3 | Epílogo

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Rayne

—¿Rayne?

Luego de escuchar la voz de mi mejor amigo, me levanté de la cama y salí de mi habitación para ir a buscarlo.

Seth se acercó a mí y me abrazó—. ¿Cómo te sientes? Escuché que Carson ya les contó toda la verdad a ti y a tu familia.

—Estoy bien.

—¿Estás segura? —preguntó él preocupado.

Yo asentí—. Sí —respondí e incluso le sonreí intentando reprimir mis verdaderas emociones.

Seth negó con la cabeza—. No quieras ocultarlo con una sonrisa falsa, Ray. Ven aquí —dijo él estirando sus brazos esperando a que yo le correspondiera el abrazo.

Yo comencé a mover mi cabeza de lado a lado—. No sé qué hacer. No sé qué pensar. Yo... —Mi voz se quebró y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Seth me envolvió en sus brazos y comenzó a acariciar mi cabello—. Está bien. Déjalo salir todo. No te contengas.

Cerré mis ojos con fuerza y empecé a llorar en voz baja—. De todas las personas, jamás pensé que Carson fuera la persona detrás de todo esto. Yo estaba convencida que ninguno de ustedes estaba detrás de todo, pero estaba muy equivocada. La persona más cercana a nosotros, la persona en la que más confiabamos logró engañarnos y poner nuestras vidas en peligro. ¡Todo fue una mentira, Seth!

Mi corazón volvió a hundirse en mi pecho por milésima vez en el día y tuve que tomarme unos minutos para continuar procesando todo lo que había sucedido la noche anterior. Pero era demasiado para mí. La confianza que alguna vez le había tenido a mis amigos o cualquier otra persona se había ido por la ventana. Ya no existía. Le tenía miedo a todo el mundo. Incluso a Seth le tenía miedo porque a pesar de que una parte de mí intentaba asegurarme que Seth no era una mala persona, al mismo tiempo la otra parte intentaba convencerme de que sí lo era y me advertía que me alejara de él.

«No se puede confiar en nadie».

Como consecuencia de ese pensamiento yo me alejé de Seth y lo miré con lágrimas en mis ojos—. Lo siento, Seth.

Seth dio un paso hacia atrás y negó con la cabeza—. No, está bien. Lo entiendo. —Intentó poner una sonrisa, pero yo sabía que por dentro a él le dolía ver que yo ya no podía confiar en él como solía hacerlo—. Te dejaré sola.

Seth agachó la mirada, se dio la vuelta y se marchó.

Me dolía. En serio me dolía tener que distanciarme, pero era lo mejor. En las únicas personas que podía confíar ahora era mi familia y nadie más.

Regresé a mi habitación y cerré la puerta con seguro para así poder continuar llorando a solas justo como había estado haciendo durante las últimas cuatro horas.

—Blaise tenía razón —murmuré entre lágrimas—. Blaise siempre tuvo la razón.

•  •  •

—¿Cómo sigues? —preguntó Ahria entrando a mi habitación.

Ya habían pasado varios días desde el incidente y yo me reusaba a salir de mi habitación al igual que Blaise. Ambos seguíamos afectados por lo sucedido. Y a pesar de que solo Carson había estado involucrado en todo, nosotros simplemente nos negabanos a ver o hablar con el resto de nuestros amigos. Era difícil para nosotros dirigirles la palabra cuando por dentro lo único que podíamos sentir era una gran desconfianza hacia ellos.

—Hoy me siento un poco mejor que ayer.

Tomé mi almohada y me recorrí al otro lado de la cama para dejar que Ahria pudiera sentarse.

The Truth Behind LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora