Cαριτυlo νιιι

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Días después, los Ángeles varones se reunieron con su padre. Los sucesos ocurridos gracias al juego eran cada vez menos divertidos o por lo menos esa era su excusa.

Permita nuestra colaboración en el juego organizado por los Ángeles del sexto, noveno y décimo segundo universo --el gran sacerdote permanecía en silencio, atento a las palabras de su hijo— En este momento, las cosas son más sencillas, nosotros podríamos ser un factor que afecte y altere las cosas, no tiene sentido un juego que es demasiado sencillo, además, al rey del todo apreciará nuestros esfuerzos .

¿Qué es lo que planean hacer? —pregunto con interés el gran sacerdote. Sus hijos intercambiaban miradas que decían lo planeado.

Es una locura, Permítanme hacer una observación —hablo el Ángel del segundo universo.

Guarda silencio, es la única forma para acabar con el terror en los universos.

Bien, los escuchó.

En el décimo universo, el Ángel observaba su báculo con atención.

Señor, tenemos que encargarnos de un problema en la parte norte del universo en la galaxia...

Tu encárgate —Kusu se consterno con la respuesta fría y directa— ya recordaste el favor que me haz pedido hacer, si no mal recuerdo, tu te ofreciste a hacer los deberes por mi.

En el universo once, el Ángel hacia sus deberes correspondientes, al parecer no tenía ánimos, anteriormente, al iniciar su día se encontraba más que feliz, pero la visita repentina de su hermana, la encargada del universo seis.

¿Qué pretendes con tu visita? --pregunto disgustada, aún que no dejo de hacer sus deberes.

Quería venir y verte —se acercó a su hermana— pasar el tiempo. ¿No me ofrecerá una taza de té y hablaras sobre las últimas novedades en este universo o quizás lo más interesante será... — miro a su alrededor, se pudo percatar de algunos regalos, muchos con una etiqueta, pero lo más lamentable era que no tenía un nombre en particular. Ninguna pista de quien sería aquel que estaba cautivado por un ángel en especial, el Ángel del universo once— no me imaginé que alguien pudiera gustar de ti.

A mi me sorprendió, ¿Tu Dios que piensa sobre el engaño? No lo sabe como tal, pero supongo que disfruta mientras tu "lo amas". Pensé que estarías pasando tiempo con él.

El señor Champa duerme al igual que el señor Bills —supiro— olvidemos ese asunto... no te escuchas tan animada, vamos hermana, dime ¿No tienes duda de quien podrá ser el anónimo?, quizás tengas alguna teoría — Marcarita la mira con desconfianza— confía en mí.

Lo quisiera hacer.

—Comprendo—mostró una sonrisa sincera— si no quieres hablar del tema, hablemos de algo que no nos incomodo a ninguna, al final seguiremos siendo familia, no es bueno pelear y permanecer distantes — Marcarita sonrió momentáneamente—. Intentemos volver a convivir, pero será difícil reestablecer nuestra confianza.

Traeré algo de té y galletas —se alejó un poco— ¿Por qué siempre Té y galletas?.

Supongo que es la costumbre, por cierto tu dios...

Hace lo de siempre, mejor evitemos hablar de ellos, hay veces que pienso que nosotros estamos condenados a servirle a los dioses, todo por qué no tenemos un verdadero propósito para vivir —después de esto se alejó.

En las afueras del Palacio del Rey de todo, el grupo de ángeles se repartía el papel que jugaría en el juego que ya había cambiado de una u otra su pensamiento, ahora todo daría un giro repentino, el cual no sería de mucha relevancia.

Besos de lujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora