Como ya había dicho antes, ya no le hacia la vida imposible a Suga, de hecho creo que esto me estaba favoreciendo, ¿Cómo no lo vi antes?, estaba tan claro, ahora todo estaba a mi favor, con el de mi lado, nada me pasaría, han escuchado el dicho, "si no puedes con el, únete a el", o bueno, no creo que era exactamente asi, pero se entiende. Como sea, ya me encontraba desayunando, con Suga mi "aliado", de partir del momento que lo vi llorar, decidí no volver hacerlo, o al menos a evitarlo, ya que no se si fue realmente por mi culpa, pero me dolió verlo asi, el siempre era muy bueno conmigo.
Desde ahora siempre me iba con el, creo que en parte el sospecha de algo pero no se atreve a decirlo, bien era hora de ir a clases.
Todo transcurrió igual de aburrido que siempre, Hoseok y Jimin estaban ensayando, y Jin, ni siquiera sabia de el, psss, son unos tontos. Iba caminando por los pasillos, cuando alguien toca mi hombro y yo me volteo, era Suga.
-esto... es hora de entregar la autorización, en la oficina del director, ya no habrá mas plazo-algo hizo click en mi, lo había olvidado, y me sentí mal, por haber pensado lo que pensé sobre el.
-bien ve tu, yo iré a buscar la autorización-
El se fue, y yo fui a buscar la autorización a mi casillero, lo encontré, estaba entre medio de un cuaderno, mi plan era decir que no lo había pillado, o algo asi, lo guarde en mi bolsillo, y fui en busca de Suga.
Cada paso que daba para ir a la oficina del director era como una punzada en mi corazón, bueno talvez no tanto, pero la culpa me comía de a poco. Lo divise a lo lejos, el director estaba recibiendo las autorizaciones, y Suga estaba apunto de entregar el suyo, era ahora o nunca, si bien nunca quise ir realmente al campamento, no pensé mucho mis acciones, simplemente fue de impulso, camine hacia donde estaba Suga, lo agarre del brazo y lo jale antes de que entregara la autorización, y me lo lleve a un sitio apartado, no hacia falta que lo volteara a ver para saber que estaba muy sorprendido.
Cuando ya creía que nadie nos veía, pare en seco, le quite la autorización que tenia en la mano, seguía estando muy sorprendido, agarre también mi autorización, las junte ambas, y las rompí en dos deje que cayeran al piso, Suga no paraba de cambiar esa expresión, que a decir verdad causaba demasiada gracia, me miro tratando de entender lo que había hecho.
-mi querido Suga..., no te alarmes, estaremos solos por una semana-sonreí maliciosamente, pude notar como su pálida piel cambiaba de color drásticamente. Okey debería pensar mejor en lo que digo.-¡tiraremos la casa por la ventana!-grite levantando mis manos hacia arriba alegremente, el me sonrió, y repitió el gesto, ame su sonrisa, esperen ¿que?, no solo fue agradable, aish, que boba.
Era la hora del almuerzo, enseguida como toco el timbre, salí de la sala a buscar a Suga, si, suena raro, pero estaría sola todo el recreo, fui hasta su sala, asome un poco mi cara sobre las ventanas, que tenia para poder si se encontraba ahí, pero mi sorpresa fue mas grande cuando lo pude ver con una chica, me sentí extraña, no lo se, no puedo explicarlo, creo que la chica le estaba preguntando algo sobre la materia , pero se notaba a kilómetros que le estaba coqueteando, pero conociendo a Suga, este simplemente no lo notaria, tuve que esperar que la chica terminara para que Suga saliera, pero este me vio antes en el momento en que se giro a buscar algo en su mochila, cruzamos las miradas, y yo lo mire pícaramente levantando mis dos cejas, obviamente haciendo alusión a la chica que anteriormente le estaba coqueteando, ignoro lo que había y guardo sus cosas, ¿estaba enojado?, no le entendía, dios este chico es todo un enigma.
Salimos de la sala, como siempre en silencio, era algo común entre nosotros, pero no era un silencio del todo incomodo, de hecho, estaba disfrutando ahora mas que nunca su presencia, como es que no lo había hecho antes, me siento una estúpida.
-Suga quieres salir a comer a otro lado, yo pago-su rostro se ilumino un segundo, pero se apago al percatarse de algo.
-no tengo dinero, y me sentiría muy mal, si pagas tu por mi-
-¿y eso que?, somos como hermanos ¿no?, ven-lo agarre del brazo y lo arrastre conmigo.
Llegamos a un restaurante callejero, seguro si mi madre ve que estamos comiendo aquí enloquecería. Ordenamos, y luego nos sentamos a esperar que lleguen nuestros pedidos, para acortar el tiempo saque mi celular, y empecé a ver las actualizaciones, estaba recostada en la silla, ocupando solo una mano para mi celular, y la otra estaba encima de la mesa, de vez en cuando apartaba la vista para ver que hacia Yoongi, jugaba con la servilleta, hasta que siento que empieza a jugar delicadamente en mi mano, como si quisiera poner la suya encima, sin apartar la vista de mi celular, tome su mano y la entrelace nuestros dedos, lo vi de reojo, estaba demasiado rojo, no podía evitar hacer esas cosas, me gustaba ver sus reacciones. La comida llego, y como era de esperarse comimos, dah. No paso mucho tiempo para que Tae se hiciera presente, y se sentara en una tercera silla, iba a empezar a robar nuestra comida cuando se queda viendo un punto fijo, era nuestras manos, no había notado que seguíamos asi, las separamos rápidamente.
-¡esta funcionando!-grito Tae y tal como vino se fue, yo y Suga nos quedamos mirando y nos reímos de lo tonto que puede llegar hacer mi hermano.
(≧▽≦)
Habíamos llegado recién a casa, como siempre estaba sola, no se que hace tanto Tae para que llegue a la misma hora que mis padres, la cosa es que estábamos Suga y yo, y como la buena persona influenciada que soy, jugamos videojuegos toda la tarde, sabiendo que si llegaban mis padres nos retarían.
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Mi mayor enemigo
FanfictionElla es Jazmín, más conocida como Jaz. El es Yoongi, Suga para los cercanos. Ambos son vecinos, sus familias son cercanas. Ella es una chica que ama leer. El un chico que le encanta fastidiarla. ¿Sera que no solo le encanta fastidiarla, sino algo má...