33

31.3K 4.2K 689
                                        

Los días habían pasado dejando en Ryuumoon una oleada de frías noches y caminos llenos de hojas secas, el otoño había arribado, los cambios en el ambiente se percibían de forma indiferente, en el reino estaban acostumbrados a cualquier tipo de clima, sin embargo, esos días parecían ser más fríos que lo normal.

Los cambios no eran sólo ambientales, todos en el castillo notaban el cambio que su rey había experimentado. Se le veía mas animado y amable, las opiniones eran divididas entre los que pensaban que era debido al cercano alumbramiento del rey Jimin y los que creían que el monarca ya había encontrado una nueva pareja. Esto último lleno de rumores el reino.

LuHan estaba en su casa dandole mimos a su hijo a quien amaba demasiado y extrañaba por las tardes, SeHun les observaba sentando cerca de la chimenea, mientras bebía una copa.

—Deberías quedarte más tiempo aquí —sugirió el mayor.

—Pero...Jimin ya tiene ocho meses, debe de tener cuidado especial—suspiró—. Además, él está diferente.

SeHun asintió. —¿Te ha preguntado algo acerca de los rumores?

—No, ayuda que KyungSoo y yo seamos los únicos con los que tiene contacto, pero ya amenazamos a Nayeon, no queremos que abra la boca, esa niña es una cotilla—negó para después mirarlo y sonreír—. El rey sigue yendo a sus apocentos por la noche, todas las noches sin excepción. 

—Supongo que la necesidad carnal es fuerte—se encogió de hombros. 

LuHan dejo a su hijo en la alfombra jugando para acercarse a su esposo y sonreír, le acarició los hombros.

—Te equivocas, ellos no intiman—dijo con suficiencia—. Dejaron de hacerlo cuando Jimin cumplió los siete meses y medio, no querían lastimar al bebé, además de que el pobre ha sufrido dolores terribles en la espalda baja—negó preocupado—. Jimin dice que a veces el rey sólo llega y duerme, cuando hablan lo hacen del bebe. No tiene sentido SeHun.

SeHun suspiró y atrajo a su esposo a su regazo. —Es un idiota que no puede tomar una buena decisión debido a su jodido orgullo. Espero de todo corazón que le perdone la vida. Jimin no merece morir, no así.

—Yo digo que si ¿Por qué visitarías cada noche a alguien que terminarás asesinando? Eso es cruel ¿No lo crees? Yo quiero pensar que lo ama y que le perdonará la vida.

Asintió pensativo. —El problema de Yoongi es que tiene miedo y el tiempo se acaba.

—Jimin está feliz y a veces triste, me preocupa, quiero que tenga esperanza, pero al mismo tiempo  no quiero que se decepcione—hizo un puchero lastimero. 

El general sonrió y besó a su esposo en la mejilla. —Esperemos lo mejor Lu.















—Jennie está embarazada—dijo con voz doliente.

Los ojos de KyungSoo se abrieron en demasía, sus manos comenzaron a temblar al tiempo que sintió como su corazón se partió en miles de pedazos, sabía que algo como eso podía ocurrir, pero que se hiciera realidad era la broma más cruel y sucia del destino.

—Vaya, felicidades—respondió cerrando los ojos—. ¿A eso has venido a mi casa?

—No, yo quiero...te necesito. Yo...no quiero ser padre, no con ella Soo, a quien amo es a ti.

KyungSoo negó con melancolía. —Debemos parar esto, tú tienes una familia y yo no la voy a destruir—suspiró tembloroso, porque aunque la vida se le estaba cayendo a pedazos, debía ser fuerte—. Aceptaré la propuesta de Xiumin para cortejarme.

—¡No lo harás! —le gruñó molesto, pero más que molestia, era su miedo a perderlo hablando.

—Lo haré—respondió en el mismo tono—. De la misma manera en la que tú te casaste con ella ¡Quiero ser feliz! ¿No lo entiendes? Me haces daño, esto que tenemos me hace daño, pensé que podría conformarme con nada, pero no puedo JongIn, no puedo más—soltó la lágrimas que tanto trabajo le había costado sostener, ya no quedaba más para fingir.

—Soo...yo te amo—susurró cabizbajo—. Como nunca he amado, jamás debí aceptar esa propuesta, debí quedarme a tu lado sin importar lo que dijera mi familia.

—No, tú te amas a ti mismo, ya no quiero estar en este juego JongIn, sabes que te amaré por el resto de mi vida, pero no me quedaré a tu lado viendo como sonríes con tu esposa quien lleva a tu hijo, no es justo para mí.

Dicho esto cerró la puerta y por primera vez no la abrió a pesar de los insistentes golpes y súplicas.  Ya no deseaba esa vida, ya no podía tenerla, porque ahora no sólo era él, o su felicidad, sino la de una criatura que no tenía la culpa de nada.















Yoongi abrazaba a Jimin mientras acariciaba su estómago esos movimientos le arrullaban, últimamente le costaba dormir, era un peso tanto físico como emocional, Jimin no sabía que estaba pasando en esos momentos,  pero tampoco preguntaba, no quería saber la respuesta a sus cuestionamientos.

Yoongi estaba confundido, buscaba la forma de tomar una decisión, estaba entre su corazón y su orgullo, entre lo que sentía y lo que debía hacer, no podía pensar con claridad, era aún más difícil si tenía el olor del rubio sobre su cuerpo en cada momento, por más que decía que no volvería, se hallaba a sí mismo excluyéndose a mitad de la noche a la habitación de su esposo como si fuera prohibido, como si no tuviera la libertad de mirarlo o de tocarlo, si le agregaba que el consejo le rompía la cabeza con preguntas sin sentido, sus días no podrían ser más estresantes. Sólo quería una respuesta, algo que le dijera que estaba yendo por el buen camino, porque a medida que pasaba el tiempo, se estaba quedando sin argumentos y sin opciones.

—¿Tú estómago no es muy grande?

Jimin se separó de su pecho y le miró indignado. —¿Me estás diciendo gordo?

Hizo un tierno puchero, quiso besarlo, pero se detuvo, tenía que ser cuidadoso, tocarlo de más, le estaba costando la cordura. —No, te digo que es grande, mi hijo será grande y fuerte.

—Tanto que creo que el parto me matará—rio por lo bajo.

Jimin se quedó en silencio, en su garganta se hallaba la pregunta que deseaba formular, pero que su respuesta podía asesinarlo, así que calló. En pocas semanas más él podría morir a no ser que el rey Min Yoongi le perdonará la vida, cosa que por más que le doliera admitir, veía imposible.

Porque aunque Yoongi estuviera a su lado lo hacía sólo por el bebé, él había dejado de importar. No lo amaba más y no dudaría en arrebatarle la vida...

Deseaba fuertemente vivir... quería vivir...





 quería vivir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🖤🖤

El Rey De La Muerte *Yoonmin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora