Narra Sivir
Llegué a casa con el corazón que se me iba a salir. ¿Qué acababa de pasar esa noche? Estaba enfadada con ella, me cita en el parque para darme mi bolso, no lo trae, pero además... ¿me besa?
No entiendo lo que me pasa. Estoy muy confundida, quiero volver a verla, quiero sentirla cerca una vez más... Quiero tener esos ojos morados mirándome durante toda la vida... Pero, ¿qué digo?, ¿no estoy exagerando un poco? Me acaba de besar y pienso en estar con ella toda la vida... Sivir, por favor, vuelve al mundo real.
Sacudí mi cabeza para salir de mis pensamientos. Revisé el móvil como si esperase un mensaje. Pero si no tengo ni su número... qué bien, Sivir, perfecto. Solo sabía la dirección de su casa y el número general de esta, pero no el de Kai'Sa. ¿Y si se lo pido? No, Sivir... de nuevo no... Y volví a sacudir la cabeza.
Tal vez lo mejor sea olvidarse de ese beso. Tal vez para ella no significó mucho más... "Es el capricho de las estrellas". ¿Qué quiere decir eso? Tal vez quería mi perdón y por eso me besó... No debería ilusionarme. Lo mejor será dormir y descubrir lo que nos dará el día de mañana.
Y me lancé a la cama sin desvestirme, como casi siempre, y me quedé dormida.
Narra Kai'Sa
Era demasiado tarde cuando llegué a casa. Traté de no hacer ruido al entrar, pues mis compañeras debían estar durmiendo. Moví la llave de la puerta para entrar a la casa. Como la casa es nueva y las llaves que tengo son las originales de la cerradura, así que no hice mucho ruido al abrir (Ahri y Akali tienen la llave copia, que suele encasquillarse más y por ende, hacen más ruido al contacto con la cerradura). Llevaba tacones, no muy altos pero sí harían ruido innecesario, así que me los quité y los cogí.
Pasé al salón y me sobresalté, porque no esperaba ver a Ahri con las luces apagadas mirando fijamente el arco de la entrada del salón. Se levantó y caminó hacia mí.
— ¿De dónde vienes a estas horas? — Me dijo.
— ¿Desde cuándo eres mi madre? — Me encogí de hombros y solté los zapatos.
— ¿Desde cuándo actúas como una... cría? — Señaló mis zapatos, dando a entender que así solo entraría una adolescente para evitar a sus padres en la madrugada.
— Simplemente lo hice por respeto. Para no despertaros... Pero veo que no hacía falta... — Dije con un tono enfadado. ¿A qué venía ese interrogatorio?
— Has quedado con alguien. ¿Con quién? — Sentenció.
— ¿De qué hablas? — No quería que se enterase, ni ellas, ni nadie.
— Solo hay que ver esa cara de imbécil que llevas... ¡Solo con preguntarte te has puesto colorada! — Dijo de manera borde. — ¿Qué pasa, no piensas contarnos nada? ¿Contarme nada?
— Buenas noches, Ahri. — Dije, cogiendo mis zapatos, dejándola con la palabra en la boca, cruzando el salón par encerrarme en mi cuarto.
Cerré mi cuarto. Kitty me esperaba como siempre, en mi cama, enredada en las sábanas. Solté mis zapatos en el armario y me senté en la cama. Suspiré.
"Ha sido una buena noche" pensé. No debería dejar que ese encontronazo con Ahri me estropee el momento. Dejé de pensar en ello. Ahri salió de mi cabeza y Sivir entró en ella. Me eché en la cama, con cuidado de no hacer daño a Kitty, llevándome las manos en el pecho. Sonreí al techo.
¿Me estaba enamorando?...
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Con lo que siempre soñé
RomanceDos chicas de la misma región, Shurima, huyen sin conocerse. Una por no aceptar su destino, otra para salvarse de lo que se oculta bajo el manto del desierto de Shurima. Huyen a la ciudad de Piltover, donde todo es más avanzado y se puede conseguir...