Capitulo 14

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De camino a casa las imágenes de la discusión acuden constantemente a su cabeza. Y ya no sabe si acaso es su mente la que juega con él, exagerándolas o simplificándolas a su antojo. Lo único que sabe es que esas dos chicas de flequillo: Laia y Aitana, han conseguido que durante muchas horas su mente borrara incluso ese episodio. Y siendo sinceros, no sabe si eso es bueno o malo, pero es una realidad.

Al entrar al ático como imaginaba no hay nadie que le espere, su hermana debe estar aún refugiada en los brazos del que se supone es su amigo. Así que considera que es buena idea pegarse una ducha para despejarse. Cuando sale de esta y aun con la toalla anudada en su cadera observa que una notificación parpadea en su móvil. Un whatsapp de un número desconocido, decide abrir el mensaje igualmente

"Hola... el viernes lo pasé muy bien, podríamos quedar un día, no sé y conocernos en más sentidos... me quedé con ganas de saber más de ti"

El gallego revuelve su cabello, es claramente la amiga de su hermana... esa que no recuerda el nombre y que sin duda tiene su número por Miriam. No sabe que le sorprende más, si su capacidad de acumular problemas sin verlos venir o que su hermana tenga el humor para putearle de esta manera facilitándole el número a la chica... Tampoco sabe muy bien que responder, es cierto que lo pasaron bien, pero ni de lejos se plantea algo con esa chica. Por otro lado, recuerda las advertencias de su hermana y aunque no lo parezca, lo que menos le apetece es enfadarla aún más. Por si esto fuera poco, a su caos mental se añade Aitana. Fue la única que consiguió templarle anoche, además, la considera lista y la observación de Roi sobre sus sentimientos no cree que pasara desapercibida para ella. Es por eso, por lo que entiende menos los últimos acontecimientos en relación a ella...

No ha aclarado aún ninguna de estas ideas cuando escucha el ruido de la puerta y solo le sale resoplar.

- Ya estás aquí...- suspira su hermana posando las llaves en el recibidor

- Pensé que esa frase me pertenecía a mí- contesta él, pues es ella la que acaba de llegar

- Anoche vinimos para hablar contigo, no estabas ni viniste... acabo de acercar a Roi a su casa, en un rato tiene que ir al bar- le explica con poca gana sentándose en el sofá

Es entonces cuando el chico se permite observar mejor a Miriam y a pesar de sus ojeras comprueba que efectivamente la ropa que lleva no es la de anoche y de haber dormido en casa de Roi no se hubiera podido cambiar

- Podría haber cogido algo mío- propone

- Igual también te molestaba...- reacciona ella incrédula por su respuesta- ¿Dónde has estado?- se interesa - da igual, no me tienes que explicar nada- rechaza la explicación haciendo un amago de levantarse a su habitación

- ¿Cuándo has dado mi número a tu amiga?- pregunta él en tono serio

- Elsa, se llama Elsa ¡Luis! ¿tan difícil es acordarte del nombre de la chica a la que te tiras?- contesta exasperada frente a él

- Ah mira así ya sé como guardarla- intenta bromear él

- Eres odioso- se desespera su hermana apretando los puños dispuesta a marcharse

- Espera- dice incorporándose y agarrándola de la muñeca- era una broma

- Ni puta gracia tus bromas...- contesta conteniendo la rabia en sus ojos mientras Luis intenta abrazarla

- Perdóname- la pide él susurrándola en su oído para después dejar un beso sobre su cabello

- ¿Exactamente por qué te tengo que perdonar?- reacciona cuando este finaliza su abrazo

El gallego tira del final de su camiseta hacía abajo nervioso, siendo consciente del cúmulo de cagadas que hacen cola con su hermana. Decide sentarse, no sabe muy bien si para ganar tiempo o porque presiente que la conversación puede que sea larga, pero Miriam parece entenderle y sigue sus pasos

OhanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora