¿Inocente?

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Me toma unos segundos más tarde retomar mi propia conciencia la cual se sintió como si una navaja estaba a un centímetro de tocar mis glóbulos oculares, específicamente los colores de este, este quería cortarlo como si de papel se tratase.

Todo fue como camare lenta, como si de una película tratase solo que yo era el expectante principal de aquella realidad.

Muevo mis ojos inconscientemente reconociendo la voz que ahora se hallaba al lado mio, sosteniendo su muñeca evitando que apague mi color, siento su respiración cerca de mi mejilla, observó parte de su perfil viendo unos ojos grises que en ellos danzaban llamas de ira, su nariz respingada, en una posición que permitía ver ambos de sus grandes ojos, unos labios finos de los cuales aún no se sana el golpe, sangre seca quedó marcada allí, mechones de pelo cubrían parte de sus cejas, su cabello a simple vista rebelde y suave se notaba.

Parecía una batalla de mirabas, el primero en parpadear pierde, ninguno de los dos se atrevía a desviarla atento a los movimientos aunque caiga una gota de sudor el otro la habría visto, noto como el chico fuerza más su agarre tornando sus nudillos blancos y marcados, el chico frente a mi desvía sus ojos unos momentos hacia mi como si me quisiera decir "nos veremos, chico lindo." veo como relaja su mano y destensa su músculos, el chico a mi lado, no contento con evitar que reciba otro golpe lo empuja, desiquilibrandolo y haciendo que caiga de golpe al suelo, este lo mira como si lo conociera de toda la vida, como si nada le importase.

Apoya sus palmas en el suelo para levantarse mientras con sus amigos van escupiendo insultos, empujando a gente a su paso, noto la grata diferencia de estatura, esos chicos intimidarian solo por ese simple hecho.

Gracias... -el solo me observa en silencio, noto como su mandíbula se mantiene apretada-

Me coge de la mano bajo la mirada de todos, mientras me guía hacia un árbol bajo la sombra en el patio, su tacto es cálido,Me empuja suavemente mientras el se acomoda luego de esto, sus ojos inquietan, es una mirada dura y fría, observando cada movimiento tuyo, como si te conociera de toda la vida, mientras el se movia como un fantasma.

Tu mano es pequeña... -me dice mientras me da una risa calida-

Me quedo asombrado su cambio repentino, sus ojos comenzaron a brillar de la nada, como si fueran pequeñas estrellas en el cielo nocturno.

¿Te comió la lengua el gato, pequeño? -me dice sonriendo-
No... Solo... Me pillaste desprevenido -trato de finjir ninguna preocupación aparente-
Eres transparente... -me dice formando una línea recta con sus labios-
¿A que te refieres? -preguntó desconcertado-
Tus ojos -dijo como si fuera obvio, al ver mi cara aún más confundida continuó- tienes un lindo color... Aunque es transparente, eres alguien tímido y dulce... - dice relajando su sonrisa- eres como un niño pequeño, tienes la inocencia de un niño pequeño.

Me quedé sin palabras, pero me pregunté... ¿Que es la inocencia de un niño pequeño?, pienso que es su corazón y sus sentimientos, pero, ¿será así? ¿A que nos referimos cuando hablamos de inocencia? ¿Todos tienen su propia definición y/o concepto de este?.

Oh... -la única palabra casi, que logró decir-

Este simplemente achica sus ojos formando pequeñas arrugas a su lado sonriendome, me acerco a el despacio sin asustar lo y toco la sangre seca de su labio.

¿Que haces? -dijo dando un pequeño brinco al toque de mi pulgar-
Esperame unos segundos -me levanto y corro a las escaleras-

Me desató el poleron de la cintura y me lo pongo, con la capucha me tapo parte del rostro, no tanto pero algo, la mayoría de aquí me conoce por el distintibo color de mis ojos, todos siempre me an dicho que es un bello color y no muy común, pero yo... Los veo como simples ojos, su color no cambiará su función después de todo pero siempre que me mantienen la mirada fija en estos me dicen algo más allá, como si mis ojos hablaran por si solos, eran algo particulares para gran parte de las personas, en mi opción no lo es, varias personas solo me buscan por estos, o al ver mis notas, siempre será con algo detrás del favor más allá de lo que unos simples ojos pueden decir, mi número fue distribuido sin haberlo sabido. nota para mi: no dejar el celular en tu mesa solo y sin contraseña.
Mensajes de desconocidos llovían en mi bandeja de entrada, hasta que elimine WhatsApp, sentirlo vibrar en las noches, cuando solo quería ver si existía la posibilidad de que con las luces encendidas se vieran las estrellas, gran error, pero aún no pierdo la esperanza, porque se que cuando menos lo espere aquella estrella que desee desde que era un niño, estara frente a mis ojos aunque no pueda verla, se que estará allí.

Abro la puerta de la sala, fijando si no hay nadie al rededor siendo más especifico aquellos chicos que seguramente cuando este solo no demoraran en golpearme, la verdad deseaba que aquello a pasara así, no habría nada que cobrar luego, o quizás si.

Me acerco al auxiliar y tomo las llaves escondidas en el cajón del escritorio, sin tratar de que chille el piso, camino casi como si de una nube se tratase, tan delicada... Tan suave... Tan fácil de traspasar. Lo abro y dejo las llaves en el mismo sitio, recojo unos par de algodón y una pequeña botella de alcohol, llendome rápidamente, avanzó a paso rápido sin tratar de botar nada y esquivar personas a mi paso, me sorprende aun más, verlo allí tan tranquilo observando las nubes, pensé que sería capaz de irse no somos más que desconocidos...

Acostado en el pasto con su antebrazo cubriendo parte de sus ojos, me acerco por arriba cuando lo veo con pequeñitas gotas al rededor de este, cierra sus ojos y me sonríe levantándose y acomodándose.

Ten -le extiendo el algodón y el alcohol que saque de mi bolsillo-

El mira unos segundos este y levanta la ceja divertido.

¿Que? -preguntó inclinando mi cabeza a la derecha con mis labios separados-
Tendrás que ponermelo tu -dijo con obviedad-

Lo miro antes de rechinar mis dientes y sujetar el algodón delicadamente, le pongo un poco de alcohol, y me acerco gateando hasta llegar a la altura de su pecho mientras extiendo mi mano hasta su labio.

Eres un gatito... -dijo sonriendo dulcemente-

Evito su mirada, apesar de él tenerla en mi cabello fijamente esperando a que la levante, puedo sentir como sonríe y su sonrisa le da una calidez a mi corazón.

Bajo aun más mis mejillas claramente sonrojadas, si me pongo Haci al ver los torsos desnudos de mis compañeros por la vergüenza, imagina estar cerca de esos labios que apenas conozco.

Ceguera nocturna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora