Epílogo

93 5 0
                                    

Había logrado convencer a nuestros padres de no llamar a la policía y reportar la desaparición de Rayne, Zac, y Brayden. Tenía el presentimiento de que ellos estaban bien y que pronto uno de ellos nos contactarían. Ellos nos dejarían saber que estaban bien y que no deberíamos preocuparnos. Que ellos volverían pronto.

Lo sé, todos somos menores de edad, pero al ser contactado por uno de ellos, ¿no harían todo el mundo lo mismo? Dejarlos desahogarse por sí mismos.

Todos seguíamos aquí en casa de los padres de Blaise y Rayne, esperando una llamada o por lo menos un mensaje de alguno de ellos.

No pasó mucho tiempo antes de que un celular comenzara a sonar.

—¿Zac? —La madre de Zac se levantó del sillón y su esposo también. Creo que el primero en regresar sería Zac—. Estamos en casa de los Bowen... Está bien.

Terminaron la llamada y una sonrisa se formó en sus labios.

—Zac viene para acá —dijo el señor Anderson.

Los padres de Zac estaban muy felices de saber que su hijo se encontraba bien.

Brayden estaba bien. Zac estaba bien. Ahora sólo necesitábamos saber que Rayne estaba bien.

Esperamos unos minutos antes de que alguien llamara a la puerta. Ahria, al estar ella más cerca de la puerta, la abrió y dejó pasar a Zac.

—Zac. —Sus padres caminaron hacia el y lo abrazaron—. Nos tenías preocupado. ¿Dónde estabas?

—Estuve en un lugar especial. Necesitaba tiempo para mí mismo. —Los ojos de Zac se detuvieron en cada uno de nosotros—. ¿Por qué están todos aquí? ¿Sucedió algo?

—Rayne y el hermano de Carson, Brayden, están desaparecidos —dijo Blaise deteniéndose a su lado—. Sabemos que Brayden está bien, pero Rayne...

—¿Han intentado llamarla? —preguntó Zac a todos.

Nosotros asentimos.

—Pero su celular está aquí —dijo Ahria sacando el celular de su bolsillo—. No sabemos dónde podría estar. Creemos que tal vez ella podrá contactar a uno de nosotros pronto. —Alguien volvió a llamar a la puerta y Ahria volvió a abrirla—. Brayden.

—¿Qué sucedió con Rayne? —Buscó alrededor en busca de ella pero era más que obvio que ella no estaba aquí.

Ahria puso su mano en su hombro—. Lo siento. Zac, Rayne, y tú estaban desaparecidos y no podíamos encontrarlos. Hace unos minutos encontré el celular de Rayne y ví que le habías enviado un mensaje. Creí que la mejor manera de hacer que vinieras sería diciéndote que algo había sucedido con ella.

—¿Entonces Rayne...

Ahria negó—. Ella sigue perdida. No sabemos dónde podría estar.

—Dime que estás bromeando. —Brayden entró y salió de la cocina—. Dime qué estás bromeando —volvió a repetir antes de irse por el pasillo hasta la habitación de Rayne.

—¿Chicos? —Los ojos de todos se enfocaron en el señor Bowen—. ¿Hay algo que quisieran decirnos? ¿Algo que posiblemente tenga que ver con la desaparición de Rayne?

Humedecí mis labios e intercambié miradas con los demás.

¿Debíamos decirle nosotros o esperar a que Rayne les dijera?

No creía que fuera lo correcto que alguno de nosotros les dijera lo que estaba sucediendo con ella. Era a Rayne a quien le correspondía decirles, ¿no?

Blaise me tomó del brazo y caminamos por el pasillo y entramos a la habitación de Rayne. Blaise cerró la puerta detrás de él y nos miró.

—No podemos decirles —susurró y se acercó a nosotros—. Papá se pondrá furioso al saber que Rayne despareció por culpa de unos chicos. Ellos no saben de ti —dijo refiriéndose a Brayden—, de ti —me miró—, y mucho menos de Zac. Deben prometerme que no le dirán nada a nadie. Si papá se entera, él hará hasta lo imposible por mantener a Rayne lejos de nosotros. Sé que papá sería capaz de enviarla a una escuela privada sólo para chicas. ¿Es eso lo que quieren? —Nosotros negamos—. Entonces no quiero que digan nada. Sin importar cuántas veces ellos les pregunten, quiero que finjan no saber nada. Ellos saben que yo hice algo malo y por eso Rayne no está aquí. Hay que dejarlo así. Yo tomaré responsabilidad por esto. Nadie más, ¿entienden?

The Truth Behind LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora