Capítulo 21

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La luz se filtraba por las cortinas, me removí en mi lugar, me di cuenta que aún estaba desnuda. Levanté mi mirada para encontrarme con la de klaus.

-Buenos días amor. -Dijo en una pequeña sonrisa-

-Buenos días. -respondí- 

-¿Cómo dormiste? -pregunto mientras me acariciaba con una de sus manos la espalda-

-De maravilla. -respondí con felicidad mientras me acomoda en mi lugar-

-¿Sabés que tenemos que hablar? -enmarco una ceja al mirarme-

-¿De que? -pregunte curiosa-

-De lo que pasó anoche. -respondio-

-Oh sí, me encanto. Gracias. -respondí con una sonrisa-

-Me alegra que te haya gustado, pero las gracias te las tengo que dar yo por el regalo. 

-¿Cuál regaló? -pregunte sin comprender-

-¿De verdad quieres que lo diga yo? 

-No se a que te refieres. -Me senté nerviosamente y acomode mi cabello-

-Bien me obligas a decirlo. Anoche fue tú primera vez, no me lo tomes a mal, agradezco el honor Pero no se suponía que fuera así ya que Existe Isabella. Así que supongo que tienes una gran historia que contarme. 

-Te voy a contar todo lo prometo... -me quede callada por un momento mientras klaus me miraba esperando respuesta-

-¡Y bien! -me insito a hablar al ver que no había respuesta de mi parte-

-Te cuento después de desayunar ¿Ok? -Klaus asentío pesadamente-

-Bien, pero te corrijo amor. No es desayuno si no almuerzo. 

-¿Que hora es? -pregunte curiosa-

-Como la una y media. -dijo con una sonrisa-

-¿Porque me dejaste dormir tanto? -pregunte en un grito-

-Bueno amor, yo supose que después de hacer el amor por cuarta vez habrías quedado cansada. -Solto pícaramente-

-Oh ya ni me lo recuerdes. -cobri mi cara con mis manos de pena provocando la risa de klaus- muero de pena.

-¿Pena? Pero si anoche solo suplicabas por más. 

-Basta de plática, si seguimos será hora de cenar. -me levanté de la cama enredará en una sábana. klaus nego con la cabeza divertido- ¿De que te ríes? -pregunte-

-De ti. Me río de tí. -Solto en medio de una carcajada, lo mire mal-

-¿Tengo monos en la cara? ¿Oh qué? -pregunte con enojo, klaus volvió a negar-

-No es solo que veo innecesario que te cubras al levantarte, si ya nos conocimos desnudos. -rodo los ojos al terminar de hablar-

-¿Osea que por eso me debo de pasear desnuda por toda la habitación? 

-No me refería a eso, pero ahora que lo mencionas no sería mala idea. -Solto una sonrisa y se levantó dejándose ver desnudo me voltee rápidamente-

-Puedes cubrirte ¡por favor! -grite mientras le daba la espalda-

-No quiero y tú deberías hacer lo mismo. -dijo divertido-

-Que infantil eres, me voy a duchar. -camine apresuradamente hacia el baño-



Decidimos salir a comer a fuera, klaus me llevo a pequeño y pintoresco restaurante. Toda la comida fue exquisita aún que bastante tensa ya que klaus insistía en hablar de lo bien que la habíamos pasado la noche anterior Oh pedía que le contará sobre la historia de Isabella. Mis intentos fueron inútiles al querer cambiar de temas. Cuando terminamos de comer klaus pago. Y comenzamos a caminar por las hermosas calles de París. 

Pactó Perfecto -Klaroline-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora