Capítulo 16

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Capítulo 16


Los hombres Grandchester ingresaban al castillo, durante todo el trayecto se habían mantenido conversando animadamente, hasta que una molesta presencia se hizo notar

-que tiernos se ven juntos, padre e hijo al fin unidos

Richard y Terry quedaron impactados al darse cuenta que la ducerda estaba frente a ellos apuntándoles con una pistola

- ¿Qué haces aquí? ¿Quién te ha dejado entrar? Maldita asesina

-querido Richard, que palabras tan crueles, vine con ustedes en el coche, al lado del conductor, estaban tan distraídos que no notaron mi presencia

-Peter jamás permitiría eso

-oh querido, quien dijo que Peter conducía, él tuvo que quedarse en el Parlamento, pobre no estaba en condiciones de conducir

- ¿Qué le hiciste?

-ese no es tu problema, por ahora tu problema esposo mío, soy yo

Richard y Terry trataban de mantener la calma, aunque era difícil con la loca de la ducerda apuntándoles con un arma

- ¿Quién es tu cómplice? Y ¿Dónde está?

-mi querido Julius está esperándome en el coche, listo para partir, puesto que no pienso tardar mucho

- ¿Qué pretendes? No te das cuenta de que no puedes salirte con la tuya

-por el contrario, nadie sabrá que estoy aquí y cuando descubran sus cuerpos yo estaré muy lejos y con una buena coartada

-estás loca, el castillo está lleno de sirvientes, en cualquier momento vendrán

-querido Richard ya arreglé eso, veras, Julios se ha encargado de decir que no desean ser molestados, incluso ha pedido que permanezcan lejos de esta área del castillo

-y según tu nadie lo reconocerá después

-cuando lo hagan él también les estará haciendo compañía, ves, nada habrá en mi contra, tengo todo previsto

-estas perdida Claudine, entiende que ya nada puedes hacer, ríndete

- ¡jamás!, nunca me rendiré, tal vez habría pensado en dejarlos vivir si al menos me hubieras dejado ser madre, pero nunca quisiste consumar el matrimonio

-cómo cree usted señora, que después de conocer a mi madre, mi padre podría siquiera voltear a verla, dijo Terry después de tratar de mantenerse callado lo más posible, pero su resistencia había llegado a su fin

-cállate estorbo, maldito bastardo

-no te atrevas a volver a ofender a mi hijo, no sé cómo lograste envolver a mi padre, él era el único que no se dio cuenta de la clase de víbora que eras, acaso crees que no sabía que habías intercambiado tus favores con la mayoría de la aristocracia que tuvieron el dinero y joyas para complacer tus caprichos y no me culpes de no ser madre, sé que abortaste en cada ocasión que algún amante te dejo en estado

-no iba a arriesgarme a que me acusaras de infiel

-toda Inglaterra sabia de tus deslices, además yo no soy como tú, que fuiste cruel con mi hijo, pero que se podía esperar de una serpiente como tú, eres una asesina, mataste a tus propios hijos y a mi padre, quien fue el único que había confiado en ti y llego a quererte como una hija

-el viejo había descubierto todo, no iba a arriesgarme a que me delatara, solo lo quite del camino, como los quitare a ustedes

-no te servirá de nada, nuestro matrimonio ha sido disuelto

Sangre GrandchesterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora