Cherryvanilla [Nesscas - Earthbound/Mother]

Capítulo II

Ninten jaló rápidamente a Lucas hacia el interior de la cocina al ver que su primo volteó a mirar en su dirección.

—Eso estuvo cerca —dijo soltando un suspiro de alivio.

—... ¿Está diciendo que debo hacer algo... para él?

— Por favor, no me trates de "usted''. No te supero mucho en edad —rió levemente—. Y sí. Quiero ver si puedes sacarle una sonrisa a mi primo con tus habilidades. No es necesario que hagas algo del menú, solo haz tu especialidad.

—Mi especialidad...

—Por cierto, a él no le gustan las cosas demasiado dulces. Considéralo un dato —dijo levantando el pulgar—. Bueno, creo que iré yo mismo a tomar su orden.

—P-Pero, me tomará cerca de una hora terminarlo —habló asustado.

—No te preocupes, él es muy paciente. Esperará —. Dicho esto, Ninten salió de la cocina, yendo directamente hacia el chico de gorra.

Por un lado, Lucas quería correr, esconderse en una esquina y luego quedarse allí por el resto del día. Sin embargo, también quería ver la reacción del chico al probar su receta especial, la cara que pondría, las palabras que diría, todo. No sabía por qué, pero sentía la necesidad de sacarle una sonrisa, mucho más que al resto.

— ¡Hey, Ness! —exclamó el jefe de "Clematis".

*Ness... ¡qué nombre tan inusual!* pensó Lucas. Sonaba muy bien ante sus oídos, y las ganas de querer llamarlo directamente le sobraban. Habría estado un par de segundos soñando despierto hasta que cayó en cuenta de que el tiempo seguía corriendo y ya debía empezar. Para su suerte, la pastelería tenía una gran variedad de ingredientes, incluso buttermilk, un producto clave para que el bizcocho quedara esponjoso. Reunió todo lo que necesitaba y sacó su cuaderno de recetas oculto en su mochila. Todo tenía que salir perfectamente, y si quería que a Ness le gustara, debía trabajar con menos azúcar a la que acostumbraba usar en sus pasteles.

*

—Ninten —sonrió el chico de gorra—. ¿Cómo va el negocio?

—Bastante bien —dijo con las manos en la cintura—. Entonces, ¿qué vas a pedir?

—... ¿Tú tomarás mi orden?

—Para eso estoy aquí.

—Está bien. Quiero un...

—Especial de la casa. Ok, anotado —dijo mientras fingía escribir en una libreta.

— ¿Qué? Ninten, no tienen un especial de la casa —respondió confundido.

—Pues...ahora, sí —sonrió, dejando a Ness sin palabras mientras se dirigía a su oficina, no sin antes decirle que tendría que esperar por una hora más o menos. El chico de ojos amatista miró su reloj y se encogió de hombros. Siendo honesto, no le molestaba esperar, mucho menos si se trataba de algo como ''el especial de la casa'', cuyo nombre artístico no fue mencionado por su primo. Pensado esto, Ness sacó su yoyo de la mochila y se puso a jugar con él para pasar el rato.

*

—Ya está casi listo —habló un chico rubio—. Solo diez minutos más hasta que se enfríe.

—Huele muy bien —dijo Ninten entrando en la cocina—. ¿Qué es?

—Yo lo llamo Cherryvanilla, ya que se trata de un bizcocho de vainilla mezclado con trozos de cereza.

—Vaya —Ninten observó el dulce desde todos los ángulos posibles—. Luce muy bien, de seguro a Ness le encantará.

—...Prefiero esperar y ver... —respondió, bajando la mirada.

—Vamos, no seas negativo —sonrió—. De casualidad, ¿sabes hacer batidos?

—S-Sí, ¿por qué?

—Porque a mi primo le encanta el chocolate suizo...

Lucas no necesitó escuchar más. Sacó el helado del ya mencionado sabor, la leche y la crema chantillí del refrigerador, colocando los dos primeros ingredientes en la licuadora y revolviéndolos durante treinta segundos. Vertió la mezcla en un vaso grande de plástico, agregó la crema chantillí, cubriendo la orilla del recipiente y yendo en círculos hasta lograr una especie de cono para finalmente rayar un poco de chocolate de leche encima y colocar una cereza en la cúspide de éste.

— ¡Listo!... —dijo con una gran sonrisa mientras armaba el pedido de Ness—. ¿Podrías decirle... que esto va por mi cuenta, por favor? —preguntó jugando con sus dedos índices.

— ¡Claro, no hay problema! —. Ninten tomó la bandeja y salió en dirección a la mesa de su primo. Por otro lado, Lucas se asomó por la puerta para así ver la reacción del chico de la gorra. Esperaba de corazón que todo saliera bien.

*

—Traje tu pedido, primito.

—Gracias —contestó, observando el bizcocho frente a él—. Se ve muy dulce —. Ninten chasqueó con la lengua reiteradas veces.

—No, Ness, el chef se pondrá muy mal si dices eso. Primero, se prueba y después, se comenta.

— ¿El chef? —. Entonces, Ness fijó su vista inmediatamente hacia la puerta de la cocina, logrando ver un par de ojos azulados que se asomaban y no dejaban de mirarlo. Por supuesto, esto solo duró una fracción de segundos, ya que la persona había apartado la cabeza en el momento en que hizo contacto visual con él. *Qué lindos ojos tiene* pensó.

—Anda, ¿qué estás esperando? ¡Pruébalo! —sonrió Ninten al notar la situación.

Ness probó un bocado, masticó y saboreó. Inconscientemente había comenzado a sonreír, y luego de unos segundos transcurridos, su bizcocho ya había desaparecido. Dirigió su vista hacia la cocina nuevamente y sonrió de medio lado. *¡Estaba delicioso!* pensó.

*

Lucas, apenas compartió miradas con Ness, sintió que su corazón se saldría. Apartó rápidamente los ojos, adentrándose por completo en la cocina y quedando de espaldas a la puerta. Se quedó así unos segundos, y cuando ya había logrado calmarse, escuchó una voz que venía de las mesas.

—Jamás imaginé que comería algo tan delicioso —habló Ness—. No era ni demasiado dulce, ni demasiado amargo. Estaba en el punto perfecto, como si hubiera sido hecho para mí... —sonrió, pero después se dio cuenta de lo que dijo—. Oh, eso no sonó muy bien. Solo lo hizo y ya... —dijo cabizbajo mientras reía nervioso.

—Nada de eso. Lo hizo a tu gusto, primito.

— ¿Qué? —preguntó, mirando a Ninten de inmediato

—Sí, le dije que no te gustaban mucho las cosas dulces, y se basó en eso para hacer algo que se adaptara a tu gusto —. El rostro de Ness no podía ser otro más que de asombro—. Además, te hizo un batido de chocolate suizo y ni siquiera le has dado un sorbo —dijo mientras exageraba dolor por Lucas.

—... —. Apenas escuchó eso, probó rápidamente su batido, y Ninten tenía razón. Era chocolate suizo, su favorito, ¡y encima estaba bueno! Asumió que su primo también le había comentado eso al chef—. Está en la cocina ¿no? Quiero hablarle.