El Rey De La Muerte *Yoonmin*

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El estruendo de la mano golpeando la mesa impresionó a todos los presentes, con asombro miraron al rey levantarse y participar en aquella discusión que tenía lugar desde hace horas, era una oleada de gritos y partes contrapuestas, estaban molestos e indignados.

—¡No voy a permitir que se hable de esa manera de mi esposo! —gruñó lleno de furia.

—Pero mi señor, él es el hermano de uno de los prisioneros, se ha cegado ante el muchacho, puede ser peligroso para el reino, un infiltrado. 

—Esta hablando de su rey señor Kang—renegó mirando a todos en general—. ¿Qué es lo que quieren? Les he dado la respuesta de lo que haré.

—No ha decidido qué hacer con el muchacho Park —habló uno con una ceja alzada.

—Él será extraditado al reino del Norte—dijo con simpleza—. Sé dónde está la guarida de los rebeldes, atacaremos pronto, los dos pajaritos morirán como ustedes lo deseen.

—¿Y si el joven Min resulta ser un traidor?

—Yo mismo lo asesinaré—dijo sin nota de falsedad en su voz, dentro de él había la seguridad de que eso no era posible. Jimin jamás podría traicionarlo.

—¿Confía ciegamente en él?

—Yo confío en mi esposo y meto las manos al fuego por él. 

Jimin caminaba de un lado a otro por la habitación, LuHan y KyungSoo quienes eran los más cercanos lo observaban con preocupación, no debería de estar levantado mucho menos si hace algunas semanas había sufrido una amenaza de perdida, aún con esta información en sus manos no hacían nada por detenerlo, porque entendían la desesperación y el dolor por el que pasaba. 

Yoongi se lo dijo, era una información que no podía mantener oculta, Jimin al saber que su hermano era miembro del ejército rebelde y ahora figuraba como prisionero en el castillo le rogó a su esposo para que le perdonara la vida aún sabiendo que era imposible, porque la ley esta creada para ser seguida. Un traidor debe morir a manos de la realeza, esto para mantener el orden de las cosas.

A pesar de que el monarca le había prometido hacer lo posible para liberar a su hermano, él quien había sido testigo de aquellas muertes lo dudaba, sabía que Yoongi no era malo y cruel con él, pero no podía decir lo mismo con los demás, ya que con estos era un cuento completamente diferente, tenía mucho miedo, temía por su hermano que era a quien más amaba, por el dolor de su madre y la desgracia de su padre, en esos momentos no le importaba nada más que salvarlo, era su prioridad. 

Se sentó en la cama y limpió sus lágrimas, aquellas que no habían dejado de drenar su ser desde la noche anterior  después de recibir la noticia. LuHan se sentó a su lado y le tomó de la mano. El rubio los miró con súplica y complicidad, había una extraña idea que rondaba en su cabeza y que era tan peligrosa, que por un momento intentó de todo para desecharla, pero era imposible, trabajaba contra el reloj.

—Jimin debes de tranquilizarte—dijo LuHan con preocupación—. Le hará mucho daño al bebé.

Pero Jimin se encontraba en una situación en donde el bienestar de su hijo no figuraba en sus prioridades, podría ser cruel, pero su hermano era quien estaba en el verdadero peligro, así que negó a la petición.  

—Es mi hermano y morirá —susurró frustrado.

—Eso no lo sabemos aún—interrumpió KyungSoo—. Yoongi dijo que haría todo lo posible confía en él. Es el rey, si alguien puede hacer algo es él.

—Amo a Yoongi con todo mi corazón y ustedes saben eso, llevo en mi interior a su hijo el cual cargo con orgullo pero..—les observó perdido—. ¿Creen que hará eso por alguien a quien no le debe nada?