Capítulo IX: La Confesión II
"La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas". ~Aristóteles
Narra Katherine.
Allí estaba ella, Miranda, la culpable de todo, de mis tristezas y mis dolores ¿Qué más quiere de mi? ¿Vino aquí solo para romperme más? Estoy harta de esta vida, estoy harta de ser pobre, estoy cansada, es fatigante el hecho de no poder salir muy seguido con tus amigos porque solo tienes un par de pantalones, dos pares de zapatos y uno de ellos está roto y pocas camisas horribles. Quiero llorar de impotencia, yo... yo... envidio tanto a esas chicas que tienes un hogar estable, con papá y mamá allí para ellas, con suficiente ropa, suficiente comida.
Miro a Miranda fijamente, siento tanta cólera, sé que la culpa no es solamente de ella, pero no puedo evitarlo, le digo todo lo que siento, le digo con detalles como arruinó mi vida, ella me mira, sus ojos rebosantes en lágrimas.— Yo nunca quise hacerte daño, solo quería que fueras feliz, porque yo te amo.
— Yo a ti no te amo, nunca lo hice y nunca lo haré- ella cae al suelo desconsolada- ¡Véte al infierno!— Lo siento cariño, pero ya estamos ahí- dice con una sonrisa maquiavélica.
Me despierto desorientada ¿Dónde estoy? ¿Qué fue eso? Fue un sueño, mejor dicho una pesadilla, yo... No siento nada de eso, yo jamás he culpado a mi madre por mis desgracias ¿Qué está pasándome? Mi corazón está acelerado, mi respiración agitada, mis ojos nublados en lágrimas, mis manos tiemblan y estoy transpirando, tomo rápidamente mi teléfono y le escribo a la única persona que me entiende Ethan, son las 4am espero que este despierto. Ethan me respondió unos cuantos minutos después, tuvimos una corta conversación y me llamó.
—Aquí está tu salvador ¿Qué soñaste?
—¿Así que ahora eres mi salvador?
— Siempre lo he sido y tú lo sabes -dice con tu tono pedante, yo sonrío bobamente - Kathe, hablando en serio ¿Qué sucede?
—Yo... Soñé que estaba en el aeropuerto y le reprochaba a mi mamá todo lo malo que pasaba en mi vida, y le dije que se fuera al infierno, seguido de esto ella me dijo que ya estábamos ahí y yo... -Mi voz se rompe, comienzo a llorar, mi pecho duele- yo... No soy tan mala como aparento. No quiero perder a las personas que amo. Tengo miedo. No quiero perderte de nuevo.
— Seamos algo o no, seguiré contigo aunque me cueste la razón. No esperes que desaparezca, que deje que quererte y amar tu sonrisa, porque desde ya y por siempre serás una parte de mi vida y tendrás un gran trozo de mi corazón.
— Ethan seamos sinceros, no sabemos las vueltas que la vida puede dar, no tenemos ni la más mínima idea de lo que pasará, tal vez en un año no nos hablemos, tal vez tú te alejes, tengo que ser fuerte, pero sola, porque el día que no estés sufriré el doble.
— Tal vez yo no sepa dónde ir. Pero si pudiera una mañana abrir los ojos y ver los tuyos, sabría dónde quedarme- dice Ethan con su voz de poeta de pacotilla.
—¿Puedes explicarme la relación que tiene esa frase con lo que yo acabo de decir?
—Ninguna, solamente sé que la leí en un libro hace mucho tiempo y hasta ahora no había tenido la oportunidad de utilizarla, como dijiste que no sabía las vueltas que daría el mundo la utilice- dice riendo ligeramente.
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Y Dime... ¿Te espero o te olvido?
Teen Fiction¿Puede el amor curarlo todo? ¿Acaso es posible superar la muerte de la persona que más amabas? Si te dijeran como iba a terminar...¿Te arriesgarías? ¿Es fácil perdonar a las personas que te hicieron tanto daño? ¿Lo intentarías?... Responde sin menti...