Jimin estaba harto, llevaba dos semanas en el castillo y la monotonía de los días le abrumaba y aburría, extrañaba salir, sus paseos por el lago, la panadería, sus clientes, las personas en la calle. Sus amigos de la corte eran muy amables y le ayudaban mucho, pero no estaba acostumbrado a vivir una vida tan tranquila, desde pequeño trabajaba por lo que quería, aunque no tuviera amigos, buscaba cosas con las cuales entretenerse, estando en el castillo era imposible.
La única diversión genuina que obtenía era por las noches cuando tenía intimidad con Yoongi y hablaban de diversas cosas como de los chismes del reino, eso era entretenido, pero lamentablemente casi no podía ver al rey por las tardes, este estaba ocupado todo el día.
Estaban en el salón principal mirando a una persona desconocida tocar el piano, estaba aburrido, así que se le ocurrió una idea, que llevar a cabo sería una locura, pero al menos podría intentarlo.
—Ire a la cocina—avisó poniéndose de pie.
Kyungsoo que era el más cercano le miró extrañado. —¿Quieres que te traígamos algo?
—No, iré a preparar pan—dijo antes de salir.
Los cinco se miraron extrañados y de inmediato se pusieron de pie para ir con el rey, tenían que impedir una masacre porque no había manera de que la señora Kwon le dejara entrar a la cocina, sólo pocas personas podían hacerlo, eso debido a la creciente preocupación de que alguien pudiera lastimar al rey o a algún miembro de la familia real.
—Jimin, no creo que sea buena idea, de hecho, es una muy mala— Chaeyoung trataba de seguirle el paso, pero Jimin era más rápido.
—A mi me parece buena idea—dijo sin detenerse—. Todo estará bien.
LuHan suspiró—. El rey se va a quedar viudo.
—No exageres LuHan nada puede salir mal—sonrió a sus amigos de la corte, restándole importancia a sus preocupaciones.
—¡¿Por qué no puedo hacerlo?!
La cocinera una mujer corpulenta y dura, que demostraba una mueca de disgusto mientras le impedía el paso a Jimin, chasqueo la lengua, había permanecido décadas sirviendo a la familia real, cuidaba que su trabajo se hiciera con la precisión necesaria, nada ni nadie entraba a su cocina sin que ella lo autorizaba, incluso el mismo difunto rey, le tenía miedo.
—No puede entrar, no me importa que sea el esposo del rey, en esta cocina no entra nadie—señalo con un cucharón de madera.
—Sólo voy a preparar pan, por favor—junto sus manos suplicando lo cual alarmó a todos porque el rey no podía suplicar a nadie.
—No—dijo ella sin inmutarse —. ¿Qué nadie le ha explicado sus obligaciones aquí?
—¡No me voy a sentar todo el día a escuchar música, tengo que hacer algo!
—Pues vaya a los jardines que a mi cocina no entra—sentenció con frialdad.
—¡Señora Kwon por favor! —dijo con un puchero infantil, que hubiera derretido el corazón de cualquiera, menos de ella.
Los ayudantes de cocina veían ese acto como lo peor del mundo, si el rey se enteraba del atropello que estaba recibiendo su esposo morirían en la horca sin dudarlo.
—Jimin vayámonos—le tomó del brazo JiHyo—. No puede hacer esto, el rey se molestara.
Jimin tuvo una idea asombrosa, miró a la mujer con amabilidad y astucia. —Si el rey me da el permiso de estar aquí ¿Me dejaría pasar?

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El Rey De La Muerte *Yoonmin*
Fiksi Penggemar"Él era el infierno, su aura llena de dolor me atemorizaba, pero al mismo tiempo sus oscuros ojos me llenaban de un sentimiento tan satisfactorio que no tenía nombre...La muerte nos llamó y en ese instante todo acabó, porque de la traición nace el a...