Capitulo 11

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Los días han pasado y sus dudas siguen atormentándola. Tiene claro que existe atracción, pero eso no tiene importancia ¿no? Importante sería si existieran sentimientos pero... esos no pueden estar presentes, no se conocen tanto... Sentimientos o no, ella no ha confesado nada a nadie más que Amaia y para sorpresa de Aitana, esta ha conseguido mantener el secreto. También agradece la discreción del gallego, pues parece haberse reservado el hecho para sí mismo. No lo ha olvidado, de eso es consciente. Pues son varias las miradas y risas que se regalan en el bar cuando este sale del trabajo. Miradas que cree que pasan desapercibidas para Roi, Miriam y Ana o al menos, no se pronuncian sobre ellas o no delante de ella. Tampoco ha tenido tiempo a hablar más detenidamente con Luis, pues sus encuentros no han vuelto a ser a solas y quizás es mejor, mejor no tentar a la suerte y que ese error se repita.

Ayer la llamo la trabajadora social y le dio una buena noticia y es que al menos de momento, va a poder llevarse a Laia los fines de semana completos a casa. Lo que significa que irá a recogerla después de comer. Pero hay una idea que le ronda a la catalana. Sabiendo lo que le gusta a su hermana pasar tiempo con Luis, quizás puede proponerle algún plan con Laia y así normalizar su relación de amistad. Ya estaba ideando planes que proponer al gallego, cuando al introducir la llave en la cerradura escucha voces muy familiares en el salón. ¿Tan mal está que ya imagina la presencia de personas que están a cientos de kilómetros? Pero pronto se da cuenta que no es su imaginación cuando alcanza a ver desde la puerta ese tupé rubio

- ¿Raoul?- consigue decir

El mundo se paralizada momentáneamente. No esperaba la visita de su novio, aunque si la reclamó hace una semana... Siente nervios, no sabe exactamente por qué. Debería sentir alegría pero siente algo parecido al temor, quizás simplemente es la culpa la que le ha invadido

- Conseguí venir el fin de semana, pero quería sorprenderte- dice él acercándose, ya que ella parece inmóvil

- ¿Tú sabías algo?- pregunta Aitana a Amaia que está en esos momentos presente

- No, de hecho me lo encontré en la puerta con la maleta cuando llegué- comenta en tono de broma, pero sus ojos esconden mucha seriedad, pues conoce las dudas de su amiga

- Cualquiera diría que no te hace ilusión- dice el chico

- Claro que sí Raoul- contesta- cómo no... sólo que no lo esperaba- dice abrazándose al cuerpo de su novio

Y esa sensación tan horrible no cesa, sólo se intensifica. Es por eso que interrumpe el abrazo e intenta simular normalidad

- ¿Habéis comido? Tengo que comer rápido, estoy deseando ir a buscar a Laia- dice la chica

- Te estábamos esperando, pero hemos pedido japonés- le contesta su amiga

Mientras, Raoul no deja de acariciar su cintura y la está poniendo más nerviosa aún. Ya no solo por lo contradictorio de sus sentimientos ahora mismo, sino porque no es ese el comportamiento habitual en él. No por nada, pero sobarse, no entra dentro del protocolo ni del saber estar.

Durante la comida los chicos se ponen al día o más bien Raoul intenta de manera indirecta convencerlas de volver a Barcelona. Se encarga de resaltar cada una de las cosas que supone que las chicas anhelan, además de referir lo mal que lo están pasando las madres de ambas, madres que ni si quiera han descolgado el teléfono.

- ¿Os parece que vaya a por Laia y ya después damos una vuelta por el centro?- propone Aitana cuando ya han recogido todo lo que han utilizado

- Yo te puedo acompañar niñeta- contesta el chico

- Es mejor que vaya sola, así tengo un ratito con ella- se excusa Aitana, aunque lo que en realidad quiere es que su novio no coincida con Luis

Amaia percibe las intenciones de su amiga y la echa un cable

OhanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora