Just Sex | PJM.

5° Celebrar.

Flashback:

— ¡Mily! —gritó Tae Hyung, caminando hasta ella con sus manos tras la espalda como si estuviera escondiendo algo.

— ¿Que tienes allí? —cuestionó sonriéndole.

— Toma —extendió un ramo de rosas rojas—. Espero te gusten.

— ¡Amor! —chilló lanzándose a abrazarlo—. Son mis favoritas.

— Mily, quiero agradecerte por la nueva oportunidad que me has dado, te prometo que esta vez las cosas serán distintas. Sabes lo mucho que te amo y que no hay nadie como tu —dijo acariciándole el rostro.

— Confío en ti y en que de ahora en adelante harás las cosas bien —aun se podía sentir el dolor en sus palabras—. Te amo más que a nada en el mundo, Tae Hyung.

— No te defraudaré, tu y yo estamos destinados a estar juntos por más veces que rompamos, Mily —sonrió cínico—. Metete en la cabeza que no podrás estar con nadie más que no sea conmigo.

Fin del flashback.

Mientras conducía, limpié un par de lagrimas traicioneras que habían rodado por mis mejillas al acordarme de Tae Hyung.

Le di tantas oportunidades para que cambiara y pudiéramos ser una pareja sana y feliz pero el no aprovechó ni siquiera una de ellas. Tae Hyung tenía problemas psicológicos... en verdad lo digo. Su forma de "demostrar amor" era haciendo sufrir a la gente que quiere y luego de mucho pensar creo que comenzaba a entender que lo mejor para mi fue que me haya botado. Dolía recordarlo y era algo que no podía negar, sin embargo ya había pasado más de medio año desde que terminamos y no podía quedarme lamentando toda la vida... me estaba hartando de no poder sacarlo de mi mente.

Ya era de noche, no había nada en mi nevera y era demasiado perezosa como para pasar al supermercado, así que opté por salir a comprar comida china y un par de latas de cerveza en mi auto. A pesar de haber recientemente llorado, estaba ligeramente contenta pues de nuevo tenía mi auto. Mi padre casi me asesina cuando se enteró que tuve un accidente por conducir ebria, pero logré convencerlo diciéndole que sería más responsable y no volvería a pasar.

Caminé por el estacionamiento de mi edificio, hasta llegar al ascensor con las bolsas entre mi mano y contestando una llamada entrante de Jungkook en la otra.

— ¡Mily! No creerás lo que encontré en la farmacia —gritó eufórico.

— ¿Qué encontraste? —pregunté recargándome en el espejo del ascensor.

— ¡Preservativos que brillan en la obscuridad! —gritó de nuevo—. Son en colores neon, compré unos verdes, rosados y otros azules, usémoslos ya mismo.

— Jungkook, sabes que tomo anticonceptivos, no es necesario que usemos preservativos.

— Shh, cállate —interrumpió—. Quiero saber como se ve mi hermoso miembro en la obscuridad con ese látex brillante, vamos —insistió en un tono convincente.

— Bien, ven mañana después de tus clases —suspiré resignada—. Te estaré esperando y también a tus preservativos de colores —reí.

— ¡Te amo, nos vemos! —colgó, sin siquiera dejarme responderle que yo a el también.

Al llegar a mi departamento, me saqué los shorts y el sostén mientras caminaba para poner las bolsas en la mesa, quedando solo con una camiseta gris larga que Yoongi había dejado en mi habitación algún día que no recuerdo. Otra ventaja de vivir sola era poder andar vestida como quisiera sin temor a ser vista o criticada por nadie... bueno, tampoco era como que me importara tanto lo que dijeran de mi.