Capítulo 68

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Me sentía cada vez mas debil y Michael Brooks solamente me miraba y hacía preguntas y blablabla. Las cosas no han cambiado, me he sentido así desde que perdí la memoria.

Un choque eléctrico mas y me desmayé.

....

Me movía sobre la cama y me dolía todo. Literalmente. Las cosas no dejaban de dar vueltas en cuanto abrí los ojos y sin embargo parecía como si todo en mi se desprendiera, parte por parte..

Gemí.

- no te muevas ... - me ordenó una voz, hice lo que me dijo. La luz del sol me cegaba y supuse por logica de que no estabamos en Forks. Demonios, pensé. ¿donde demonios estoy?, ¿quien es el tipo que me está tocando la muñeca? ¿Daemon?

- quitate de encima - me moví bruscamente

Gruñó y mi cuerpo dolió por mil.

- necesitas mi ayuda - me replicó

Levanté medio cuerpo y me topé con los ojos de "mi salvador" a medio paso mío. Lo odio.

- no necesito la ayuda de nadie Daemon - le dije molesta, fría distante y sin ningun problema de replicarle cosas injustas. ¿que estoy diciendo? ¿cosas injustas? ¡eso no es nada injusto! ¡estar enojada con el no es nada injusto Mackenna!

¡¿MACKENNA?¡

- me largo - le dije sin pedir permiso, no diciendo nada. Desde ahora, soy independiente, las cosas han cambiado, he madurado desde que este imbecil me borró la memoria por mi supuesta "protección", pero ¿cual era el punto de todo esto? ¿ni si quiera investigué mi pasado? ¿no me preocupo por eso?

Daemon me ha borrado la memoria. Su hermano me odia.

Según Daemon mis padres me odian.

agh.

Me levanté ignorando el dolor, dolor tras dolor.

todo esta en tu mente. todo esta en tu mente.

Me dirigí a la puerta, la abrí y me topé con la calle. ¿que demonios? Miré a mi alrededor con aspecto desconocido, las llaves y me subí al auto. Arranqué sin dirección alguna, las calles estaban abarrotadas de gente que iba y venian sin parar. Colores coloridos lastimaban la vista.

Una chica con bikini rosado cruzaba la calle.

- ¿que demonios? - me pregunté a mi misma.

Playa.

Sol.

Calor.

Un letrero enorme decía: "PLAYA PÚBLICA DE CALIFORNIA, SAN FRANSICO: LA MAS COLORIDA Y DIVERTIDA DEL MUNDO"

¿CALIFORNIA?

Mi celular sonó. Solamente una persona seria la responsable de dejar el telfono en mi bolsillo, Daemon.

- ¿¡San Fransisco?¡ ¿¡California?¡ - le grité detendiendo el auto de un solo golpe. - ¿sabes algo? debes de saber algo de mí, ya que al parecer me borraste la memoria y nisiquiera te diste al gusto de saber lo que SI me gustaba o lo que NO así que, ODIO LAS PLAYAS. - le dije enojada, molesta, frsutrada, de todo.

El no dijo nada.

- ¿si quiera me estas escuchando? - le pregunté masajeandome la sien. El claxon de algún estúpido coche me puso aún de mas mal humor. - ¡callate! - maldije.

- ven a casa, tengo cosas que explicarte. - me ordenó, segundo antes de cortar. Idiota. Golpeé el volante. Mis emociones parecían un remolino que no se explicaba con cualquier cosa: enojo, furia, molstia, indignacion, tristesa, ¿felicidad? ¿de que demonios estoy feliz? agh.

Sacudí la cabeza y me obligué a mirar al frente.

Conduje por donde vine y regresé al estúpido departamento de mierda.

Abrí la puerta, ya que estaba abierta.

- ya llegué - anuncié prendiendo la luz. El departamento estaba literalmente destrozado, todo excepto el sillón que por alguna extraña razon parecía intacto.- ¿qué pasó aquí? - pregunté curiosa.

- Raymond vive aquí - me dijo, hizo una pausa - mi hermano - añadió

- ¿me trajiste al lugar de un asesino?

Torció la boca y asintió.

- idiota - le dije. Por algun motivo oculto sonrió con completa sinceridad sin objetar ni nada, fruncí el ceño inmediatamente.

- estas sanrando

- ¿que?

- la bala en tu hombro - señaló. Mire mi hombro que efectivamente sangraba y dejaba una mancha en la blusa blanca.

- oh demonios... - lo miré recordando todo lo ocurrido con Michael Brooks. - ¿que pasó con el? ¿con Michael?

- lo maté - me aseguró. Suspiré y supe que no había eleccion. Tenía que morir. - ¿por qué me trajiste aquí? - pregunté.

- ven aquí, te curaré eso y te lo explicaré - me insistió. Lo miré por un momento y empecé a comprender todo, las personas, las cosas, todo en lo que había estado cegada pronto vino a mí.

- no - dije firmemente.

Salí corriendo de ahí apesar de que sangraba y me dolía todo físicamente tanto como emocionalmente.

- ¡NO! - gritó demasiado tarde.

Ya estaba en el auto conduciendo.

Instituto de San Fransisco. Mejores estudiantes, mejor futuro.

Me paré en seco ya que recordé algo... Yo estuve aqui, ¿cierto? ¿Que otro instituto puede haber cerca? Ese departamento es del chico asesino que probablemente estudiaba conmigo...el vivía ahí... Demonios. No. Puede. Ser.

Mi celular sonaba a cada estúpida llamada.

No hablaré con el, no le dirigiré la palabra y mucho menos trataré de actuar de que nada de es esto está pasando, porque por muy idiota que esté, no es cierto. Las cosas no son así. No Puedo seguir a la ligera ignorando mi pasado, las personas saben su pasado, no les pasa esto como a mí.

Un chico percató mi atención. Matt O'Conner. El chico hermano de la niña linda.

- Matt... - susurré sin sentido. La palabra salió de mi boca con una fluidez increíble. Gemí de dolor y proseguí con mi camino.

Tenía dinero, y estaba en el lugar indicado para hacer una pequeña investigación.

Si estoy en lo cierto y Daemon no es quien creo que es, seguramente tiene algo entre manos, un plan B, ¿cierto? Todo villano tiene un plan B, un a C, un D...

Bajé la ventanilla y lancé mi celular por la ventana. Sonreí.

5- no dejar rastro

Regla importante.

- jamás dejes rastro - me dijo el.

Pisé el acelerador y salí de esa maldita calle.

¿Inolvidable? |temporada 2| COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora