El Rey De La Muerte *Yoonmin*

27

Entre esas cuatro paredes tuvo el tiempo suficiente para llorar, gritar, dormir, lamentarse y vomitar, sobre todo lo último. Las náuseas aumentaban al igual que sus ganas de morir. Irónico, porque eso pasaría en pocos meses, llevaba un mes recluído, el cual fue un infierno.

Extrañaba a Yoongi, sobretodo en las noches cuando su calor le abrazaba y sus manos le acariciaban. También echaba de menos las pláticas por la mañana y comer a su lado. Era en esos momentos donde veía realmente todo lo que había perdido

—¿Jimin? —dijo una voz a su lado pero él no abrió los ojos, estaba demasiado cansado para hacerlo —. No comiste nada.

Sabía que estaba actuando como un niño caprichoso, pero realmente se sentía mal, no sólo físicamente sino también en lo que confería a lo emocional, las náuseas aumentaban, el dolor en sus huesos y lo único que hacia era mirar por la ventana—al mismo paisaje—y llorar. Iba a morir....¿Qué sentido tenía seguir? Estaba dejando que la vida lo tragara, que las esperanzas murieran, porque nadie podía sacarlo de aquella desdichada suerte.

Pensaba en su hijo, lo amaba y quería proteger, pero ¿Qué iba a hacer ese pequeño sin él? no podía pararse de la cama sin sentirse un completo fracaso, perdió a su familia, al amor de su vida y no dudaba que en unas semanas perdería a su bebé. Se quedó con los ojos cerrados escuchando como LuHan se iba, hace unos días que había dejado de hablar, sólo dormía, el cansancio lo arrojaba a una espesa marea de cansancio.  

Yoongi caminaba por los pasillos principales al lado de JongIn cuando escuchó la discusión cerca  de la cocina, no le iba a tomar importancia pero ellos nombraron a Jimin, en el mes que había pasado estaba muriendo por las ganas de verlo, pero sólo se conformaba con los reportes que le daba LuHan, sabía que Jimin estaba mal, pero ¿Qué podía hacer? No era capaz de siquiera mirarlo.

Desvió su camino para entrar en la enorme cocina, lugar donde nunca había estado anteriormente, le sorprendió ver a los dos cuidadores de su esposo discutiendo con uno de los cocineros, le molestó el hecho de verlos ahí, en vez de estar cuidando de Jimin.

—¿Que esta pasando aqui? —dijo imponente 

LuHan abrió los ojos asustado. —Nada señor.

El cocinero hizo una reverencia ante el rey y suspiró cansado. —Estos chicos vienen cada hora a pedir un platillo diferente que no es comido por nadie, no podemos hacer eso señor, retrasan la comida y la cena que debe ser servida en menos de una hora 

Entrecerró los ojos mortificado por estar escuchando aquellas cosas banales. —¿Por qué están pidiendo comida diferente a cada momento?

LuHan iba a negar, pero el otro muchacho bufo sonriendo. KyungSoo dio un paso adelante a pesar de que LuHan quiso detenerlo, encaró al rey con soberbia.

—Porque Jimin se niega a comer —dijo molesto, no sabía si con el nombrado o por la situación tan estresante que vivían como cuidadores de un chico condenado a muerte y embarazado—. Él esta muriendo antes de tiempo...

—Soo—trató de detenerlo LuHan, pero era tarde, ni siquiera JongIn quien desde atrás le hacía señas pudo detenerle.

—Ya te dije que hicieras lo que estuviera en tus manos—dijo Yoongi con frialdad. 

—¿Y qué se supone que haga señor? Jimin no come y cuando lo hace devuelve la comida en menos de una hora ¿Qué debo hacer? —dijo molesto, comiéndose con la mirada al rey.

—Llama al doctor—respondió con los brazos cruzados.

—¿No cree que ya lo hemos hecho? En este mes, el doctor viene al castillo cada tres días—dijo a modo de reproche—. No es algo físico, Jimin está en un estado emocional doloroso, él bebé lo está resintiendo y le esta haciendo enfermar—esto ultimo lo dijo con los ojos repletos de genuina preocupación—. Jimin va a morir y lamentablemente no será en sus manos.