La ciudad subterránea es una red de túneles que recorren todos los bajos de la capital francesa. Son casi 300 kms. de oscuros pasadizos que datan de la época romana, fechas en que de ellas se extraían mucho de los materiales que un día sirvieran para construir la ciudad en la superficie. Pero lo que un día fuera centro de suministro para la vida en París, más tarde acabaría convirtiéndose en un cementerio para los parisinos.
Fue en el siglo XVIII cuando París comenzó a verse sin recursos para enterrar a sus muertos. Tanto fue así que incluso llegaron a utilizarse fosas comunes o a enterrarse en vertical, unos sobre los otros. Sin embargo, eso propició que poco a poco el nivel del suelo parisino comenzara a subir. Cuenta la historia que el suelo de París no pudo recibir más cuerpos y en algunos sitios del cementerio local, éstos acabaron por salir a la luz.
Fue en el año 1785 cuando se decidió utilizar aquellas catacumbas romanas como osario común. Hasta allí se llevaron los huesos de muchos parisinos que habían sido enterrados en el cementerio durante siglos. Dicen que hasta 3 millones de cuerpos fueron trasladados por aquellas épocas. Sin embargo, durante décadas siguió utilizándose los túneles como cementerio.
Los huesos se colocaban todos en montones iguales, de modo que todos los fémures se ponían juntos, los cráneos en otro lado, y así sucesivamente.
En los últimos siglos, además, las catacumbas han sido utilizadas para esconderse de sus perseguidores. Así se hizo durante la Revolución Francesa, o incluso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los partisanos la utilizaron para esconderse de los alemanes que habían invadido París.
Perderse entre huesos: En 1793 un guardián de Le Val de Gracê, donde había un acceso a las catacumbas, se perdió. Nadie se dio cuenta de su desaparición. Diez años más tarde encontraron su esqueleto y objetos con los que pudieron identificarlo. Estaba al lado de una salida pero no pudo salir. Su tumba se encuentra en el mismo lugar donde fue encontrado, allí hay una placa que dice:
A la memoria de Filiberto Aspairt perdido en esta carrera el 3 de noviembre de 1793, encontró once años después y enterrado en el mismo lugar el 30 de abril de 1804."
En 1961, un grupo de amigos entraron a las catacumbas como si de una aventura se tratase. Todos en fila, cada uno portaba una antorcha, cuando, en cierto momento, repentinamente un susurro de viento las apagó. Aterrorizados, todos recordaron que una leyenda parisina decía que en la oscuridad los túneles cambiaban solos de posición, y ante ese recuerdo, se creyeron perdidos para siempre.
Sólo Henry, uno de ellos, mantuvo la calma. Y en ésto, su antorcha se encendió. Henry tomó la mano de quien a su espalda estaba, y éste al de detrás y así sucesivamente, reemprendieron la marcha. Al fin, Henry vio la luz de la salida al fondo, y medio en penumbras, ya aclarados por la pequeña luz que entraba por aquella boca de salida, se volvió. Su rostro se contrajo cuando se dio cuenta que cogido de su mano sólo una tenue sombra lo miraba, pero de sus amigos no había ni rastro. Henry salió como pudo de aquellos túneles, pero de sus cinco amigos jamás volvió a saberse.
En 1990, un desconocido, armado tan solo con una cámara de video, decidió introducirse en las catacumbas de París buscando fantasmas que grabar y, tras haber recorrido un buen trecho, se dio cuenta que se había perdido dentro del océano de cadáveres que son las catacumbas.Poco tiempo después, unas personas encontraron abandonada la cámara de vídeo, sin ningún resto de la persona que la llevaba.
Al ver el vídeo, descubrieron al desesperado filmador perdiéndose gritando por la inmensidad de los túneles cubiertos de huesos, como si fuera perseguido por alguien o algo. Nunca se le encontró y algunos visitantes posteriores han declarado que han visto u oído pasar una sombra gritando a su lado, como si fuera el pobre hombre del vídeo que, años después, sigue intentando buscar la salida a ese infierno laberíntico que son las catacumbas de París.
En 2011 en verano se informó en los periódicos como Le Parisien, que tres jóvenes de unos 22 años habían ido a las catacumbas, entre alcohol y fiesta debieron desorientarse o atraídos por el misterio de las catacumbas, quisieron investigar por su cuenta en zonas cerradas al público. Estuvieron 48 horas perdidos en las catacumbas.
La primera noche la pasaron vagando, aunque el miedo crecía por momentos entre ellos. Trataron de encontrar una salida, caminaron durante kilómetros por una maraña de pasillos. Dejaron incluso una nota presos de la desesperación donde explican que estaban perdidos y se dirigían hacia el sur.
Afortunadamente otros amigos de los chicos avisaron a la Policía de que sus amigos habían ido a las catacumbas pero no regresaron. Comenzó la búsqueda con 6 grupos de policías y finalmente se les encontró. Los chicos explicaron sus aventura pero no se salvaron de una multa de 135 cada uno porque está prohibido entrar en zonas restringidas de las catacumbas.
En otra ocasión una joven, en una de sus exploraciones a aquellos túneles, vio en cierta ocasión una luz al fondo del túnel. Comenzó a perseguirla, pero por más que parecía acercarse, nunca la atrapaba. Finalmente, topó con un túnel sin salida, y allí se encontró frente a frente con un esqueleto con la ropa hecha jirones. Presa de terror corrió de vuelta sobre sus pasos, sintiéndose perseguida por el esqueleto. Como pudo, consiguió salir, y más tarde la encontraron en un rincón de una cafetería, ciega de terror, sucia, ensangrentada, y con la mente ida.
Dicen que en París, entre los apasionados de lo oculto, es una afición adentrarse en las catacumbas. Tanto es así que los conocen como los cataphiles. Ellos recorren kilómetros de túneles siempre en busca de alguna actividad fantasmal, y no todos vuelven de ellas.
También,el espectro de una dama vestida de blanco, de vez en cuando, se aparece ante los turistas despistados que se separan del grupo, aunque tal vez no quieras formar parte de esto, pues según la leyenda, después de este encuentro, al pobre desafortunado solo le queda un año de vida.
Las autoridades parisinas descubrieron que en el interior de las catacumbas se practican siniestros ritos, incluso misas negras y actos de satanismo en su interior.
Ya que muy pocos son los que salen con vida
Y tu te atreverías a recorrer este bello lugar?
Para ver si es realidad ó mito lo que uno relata.
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Leyendas Del Mundo
Разное"Leyendas del Mundo" Es una recopilación de varios cuentos literarios, Leyendas, Historias y Mitos entre otras cosas. Ninguna de las historias me pertenece. Ya esta terminada son en total 50 voy a subir la parte 2 luego, mientras espero que les gus...