Diarium Magicae × KOOKMIN

VI

Decir que las cosa se salieron de control no es algo sencillo de decir, sobre todo porque Jungkook ya no es el de hace tres años o el que volví a ver después de su viaje a Japón, es alguien distinto. Sé que es el mismo, pero hay algo raro en él. Y Taehyung también lo ha notado, no solo por la forma en actuar cerca mío o los pequeños roces que hay entre ambos, pero sé que Yoongi me cuestiona con la mirada cada vez que Jungkook se acerca.

Es algo fuera de lugar, pues sé que los malentendidos con Young se repusieron, pero él ya no habla de ella o suele expresar sus sentimientos acerca de cuanto le gusta o como se enamoró allá en Japón. Se ha cerrado en una especie de burbuja, sólo habla conmigo y no evita pelearse con Taemin cada vez que este se acerca a pedirme una cita o a saludarme. Han sido días largos en donde no sé si sentirme aliviado o totalmente atemorizado de que las cosas no estén resultando como yo quisiera.

El deseo no se cumplió, o bueno sí, pero no como hubiera querido. Jungkook... dios, pareciera como si correspondiera mis sentimientos y lo digo porqué sus acciones lo demuestran así. Las manías que construimos durante nuestra infancia se han quedado, así como cada memoria que hicimos, pero él... él es diferente que sé que no es él.

— ¿Estás diciéndome que el bipolar de tu mejor amigo quizá pueda corresponder tus sentimientos? —Taehyung pregunta volteando una página del libro que leía.

Yoongi está a su lado, revisando su celular.

—No quiero hacerme ilusiones, pero...—bajo el tono de voz, tratando de que los demás no escuchen. — ¿no notan las caricias que me da? ¿o cómo suele enrollar su mano en mi cintura?

Yoongi suelta el aparato, apoyando su mentón sobre una de sus manos, tomando una postura seria.

—Tu amigo parece tener graves problemas de personalidad. —ruedo los ojos. — ¿Es normal que alguien padezca de amnesia por unas horas y luego regrese a sí mismo como si nada hubiera ocurrido? Recuerdo la forma en la que hablaba y los pequeños detalles en su personalidad la semana pasada, cuando fue su bienvenida. —dice y agrega—Este Jungkook, el que se te pega como garrapata y quiere tenerte solo para ti, me es totalmente lo opuesto a lo que conocí.

— ¿En cortas palabras, Hyung? —Taehyung pregunta mirándolo por el rabillo del ojo.

—Le estás comenzando a gustar y de allí su comportamiento, o—sus ojos caen por detrás mío. —siempre gustó de ti y por alguna extraña razón recién te lo está dejando saber.

Quiero objetar, decir que la posibilidad de que Jungkook sea recíproco de mis sentimientos es nula, pero sé que la forma en la que me trata es diferente en el sentido del ritmo como todo lo está llevando. Un brazo pasa por sobre mis hombros, y me hago a un lado para que mi mejor amigo se siente en la banca de la cafetería.

Tiene unas galletas en la mano y un batido en la otra.

—Galletas de limón y un batido de frutos rojos para Jimin. —me los extiende sin esperar a que los recibiera.

Oh, debía agregar que había olvidado por completo las formalidades; ahora soy Jimin, Jiminnie, Minnie, Chim o Mochi.

—Jungkook, no en verdad, esto es...

—Anda, llénate el estómago con algo. —alienta mientras me sonríe, dejando al aire sus dientes delanteros. —Luego tengo que irte a dejar a la academia y...

— ¿Acaso Taemin no se encarga de eso? —Taehyung pregunta descaradamente. Sabía que estaba tratando de hacer.

Jungkook bufa.

—Se encargaba, —enfatiza la última palabra—además mientras más tiempo pase con Minnie, mejor.

Los siguientes minutos trato de mantenerme al margen de la conversación. Yoongi ha olvidado el incidente como Taehyung, ambos creen que Jungkook ha pasado por una especie de transformación caótica que ha dejado secuelas severas en su personalidad—palabras de Kim Taehyung, no mías—mientras que Yoongi lo deja de lado, pues sé que él y Jungkook asisten cada tarde a las prácticas de taekwondo.