Todo su cuerpo dolía como retribución por sus acciones de los días previos. El palpitar de cabeza en sus orejas era casi ensordecedor, sus labios estaban secos y agrietados. Su garganta ardía con fiereza, pues había gritado hasta dejarla en carne viva al dormir.
Los ojos de Anastazya estaban cerrados con legañas, y se los frotó con los nudillos cubiertos de ampollas para ayudarla a abrirlos. Sus retinas fueron atacadas por las cegadoras luces fluorescentes, y su nariz aturdida por el olor a cloro e instrumentos esterilizados. En su estado de desorientación, la luz reflejada sobre los platos de acero inoxidable creaban hermosas figuras cristalinas en su línea de visión, desorientándola aun más. Estaba tendida en un incómodo catre, con sábanas de hospital hasta su barbilla. Quiso apoyarse sobre los codos, pero en vez de eso se quedó quieta cuando escuchó voces fuera de la habitación. Ana cerró los ojos de nuevo.
—¿Qué fue lo que se le metió? Hizo una masacre como una psicópata. Tiene suerte de que no muchas personas lo hayan visto, y que pudiéramos sobornarlos —murmuró Tony.
—Pietro está en su cuarto teniendo una crisis nerviosa. Cree que lo que le dijo fue lo que desató esta... crisis. Nunca he visto nada como esto, en especial no de parte de ella —replicó Natasha, sonando dudosa en su análisis, casi como si no quisiera creer que era verdad.
—Era como si no fuese ella misma... ¿Tal vez fue la Gema Mente tomando el control? Esta no es nuestra Anastazya —murmuró Steve.
—No lo sé. ¿Crees que mantenerla cautiva como está es la mejor opción? Estará mortificada cuando despierte —cuestionó Natasha.
—Sé que la lastimará, pero es por el bien del público. Y por su propio bien.
Ana se sintió paralizada, sus músculos endurecidos y los huesos congelados. Tras oírlos irse, se incorporó en la cama, sintiéndose nerviosa. La enjaularon como a un animal. Le tenían miedo. Ana siempre supo que era peligrosa, pero nunca pensó que llegaría a salírsele de las manos. Se estaba autodestruyendo.
¿Y dónde estaba Pietro? No a su lado como había prometido.
—Necesito salir —graznó para sí misma, con la voz rasposa por el desuso—. ¡Friday, déjame salir! —demandó Ana.
«No puedo hacerlo, señorita Dmitriev. Fueron las explícitas instrucciones del Sr. Stark de mantenerte capacitada hasta las siete en punto de esta noche, para un chequeo de rutina», respondió la voz robótica de Friday. Ana gruñó, frotándose el rostro con vigor.
—¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? —cuestionó Ana.
«Por aproximadamente 36 h y 47 min», contestó Friday.
Ana cerró los ojos por un breve momento, creando una lluvia de ideas acerca de cómo escapar del laboratorio y ir al cuarto de Pietro sin llamar mucho la atención. Entonces recordó una conversación que ella y Tony tuvieron en medio de la «Era de Ultrón», como patéticamente se había referido Clint.
«—Así que, ¿Friday es el nuevo Jarvis?
»—Ni cerca. Nadie reemplazará a Jarvis. Friday, en esencia, solo hace reconocimientos y comandos hasta que pueda mejorarla o arreglar a Jarvis. Pero ni se acerca a tener la capacidad intelectual que Jarvis tenía.
»—Pobre Jarvis. Que descanse en piezas.
»... No es gracioso.»
—¿Friday? ¿Podrías... repetir después de mí? —Anastazya ponderó, rezando en su cabeza para que su plan funcionara.
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Supremacy | Pietro Maximoff
Fanfic[Versión en español] Su-pre-ma-cí-a /supɾemaˈsia/ Sustantivo. El estado o condición de ser superior a todos los demás en autoridad, poder o estatus. «La supremacía del rey» Sinónimos: ascendencia. --- Secuela de Ascendancy. Esta historia no me perte...