Estar sentados en la mesa no era algo inusual, salvo que esa mañana tenían una peculiar visita. Aunque Jimin había entablado una buena conversación con Taehyung la tarde anterior, este se encontraba ahora con la mirada baja y por consiguiente, en completo silencio, a Jimin le pareció confusa su reacción, parecía que cuando estaba al lado del rey Jeon, cambiaba por completo.
—Esta noche tendremos una buena cena—dijo Yoongi llamando la atención de Jungkook—.¿Deseas algo en específico?
—Sólo buen alcohol—sonrió agradecido—. Hace mucho que no tomó un buen vino tinto, en mi reino es imposible cultivar algo y que sobreviva. El invierno es crudo.
Taehyung rió por lo bajo y miró ee reojo a Jimin, quien le correspondió con una sonrisa amable. Sus ojos azules lucían mucho más apagados que el día anterior, eso le hacía preguntarse si algo había sucedido entre ellos. Los observaba con cuidado, como había dicho Yoongi, pero hasta el momento su interacciones le parecían muy frías y forzadas.
—Debe ser difícil pero bueno está noche te saciaré de eso.
Las cocineras trajeron el desayuno, cuando descubrieron el plato la boca de Jimin se hizo agua, pero Taehyung tapó la suya y cerró fuertemente los ojos, Jungkook que estaba a su lado lo acercó a su pecho para que no oliera la comida, quien estaba sirviendo, tapó de nuevo los alimentos preocupada de la reacción del invitado.
—Lo lamento—se disculpó el rey Jeon—. Mi esposo parece tener poca tolerancia al olor de la carne.
Taehyung se removió hasta que salió de los brazos de su esposo, con dificultad lo alejó, su rostro estaba pálido, parecía muy enfermo.
—Lo lamento—se levantó, hizo una rápida reverencia y salió a toda prisa.
Yoongi y Jimin lo miraron con preocupación. —¿Hay algo que podamos hacer? —dijo el primero.
—No, podría mandarle algo más ligero a la habitación, pero eso será dentro de un rato más, pasa tiempo para que elimine las náuseas, últimamente son terribles, lo han tenido enfermo todos los días.
Jimin vio en los ojos de Jungkook un destello de preocupación genuina, miraba la puerta por donde su esposo se había marchado y apretaba la mandíbula, parecía que quería salir corriendo tras de él, pero se abstuvo. Continuaron con el desayuno, Jimin estaba especialmente hambriento esa mañana, no dejó de comer y disfrutarlo, Yoongi le miró con cariño en todo momento.
—¿Cuándo planeas ir con Namjoon? —preguntó poniendo su atención en el pelinegro que parecía muy ansioso como para comer.
—Después de que nazca el bebé, sabemos que es un viaje largo y cansado—suspiró frustrado—. Tampoco me puedo dar el lujo de dejar a Taehyung solo.
—Nosotros trataremos de ir en estos meses—respondió Yoongi, mirando a Jimin quien asintió con discreción—. Es importante que nos reunamos antes del próximo invierno.
Al prever que estos comenzarían a hablar de asuntos relacionados con su alianza, Jimin pensó que era momento de que saliera para darles la privacidad necesaria, así que se levantó llamando la atención de Yoong, hizo una reverencia y sonrió amablemente.
—Me retiraré primero, iré a llevarle algo ligero de comer a su alteza.
Jungkook asintió y sonrió con agradecimiento. Jimin miró fugazmente a Yoongi quien asintió y caminó saliendo del comedor, había comido tanto que le dio sueño, mientras se alejaba se acercó a una de las sirvientas, que estaban listas para intervenir si necesitaba algo.
—¿Podrías preparar una bandeja con un té de hierba buena, fruta fresca y pan de senteno por favor?
Ella asintió de inmediato, Jimin salió, recorriendo los pasillos, dirigiéndose a la habitación de invitados, estaba casi seguro de que el consorte real del norte se encontraba ahí y aunque no quería molestar, sentía una afinidad y preocupación genuina por su estado de salud. En el camino se encontro con KyungSoo saliendo de una de las salas comunes, le sonrió acercándose por completo.
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El Rey De La Muerte *Yoonmin*
Fanfiction"Él era el infierno, su aura llena de dolor me atemorizaba, pero al mismo tiempo sus oscuros ojos me llenaban de un sentimiento tan satisfactorio que no tenía nombre...La muerte nos llamó y en ese instante todo acabó, porque de la traición nace el a...