Cαριτυlo x

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En el Palacio del Rey de todo, el gran sacerdote llevaba a cabo una reunión, en esta estarían presentes los dioses de la destrucción, kaio-shin y los ángeles. Lo dioses no estaban para nada contentos, sabían poco de lo que sucedía, incluso algunos ni se habían enterado de las últimas noticias.

¿Dónde está el Dios del sexto y séptimo universo? -cuestionó el Dios del primer universo, su ángel lo miro, pero no se inmutó. Los otros dioses esperaban una respuesta por parte de sus superiores, esto les causaba de temor, no sabían nada y al ver que hacían falta dioses no dudaron en pensar que el rey de todo los había aniquilado.

-No se preocupen, todo está bien, el rey de todo se a divertido con el juego -los dioses mostraron confusión.

-Señor, no comprendo a que se refiere, ¿Podria ponernos al tanto?.

Casi muero! -grito el Dios del décimo universo. El gran sacerdote suspiro.

-No tiene que dar explicación alguna, eso le quitará lo divertido -se quejó uno de los Ángeles, su tono era frío. Los dioses lo observaron por segundos, después al gran sacerdote que se limitó a sonreír.

-Esta decidido -hablo el sacerdote- la función debe continuar -. Ahora los dioses temían a las palabras y la forma en la que el gran sacerdote determinó sus destinos.

-Me pregunto ¿Quién será el siguiente? -se preguntaba el Ángel del noveno universo.

-De casualidad... -Kusu intentó hablar, le era extraño. Alguno de sus hermanos irrumpió la paz de su universo y lo peor, intento asesinar a su Dios de la destrucción. Estaba molesta, ella no había hecho nada como para que sea capaz cualquiera que sea el que atacó. La forma de hablar del Ángel del noveno universo fue burlona y fría, quizás... eso no podría ser posible, no sería capaz de hacer una barbaridad así. Tomó aire y decidió hacer su pregunta, sin importarle que todos escucharán - ¿Haz visitado el décimo universo últimamente, Mojito?.

-¿A qué viene la pregunta?.

-Sólo es que... yo... -, la mirada de todos hacia que cada vez los nervios lograran apoderarse de ella.

-Gran sacerdote, es momento de retirarnos -insistía el Ángel del noveno universo.

-Supongo que tienes razón.

No! -grito Kusu- no haz contestado mi pregunta, quiero saber la verdad.

-En primer lugar ¿Por que piensas que fui yo? -pregunto Mojito fingiendo indignación.

-Eres el único que está de acuerdo con todo esto, no lo haz dicho, pero si mostrado -miró a su hermano, el encargado del séptimo universo - ¿Dónde está el señor Bills o el señor Champa?.

Vados intercambio miradas con Whis.

-No te preocupes por ellos. Ya estarán felices, en paraíso donde la comida es eterna, sus sueños son placenteros y sin obligación alguna, es una buena vida.

-Y según yo soy el sospechoso -empezó a reír Mojito.

Debes decir la verdad! -grito de nueva cuenta Kusu.

-Entonces quieres la verdad -río un poco-. Si, fui yo. no existe explicación alguna para lo que pensaras en mi, creo que te subestiman querida hermana. Es lamentable mi fallo, pero Whis, no sólo acabo con el Dios del sexto universo, si no también con su propio dios.

- Whis... - su hermano desvió la mirada y decepcionado de si mismo decidió guardar silencio.

-No creo que Whis estuviera de acuerdo con todo esto -comento Sour.

-Lo siento, señor Bills -susurro Whis.

-Si no hubiese sido por Kusu, la misión hubiese sido un éxito.

-Yo les advertí, este juego traería problemas -dijo Marcarita, que trataba de consolar a su hermano que estaba arrepentido por sus acciones.

-¡Guarda silencio! -le grito Vados.

-Viendo lo sucedido, el rey de todo está más que emocionado por saber el desenlace de este juego. Por lo tanto, no acabara hasta que este complacido. No se hable más, la reunión concluye - Algunos ángeles se sintieron victoriosos, otros negaron con la cabeza y mostraban su inconformidad. Los dioses esperaban que su final no fuera como el de sus compañeros.

Nada tenía sentido, nada parecía ser normal. Su forma de ver el mundo de cada uno giraba de forma distinta, haciendo que algunos aceptarán y estuvieran arrepentidos de sus errores y querer mejorar, mientras otros decidieron seguir con vida siendo los mismos o quizás no, pero el cambio en cada uno fue diferente.

Besos de lujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora