Capitulo 28

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Aitana le escribió hace un rato avisándole de que Laia y ella estaban solas. Va a tardar más en llegar de lo que prometió en el mensaje, pero el recuerdo de la conversación con Roi de esta tarde y su "le pones el mismo nombre de siempre" ha estado tan presente que le ha hecho acabar aquella canción que empezó el día que la catalana le interrumpió en su casa. Por tanto, cuando ha recibido el mensaje aún no se había duchado ni había tendido la lavadora que le pidió su hermana cuando se fue al voluntariado. Es por ello, por lo que con rapidez guarda la cartera y su móvil en los bolsillos delanteros del pantalón, coge las llaves con ese llavero de purpurina y justo cuando va a salir, retrocede en sus pasos y añade a su equipaje la guitarra. Quizás llegó el momento, quizás es lo que ella necesita para saber que no se va a cansar o tal vez es la estupidez más grande que se le ha ocurrido. Pero ya no hay vuelta atrás.

Toca el timbre con cierto temor pues los nervios le comen por dentro, piensa en sacar un cigarro pero deshecha la opción, sobre todo al darse cuenta que al otro lado de la puerta se encontrará a Laia. No le da mucho más tiempo a pensar, pues una sonriente Aitana abre la puerta

- Ya pensé que me habías dejado tirada- le saluda con una sonrisa

- Perdón, me entretuve esta tarde...-empieza a explicarse nervioso

- ¿Eres tonto?- ríe- que no pasa nada- contesta mientras se asegura que no están a la vista de Laia y le deja un pico en los labios

- A cambio tengo una sorpresa- cuenta descolgando la guitarra de su espalda

- ¿Al fin vas a cumplir tu promesa?- pregunta emocionada mientras tira de su brazo hacia el salón

- ¿Y Laia?- pregunta extrañado al no ver a la niña

- Ha subido a ponerse el pijama, ella sola porque dice que ya es mayor- le explica rodando los ojos

- ¿Qué tal con tu madre?- se atreve a preguntar retirando hacia atrás la melena de la chica

- Hemos conseguido alcanzar una tregua... - le explica muy por encima- mañana una vez deje a Laia en el centro, quedé con ella para tomar un café antes de que se vaya a Barcelona de nuevo, Roi me ha dejado entrar más tarde- le cuenta

- Me alegro de que al menos ya habléis, al final es tu madre- le da la razón él

- Eres tan blandito...- dice ella inconscientemente abrazándose a él

- ¿Qué?- pregunta él riendo buscando ver su cara, ya que se esconde en su pecho

Aitana va a contestar pero justo en ese momento Laia entra en el salón cargada con uno de sus juegos de mesa favoritos

- Tata ya escogí...- empieza a decir al entrar, pero cambia su intervención al ver la escena de su hermana y su monitor abrazados- ¿se puede tener dos novios?- pregunta curiosa

Se separan con rapidez ante la voz de la niña y mientras Luis aguanta la risa por la pregunta, Aitana se ve sorprendida por la timidez, ya que sus mejillas ya lucen coloradas

- ¿Por qué dices eso?- consigue decir poniéndose a la altura de la niña

- Estabas abrazando a Peceda- explica Laia señalando al gallego

- No se señala con el dedo- la corrige Aitana bajando su mano- pero también te doy abrazos a ti y no eres mi novia- expone

- Pero es diferente- replica

- Pero seguro que Aitana también da abrazos a Amaia o a Javi ¿a que sí?- interviene Luis echándola un cable, obteniendo como respuesta una sonrisa agradecida de la chica

- Entonces no sois novios...- contesta apenada la pequeña

- Mmmm somos amigos- dice finalmente la catalana- pero hay una cosa que no te he dicho- empieza a contarla dándose cuenta de que no se lo ha comentado- ya no tengo novio, aunque hay gente que si tiene más de uno pero eso ya lo entenderás de mayor- le indica revolviendo su flequillo para incorporarse de nuevo

OhanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora