Capítulo II

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Narra Kai'Sa

Todas estábamos muy preocupadas por la desaparición de Kitty, nuestra pequeña gatita. Es la primera mascota que tenemos en común mis amigas y yo y no quisiéramos que el animal acabe falleciendo en algún lugar recóndito de las calles de Piltover. Teníamos que encontrar el animal como sea.

Intenté apartar a la gata de mis pensamientos porque estaba opacándolo todo y me preocupé más por empezar a cenar porque mis compañeras habían empezado a devorar las hamburguesas y porciones de pizzas que habíamos ordenado. Enumero el pedido: dos hamburguesas completas, una pizza de 6 quesos y una pepperoni.

Las hamburguesas ya no existían porque Akali y Ahri las habían devorado con éxito, Evelynn se empleó en las pizzas con ayuda de Ahri, que, era un pozo sin fondo. Empujé a Ahri para que dejase de comer.

— Ahri, tía, deja de comer que me voy a quedar sin cena. Le dije a mi amiga, pero solo sonrió y siguió comiendo.

— ¡Pues date prisa, que yo tengo hambre! exclamó Ahri.

— Tú ya te has comido tu parte, gorda. Dije cogiendo toda la caja, privando incluso a Evelynn de comer la pizza de 6 quesos, que, obviamente, es mi favorita.

Después de la cena, la velada fue bastante divertida y consiguió sacarme de mis pensamientos; todas las noches eran bastantes entretenidas desde que vivo con mis amigas.  Jugamos a la Wii, hacemos algún que otro karaoke o jugamos a atrevimiento o verdad.  Esta noche el turno fue para algunos bailecitos en la Wii, que debo admitir que no se me da nada mal.

Serían las 1:30 am cuando dijimos de dormirnos. Siempre dormíamos a la misma hora porque... no lo sé. Abandonamos el salón todas a la vez, ¿por qué no dormir a la misma hora? Bueno, más bien, nos encerrábamos en nuestro cuarto a la vez. Dios sabe qué harán mis amigas antes de dormir.

Akali y Evelynn se iban a dormir siempre juntas (Ahri y yo sospechamos que tienen algo extraño, son muy cercanas), Ahri en la habitación de la derecha y yo en la habitación de enfrente. Había siempre una habitación vacía, que era la de Evelynn, que Ahri y yo sabemos por qué ya no se utiliza.

La habitación de Eve es usada a modo de trastero, aunque hay una cama y un armario donde está la ropa de Evelynn. A pesar que de usábamos esa habitación como el desván particular del grupo, la habitación conservaba orden y las cosas no se perdían. A Eve le gusta el orden.

Me dirigí a mi habitación, no sin antes dar las buenas noches a mis amigas que también se adentraban a las suyas. Me miré al espejo de cuerpo entero que tenía, y me deshice los moñitos y las trenzas del pelo. Eran bastante incómodos, pero me veía monísima así, y para presumir hay que sufrir, como se dice.

Me descalcé, me quité la ropa y quedé en ropa interior frente al espejo. Di media vuelta y me miré. Hice un "pew, pew" con la mano derecha al espejo, como si estuviera disparando a este. Me puse el pijama que estaba sobre la cama y me metí en esta. Me arropé hasta arriba y me quedé dormida ipso facto

Narra Sivir

Eran las 2 de la mañana y no podía conciliar el sueño por más que quisiera. No hacía más que dar vueltas en la cama y suspirar. ¿Qué me pasaba? Sentía un nerviosismo que nunca sentí en mi cuerpo. Tal vez era por el acto vergonzoso que hice en mi último pedido. Joder, Sivir, que casi fundes el maldito timbre, y es que encima te llaman la atención, con esos ojos tan intrigantes y ese pelo tan... tan...

Me puse a pensar. ¿Por qué esa descripción de la chica en mi cabeza? ¿No estaré nerviosa por esa chica? No, no puede ser, simplemente es una clienta que posiblemente no vuelva a ver, y tampoco es que me importe mucho, no. No me importa nada. No me importa. No me interesa. No me...

Con lo que siempre soñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora