Quiero Volver A Verte.

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Todas chicas aun quedaban rodeadas y juro que escuche un "click" una de las chicas saco una foto en una pose muy comprometedora, aun así no quise apartar de su lado su voz me inquieta pero su presencia me acomoda, los minutos pasaron y juro que se sintieron como 5 horas, ¿Cuanto más se demoraría en comer?

¿Estas cómodo? -asentí pegado a su cuerpo- si quieres dormir hazlo... -eso fue suficiente para que mis ojos se cerrarán.-

Escucho los sonidos a mi alredor más su respiración calmada pero su corazón agitado, mucha gente se nos quedaba viendo, aveces hasta murmuraba mirándonos con desaprobación pero no me importo ya que lo tenia allí, sentí que me podía proteger, en mis sueños todo era oscuro cada vez más, nunca pude soñar con algo que desee ni mi imaginación se activa a aquella hora, me cuesta conciliar el sueño la mayoría del tiempo y de mi vida, ¿pero que podía hacer entre la oscuridad? No podía ver estaba cegado, alguien debía de prender una pequeña llama de fuego que me guiase hasta un lugar seguro, pero nunca estuvo y nunca apareció, pero cuando las luces se apagarán todo se volvería mágico ¿Quién lo había dicho?... Me gustaría saber si mi magia permanecería en mis recuerdos, mi vida es una película la cual avanza lentamente con comerciales y todo, ¿esta película tendrá fin? Siempre lo e pensado, en acabar con todo, terminar con todo, pero me molestaba la conciensia lo que podía suceder luego, pensar en todos los escenarios posibles me hacía doler la cabeza, que dirán, si mentiran, ¿abran rumores?, ¿lloraran o se alegrará?.

Hey -me mueve suavemente el hombro- ¿Estas bien? Las chicas ya se fueron.

Me aferro aun más a su cuerpo como si de un koala se tratase, el al contrario de estar disgustado me apretó más con su cuerpo sus manos se mantenían aferradas a mi cintura.

¿Que tienes...? -puedo sentir su semblante preocupado-
-niego suavemente mientras me niego a soltarlo-

Nos quedamos así varios minutos callados sin saber que decir, su preocupación era más que obvia, eramos completos desconocidos ¿Porque nos tratábamos con tanta confianza? Supongo que para el este tipo de cosas serán normales aunque el no se ve alguien que reciba de buena manera el afecta de un contrario, el viento se vuelve más fuerte al pasar el rato comienzo a moverme en busca de calor.

¿Tienes frío? -me separo de el mirándolo a los ojos y asintiendo-

El me mueve unos centimetros permitiéndome golpear el pasto.

¿Me sujetas la camisa? -asiento sonrojado mientras el levanta sus brazos para quitárselo-

Agache mi mirada evitando verlo a toda costa, ahora debo de ser un tomate, bueno el tomate se queda pendejo a mi lado.
El se lo sacaba despacio evitando pasar a dañar mis manos que sujetaba en la parte de la cadera su camisa, cuando acaba me la entrega.

Ten -me lo extiende-
Pero... ¿Y tu?... -lo miro con ojos brillosos por la inseguridad que me causaba-
Estare bien, tu salud es la que me importa en estos momentos -me sonríe calidamente-

Chocamos las yemas de nuestros dedos suavemente, un contacto hubiera sido más profundo de no ser por aquella tela del chaleco.

Creo que es hora de irnos ya es muy tarde... -se levanta y me extiende la mano-

Recuerdo las jugadas que me solían hacer con aquel bello gesto que luego se volvió el más horrible antes mis ojos, ¿como transformaron algo tan hermoso en algo tan horrible? Un dolor punzante llegó a mi cabeza, ya que esta era una reproductora de recuerdos que se sentían en carne y hueso, no importa los años que hayan pasado, se sienten allí, el mismo dolor y angustia que sentiste en esos momentos.
Con una mano me apoyo en el césped y con la otra tomo su mano, la cual la apretá fuerte para evitar que caiga.

Ceguera nocturna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora