elevaba a su altura, un ser con forma humanoide estaba frente a él.

—¿Quién eres? —pregunto asustado.

My Fault   (Mi Culpa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora