Largas historias de Morp y Troe

.-1.0 "Viajar a Andromeda da nauseas"

Morphite
15 de marzo del 2079

El aburrimiento ya de había acabado su nave ya estaba lista para ser usada.Velozmente llamó a Troe notandose en si algo de emoción la cual no sentía desde hace 7 años desde que conoció a Troe.

Mientras le llamaba comenzó a pensar como había conocido a aquella persona que más tarde se había convertido en su "hermano" adoptado por ella misma.Después de haber trabajado 2 años en una pizzería consiguió comprarse un departamento,Vivió unos meses allí tranquila y aburrida,nada la entretenía mas que los niños pequeños.

Un día 22 de septiembre del 2072,llovía a cantaros,Normalmente no hubiera salido pero algo le había llamado la atención.Un pequeño chico estaba tirado a un lado de la entrada de su complejo departamental.Bajó a verlo y sus sospechas habían sido acertadas, el chico estaba enfermo y dormía temblando sobre una caja de cartón.Morp en un acto de piedad tomó al chico y lo llevó a su casa.

Vivió con el unos 3 años hasta que juntó más dinero para arrendar un departamento para el chico el cual ya la consideraba una hermana mayor y si que lo era ella ya tenía 15 años terrícolas y 75 años Tart(cada año humano equivale a 5 años Tart planeta y raza de la cual proviene Morp)

Estuvo un rato hablando con el chico por celular y quedaron que a las 1:30 pm se juntarían en el depósito abandonado de la ciudad en el lugar donde Morp guardaba la nave averiada,la cual actualmente no lo estaba.

Troe Zarm
15 de marzo del 2079

El chico se encontraba en calzoncillos,una camiseta que le quedaba bastante larga casi llegándole a las rodillas,aunque todo era grande para un chico de 1.56,eso le molestaba un poco bastante,tenía ya 15 y Morp con 19,era casi una burla lo alto que era ella pero era entendible por el tema de que ella era de otra raza, los Tartianos para ser específicos.

En fin el chico se visitó rápidamente y estuvo haciendo bocetos para pasar el tiempo hasta la hora que Morp le había dicho.

—O-Oh es la hora ya....

Mencionó mientras apagaba su tableta gráfica y se levantaba de su silla.

—Tendré que tomar el expresso.

Pensó algo disgustado por aquella palabra,odiaba estar lleno de máquinas y personas junto a el,respirando y exhalando o escuchado sus vidas irrelevantes y normales.

Salió del apartamento con audífonos puestos revisando si tenía el dinero suficiente para el expresso.

Al dar a la calle vio una vez más todas esas luces de anuncios,automóviles,trenes electromagnéticos y sintió el  pútrido olor a dióxido de carbono por lo cual tuvo que ponerse su mascarilla para no contraer aquellas nuevas enfermedades que estaban surgiendo a causa del gobierno o simplemente no contaminar sus jóvenes pulmones.

Caminó por la calle abajo con el nombre de Allan Mcmillen el gran creador de esta era robótica

—¿No podía vivir en una calle que no fuera esta? hubiera preferido vivir en la Avenida Octavio Silva ese sí es un buen personaje de la historia de Sinpho.