Paper Hearts » FIRST BOOK

Capítulo 11

Otro día nuevo, e hice la misma rutina de siempre, salir a correr un poco a la playa, ir a comer a algún restaurante vegano cerca ó simplemente regresar a casa y prepararme algo.
Ésta vez regresé a casa con un par de cosas para preparar algo de desayunar, eran las 8:21 am y el timbre de mi casa sonó. Algo extrañada por la hora que era, me acerqué a la puerta y miré por el orificio, era un hombre con gafas negras parado frente a mi puerta, un escalofrío frío recorrió todo mi cuerpo y abrí lentamente la puerta.

— Hola, quería Jennifer — Dijo el hombre frente a mi dándome una sonrisa forzada — No vengo a molestar mucho, sólo vine a entregar algo.

— ¿Quién eres? — Le dí una mirada fría.

— Ya sabes quién me manda, no necesitas saber mi nombre. En fin, no vengo a quedarme mucho menos quitarte tanto de tu tiempo.

— Dime que quieres y vete, no vuelvas a venir y dile que no regresaré.

— Oh, lo sabe, pero insistió en entregarte esto — Extendió un sobre y me lo entregó, le dí la vuelta y venía el destinatario y lo demás — Ya sabe donde estás, ten cuidado.

Y sin más, dió media vuelta y se retiró. Cerré la puerta de mi casa y me senté en el sofá a leer algo consternada la carta.

"Querida Jennifer.

Antes que nada, te envío un cordial saludo, espero te encuentres muy bien y también espero que te hayas adaptado de la mejor forma al nuevo entorno en donde te encuentras.
Iré al grano y te diré todo sin rodeos: Sé a donde fuiste, no fue difícil adivinarlo, ya que eras muy predecible ante las decisiones que tomarías; sé sobre tus contactos en Australia, y quiero decirte algo muy importante:  Mantente al margen de la situación, no quiero herir accidentalmente a tus amigos y novio, por negocios pendientes que tenemos tú y yo. Cuidado con mis hombres, podrán estar a tu alrededor pero ellos no harán nada, al menos que actúes en falso.

Tengo una propuesta para tí, te aseguro que será la mejor que tomes, y es que regreses a Londres y terminemos con los grandes negocios e imperios que teníamos tú y yo. Espero paciente tu respuesta, aunque sé un poco cual será.

Ah, y es mejor que decidas algo bueno, sino, ya sabes las consecuencias.

Atte. G"

Rompí la carta y los pedazos los dejé sobre la mesa ¿Cómo era posible que sabía donde me hallaba?
Quise despejarme de todo ellos, pero aún así nunca me iba a poder ir lejos, aunque lo intentara una y mil veces.

Tomé los trozos de la carta y fuí directo a la cocina en donde los tiré al bote de la basura y seguí con mi labor de hacer la comida, ahora más inquieta que nunca.

Pasaron las horas y yo estaba encerrada en casa pensando en todo mi pasado, pensando que si había hecho lo correcto en alejarme de todo eso, estaba sentada otra vez en el sofá con mi cabeza entre mis manos y moviendo mi pie rápidamente.

Fuí a mi cuarto y revisé unas cuantas cosas dentro del armario, saqué mi laptop de mi cajón de la mesa de noche y volví a mi lugar inicial. La encendí e ingresé la contraseña rápidamente, navegué en todos los archivos que habían hasta que encontré el que buscaba.

Era una nota periodística, pero no era cualquier nota, ésta tenía información muy importante y significativa para mí, la releía muchas veces y una íra se acumuló dentro de mí.
Dejé la computadora de lado y apreté mi puño muy fuerte para controlarme y no cometer una estupidez, respiré repetidamente para calmarme; tomé un cojín que había a un lado y en el ahogué un grito, hasta que se escuchó el timbre.

Con una cara realmente seria y con un gran enojo por dentro fuí a abrir aquel llamado.

— ¡Vete de aquí, vuelve a Londres, no regresaré y estaré en sus malditos trabajos! — Espeté con un gran enojo acumulado, no me molesté en mirar quien era, porque estaba segura que era aquel hombre.

— Calmada — Una voz serena hizo que levantara mi vista y lo viera a los ojos, suspire apenada — ¿A quién le decías eso?

— Yo... Lo siento, es que fueron cosas que — Comencé a balbucear y el chico pasó a mi casa, asintió sin darllee importancia a lo que dije y me abrazó. — No esperaba tu visita.

— Perdón por no avisar, quería sorprenderte.

— Bien... ¿Quieres algo?

Negó soltandome y yendo hacia el sofá.

— Quiero que te arregles, te pongas más bella de lo que ya estás, porque está noche quiero llevarte a un buen lugar.

— Luke... No saldré contigo, mira, tengo que dejar muchas cosas en claro contigo — Hice una mueca y me puse frente a él con una postura demandante — En primera: Tienes novia y es mi mejor amiga, sería de muy mal gusto salir con el novio de mi mejor amiga. Segunda: No me siento ni un poco atraída hacia tí, nada. Tercero: Yo estoy saliendo con Ashton y de verdad lo quiero, no cometeré ninguna estupidez y arruinar lo más bonito que tengo, aparte de todo eso no te gusto, no me gustas ¿Entonces por que haces esto?

Se encogió de hombros y comenzó a soltar una pequeña carcajada.

— Te ves tan tierna así, tratando de intimidarme.

— Estoy hablando enserio, Hemmings, yo sólo te considero como un amigo, es más, como un conocido y ya.

— Y yo también estoy hablando enserio, Jennifer. Quiero que te pongas bella para salir — Me negué y le dí órdenes de que saliera de mi casa — Por favor

— Luke, ya te dije, no me gustas y no te gusto ¿Por qué demonios haces esto?

— Ok, llegó el momento de decirlo... Me atraes, pero igual ni me hago ilusiones porque estás con Ashton, yo con Clara y nada que ti quiera se dará, sólo quiero tener una buena conexión contigo si es que no se puede a más...

— No saldré contigo, vete ahora, enserio no quiero arruinar nada con Ashton y tampoco con Clara.

— Sólo una vez y ya, no pido mucho.

— Ya dije qu -

Mis palabras fueron cortadas por el sonido de llamada de mi celular, fuí a paso rápido hacia la cocina y lo tomé entre mis manos, "Ashy" era el nombre de contacto que me llamaba.

— Hola — Atendí con un tono dulce y de la otra línea me contestaba — ¿Hoy? ¿A qué hora? — Miraba a Luke atenta de sus acciones — Perfecto, entonces te veré allá más tarde, te quiero.

Colgué la llamada y volví a la sala de estar, Luke me miraba esperando una respuesta a lo que dije:

— Saldré con Ashton.

Asintió decepcionado y se levantó del sofá caminando hacia la salida. Antes de que saliera le llame y volteó a verme.

— Mañana, te veo en la playa temprano, sabes a que hora encontrarme y tal vez salga contigo.

Asintió eufórico y fue a donde estaba yo para darme un beso en la mejilla y susurrar un "gracias"