The Truth Behind Love

3 | 18 | King

Carson

Abrí la puerta del auto y subí. Brayden se quedó en su lugar y me miró a través de la ventana con sus cejas fruncidas. Yo le hice una señal con mi mano para que él subiera al lado del copiloto y él me hizo caso.

—¿Qué piensas hacer? —me preguntó cerrando la puerta.

—Dame las llaves. —Estiré mi mano y esperé a que él me las entregara para así poder encender el auto—. Fue Lucien quien logró convencer a su padre de dejarme ir. Y antes de que esos hombres me trajeran, Lucien me pidió que regresaramos a su casa. —Salí del estacionamiento y comencé a conducir de regreso a la casa de Lucien.

—Vaya. Después de todo, Lucien sí parece estar intentando ayudarnos a rescatar a nuestros amigos.

Yo asentí—. Sólo espero que esta vez sí funcione su plan. Ya quiero regresar a Heatherton y regresar a Rayne y Blaise a casa con sus padres. —Por la esquina de mi ojo pude ver a Brayden apartar la mirada de mí y suspirar—. ¿Qué sucede?

—Hace meses tomé una decisión y creo que se puede decir que tomé la decisión correcta. Yo me fui de Heatherton decidido a alejarme de los Bowen para siempre y no pienso cambiar de parecer ahora. Después de esto pienso volver a regresar a Bypoint para mantenerme alejado de ellos y olvidarme de todo y todos en Heatherton. Finalmente haré lo que siempre estuviste pidiéndome que hiciera desde el día en que los conocí, pero esta vez me gustaría que por favor tú también hicieras lo mismo. Créeme, es lo mejor tanto para nosotros como para ellos.

Yo suspiré y asentí levemente—. Claro. Te prometo que yo también me alejaré de ellos para siempre.

Escuchar a Brayden decirme esto no me había sorprendido. Era lógico que él quisiera alejarse de los Bowen para siempre y que él me estuviera pidiendo lo mismo porque él no quería que nuestros amigos tuvieran que recordar este día cada vez que nos vieran. Después de contarles toda la verdad era posible que Rayne y Blaise tampoco quisieran volver a vernos porque ellos podrían pensar que nosotros podríamos continuar siendo un peligro para ellos. Y ni hablar de sus padres. Yo estaba seguro que ellos harían lo que sea con tal de mantener a sus hijos lo más lejos posible de nosotros.

Durante los siguientes veinte minutos Brayden y yo nos mantuvimos callados hasta que llegamos a la casa de Lucien. Pero antes de estacionar el auto pude ver a Yordan, Lexie y Grace parados junto al portón acompañados de sus madres.

—¿Qué hacen ellos aquí? —preguntó Brayden en voz baja.

Yo lo miré y me mantuve callado al no estar seguro de porqué ellos se encontraban aquí, aunque algo me decía que debió haber sido Lucien quién les había pedido que vinieran.

Después de apagar el auto le envié un mensaje a Lucien para avisarle que ya nos encontrábamos aquí. Él me respondió al instante y yo seguí sus indicaciones.

—Vamos. —Abrí la puerta y bajé del auto—. Esperemos a Lucien junto a ellos —le dije a Brayden cuando él se detuvo a mi lado.

Los dos caminamos hasta el portón negro y nos detuvimos junto a Yordan.

Yordan nos miró sorprendido y después nos sonrió—. Chicos, que bueno que se encuentran bien. Creímos que algo les había sucedido.

—Nosotros estamos bien, pero ¿ustedes no han visto a Rayne llegar? —pregunté.

Yordan negó—. No. Llevamos aquí más de diez minutos y no hemos visto a nadie más llegar.

Brayden y yo intercambiamos miradas preocupados.

—¿Qué sucede? —preguntó esta vez Lexie preocupada.

—Unos hombres se llevaron a Rayne y estábamos seguros que la habían traído de regreso aquí.