cinco - yoonjimin

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perdonen por dejar esta joyita en el olvido, ahre.



Jimin estaba pensando en lo sucedido aquella vez que se topó con Yoonji y el gruñón de su hermano.

Pero nuevamente estaba en aquel café, sabiendo que Yoongi estaba en sus clases de boxeo los jueves.

¿Cómo sabía su horario? Por las chicas de primer grado de secundaria que mojaban sus bragas al tan sólo escuchar la grave voz de Yoongi.

Pidió un vaso de café frío al pensar que podía suceder lo de aquella vez.

Yoonji, al salir del mostrador, se sentó a su lado.

—Hola, Park.

Jimin saltó en su asiento tras la sorpresa y se sonrojó.

—Hola...Yoon...

—Soy Yoonji. Vamos ¿me olvidaste? Soy la hermana del chico que te... — la chica hizo una pausa.— De Yoongi.

—Oh sí, cómo olvidarte... ¿Cómo estás? 

—Sentada.

Jimin soltó una risita. 

—Mi hermano estará muy ocupado hoy así que no te asustes... ¿Quieres salir a algún lado? 

Yoonji tomó las manos de Jimin, eran frías pero grandes, las manos de una chica eran más grandes que las de Park.

Yoonji sonrió al ver sus manos y entrelazó sus dedos. — ¿Quieres ir a comer algo?

Jimin asintió sin pensarlo y se arrepintió después ya que la chica tomó su brazo y ambos salieron del lugar.

—Pero... tu trabajo ¿No te dirán nada?

—Puedo elegir mi día libre si quiero, trabajo más que los otros chicos.

Jimin estaba impresionado de lo buena que era Yoonji. Seguro era buena en otras cosas.

—Estás buena—dijo sin pensarlo.

Pero qué había dicho. Jimin deseaba que la tierra lo tragara.

 —¡Quise decir que eres buena! Oh cielos, que vergüenza.

Yoonji se echó a reír, no pareció ofenderle así que Jimin evitó hablar de eso de nuevo.

Ambos llegaron a un restaurante de comida rápida, Yoonji dijo que era el favorito de su hermano pero Jimin no le prestó atención.

—Yoongi tiene clases de capacitación hoy. —sonrió la chica al tomar asiento frente a Jimin.

—Yoongi, Yoongi, y más Yoongi ¿No te cansas de hablar de él? Es un tonto.

A Yoonji no le molestó el comentario. —Lo es, pero a veces lo extraño. Nunca pasamos tiempo juntos.

—Debe ser triste que seguramente él la pase con sus bobos amigos que con su linda hermana.

La orden llegó y Jimin tomó su cajita feliz para luego abrir el juguete.

—¡Es un perrito! —sonrió.

Yoonji también lo hizo, Jimin le parecía muy tierno. Luego de un rato de conversar sobre ciertas cosas tontas y divertidas, una gran mano se posa sobre la mesa, llamando la atención de los jóvenes.

—¿Qué mierda haces con mi hermana, mocoso?

Jimin sintió que iba a desmayarse ahí mismo frente a su juguete de perrito y los Min.

—Oye estúpido no le hables así a Jimin, bastardo. —La chica alzó la voz.

Jimin pensó que lo de insultarse mutuamente era familiar.

—Tú cállate, Yoonji.

—Cállate tú, y deja de molestar a Jimin.

Yoongi frunció el ceño y tomó la oreja del bajito para levantarlo de su asiento.

—Nos vamos, Jimin.

—¿Qué mierda crees que haces, Yoongi? No puedes a tratar a Jimin como tu mascota y menos llevártelo de aquí.

 —Sí puedo. —Yoongi jaló su brazo y trató de llevarse a Jimin, pero no lo logró.

Yoonji había intervenido, golpeó a Yoongi y tomó la cajita feliz de Jimin para irse junto a él.

—Mi hermano es un estúpido, debería estar en sus clases de boxeo.

Jimin miraba atentamente las acciones de Yoonji. Sintió una extraña sensación en su corazoncito.

No podía gustarle ella.

Reprobados - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora