Capítulo IX

62 9 1
                                    

Narra Kai'Sa

Entré a su casa, con ella de la mano, y la miré con una dulzura que nunca había experimentado.

¿Por qué no fuiste a trabajar hoy? — Dije, acariciando su brazo.

Yo... me sentía mal. — La notaba confusa, pero sin duda, ya no sentía ese enfado. — Por lo de la chica. Me destrozó el corazón, ¿sabes?

¿Por qué? No es verdad, ¿cómo te crees lo que te dicen tan fácilmente? — Dije, riéndome.

No me hace gracia, Kai'Sa. Es alguien que vive contigo, podría ser perfectamente verdad.

La abracé con fuerza.

Pero yo te quiero a ti. — La miré con amor, acaricié su mejilla y volví a besarla.

Pero... pero... yo... ¡Mira cómo estoy! — Se señaló su ropa — ¡Pijama! Y mira. — Se señaló la cara — ¡Doy asco, jajaja! ¡Cómo te puede gustar!

Volví a acariciar su rostro y la besé, esta vez con más intensidad y pasión.

Ah... eh... ¿Me puedo arreglar un poco? — Dijo Sivir, sin saber qué hacer.

No te preocupes... yo, como te decía, es mi día libre, y quería pasarlo contigo.

Pero yo... mira... cómo estoy... jajaja...

Estás preciosa, Sivir. Quisiera verte así más veces. — Sentencié.

Sivir se quedó sin respuesta a eso, estaba colorada y con una sonrisa tonta en la cara. Empezó a reírse.

Sivir me condujo hasta su habitación, que no estaba muy ordenada, pero no me importó.

Mira, podemos ver una película. Tengo tele en el cuarto, no es muy grande, pero creo que estará bien. — Dijo, con las manos en la cintura. — Deberías ponerte cómoda, lo siento por eso... Estás preciosa, pero es lo que hay. ¡Día de peli! — Y se fue a hacer unas palomitas.

Me quité el top y los pantalones, y quedé con un sujetador deportivo y en ropa interior. Me acomodé en la cama, mirando a los alrededores.

Narra Sivir

Esto es como un sueño. Todavía estoy confusa, pero no creo que Kai'Sa esté mintiendo. Estoy en una nube.

Terminé de hacer las palomitas para ver una película y me dirigí a mi habitación.

Kai'Sa... ¿Qué haces...? — Me sonrojé al verla en ropa interior.

Me has dicho que me ponga cómoda... — Dijo inocentemente.

Ah, sí... sí. — Dije nerviosa.

No me podía creer que tenía a semejante diosa en la cama... y en ropa interior.

Suspiré y fui a la cama con ella. Encendí la televisión y puse la película.

Kai'Sa se pegó a mí. Podía sentir su piel con la mía. Ella me estaba abrazando, apoyada en mi brazo, viendo la peli contenta. Y yo estaba que no me lo creía.

Estoy bastante nerviosa...

Miré a Kai'Sa y ella me miró a mí.

Kai'Sa. — Mientras la miraba. — Yo... te quiero. Me encantaste desde el primer día que te vi. Desde el primer reparto que hice en tu casa y te vi... Yo... ni siquiera sabía quién eras. — Reí — Pero me encantaste... — Acaricié, con timidez, su cara.

Ella me miró, sonriendo, apoyándose en mi hombro. Seguidamente, lo besó, girándose hacia mí, poniéndome una mano en el pecho.

Mi corazón iba a mil.

Kai'Sa iba bajando su mano, hasta acariciarme la cintura. Mi cara se encendió, y juro que podía desprender hasta calor.

Quiero que me beses... — Dijo Kai'Sa, mirándome fijamente a los labios, mientras acariciaba mi cadera.

Yo, asentí con la cabeza y la boca entreabierta y me comí los labios de Kai'Sa, besándola con dulzura, pasión y ganas.

Kai'Sa se colocó encima de mí, sin parar de besarme, empezó a acariciarme la cara y el cuello. No puedo expresar lo bien que me siento ahora.

Kai'Sa separó mis labios de los suyos, y estaba encima de mí, sentada, mirándome. Yo, me dejé llevar y bajé mis manos a su cintura, acariciándola, mientras ella acariciaba mis pechos con delicadeza. Bajé mis manos a su trasero, tocándolo enérgicamente.

Kai'Sa soltó un leve jadeo.

Me gustas mucho... — Le dije mientras seguía acariciándole su trasero y ella mis senos.

Ella sonrió y se quitó la parte de arriba y quedó totalmente desnuda.

No me lo podía creer.

Tenía una diosa en frente de mí.

Soy la chica más afortunada del mundo.

Subí mis manos a sus pechos, que eran de tamaño medio-grande. Los masajeé, los besé y los lamí. Kai'Sa acariciaba mi cuello mientras se dejaba hacer, soltaba jadeos.

Mi dulce melocotón suspiró en mi cuello y eso hizo que me estremeciera. Besó mi cuello y lo mordió levemente.

Ahí me di cuenta de lo que sucedía.

Tenía a una diosa conmigo y pensaba darle todo el placer del mundo ahora mismo.

La tomé de los hombros y bruscamente la lancé a la cama, poniéndome esta vez encima. Iba besándola desde su boca bajando hasta su vientre, y ahí me detuve para mirarla y verla jadear con los ojos entreabiertos y mordiéndose los labios.

Eso me dio la autorización para bajarle su ropa interior y deleitarme con su sexo.

Bajé, y con delicadeza y amor, lo besé, y pude ver a Kai'Sa aferrándose a la almohada y retorciéndose del placer.

Verla así me ponía peor a mí, así que seguí, ayudándome con mis manos, a satisfacer su sexo. Ella no paraba de gritar del placer, así que subí un momento para callarla con mis besos, y no funcionó, porque cuando fui a besarla, ella se hizo dueña de mi sexo, que rápidamente había retirado mi pijama para meter su mano en mi intimidad.

Kai'Sa me estaba acariciando el interior de mi ser con su delicada mano, y yo solo podía gritar del gusto.

Las dos estábamos exaltadas, pero el mejor momento fue cuando Kai'Sa y yo unimos nuestros cuerpos para, en un momento, ser una sola.

Podía sentir la humedad, el calor y el amor de Kai'Sa unida a mí, y eso me causaba el mayor de los placeres que he sentido en la vida. El movimiento de fricción no paraba, y la excitación cada vez era mayor.

Las dos terminamos al mismo tiempo, tiradas, acaloradas y desnudas en mi cama.

Nos miramos las dos a la vez, jadeando, cansadas, y nos fundimos en un beso y un abrazo, y continuamos viendo la película, que, sin saber cuando, había terminado.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 13, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Con lo que siempre soñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora