Capítulo 3: prometida.
—¿entonces tu eres hija de Jennifer?
—la media hermana de Haytham, así es— asintió la castaña sonriendo. —pero nuestro tío nos trajo aquí desde Inglaterra.
—¿por qué?— preguntó el joven mientras la mirada, está suspiró profundo y negó a la vez que pasaba sus manos por su cabello acomodando un mechón del mismo.
—es común que a las niñas las obliguen a contraer matrimonio, por lo que pienso, seguramente quiera que alguien pida mi mano o quien sabe si ya ha de estar arreglado— hizo una pausa y bajo la mirada, vió el carruaje y luego a él. —ya debo volver con mis hermanas Connor, espero que nos veamos pronto, es lindo saber que tengo mas familia aquí.
—al menos dime en donde encontrarlas— el chico la miró y ella sonrió levemente.
—sigue este camino hasta una cabaña lejana a la ciudad, es allí donde estamos las tres. Mañana llegará la servidumbre y puedo asegurar que los guardias que cuidarán la casa en la noche, mi tío pretende cuidarnos a su manera— la pequeña sonrió y hizo una reverencia, el extrañado hizo lo mismo, la risita de Ginger se escuchó por lo bajo y el rasco su nuca.
—¿he hecho algo mal?
—cuando la dama hace una reverencia solo agacha levemente la cabeza, eso hará entender a la otra persona que puede retirarse— le explico y el asintió entendiendo lo que la pequeña le decía. —ya me retiró, gusto en verte
—igual..mente.
Respondió el chico entrecortadamente al ver a la pequeña salir corriendo a la carroza, este dio una última vista y luego miró a su alrededor, era tiempo de volver con Achilles.
Pasaron unos meses, meses en los que Ginger y las niñas solían escaparse de la cabaña para encontrarse con su primo Connor en las afueras, por los bosques, allí es donde armaban carpas con sábanas y se quedaban hasta que amaneciera.
—es genial que te estés preparando como asesino; mi madre me ha hablado mucho de ellos, me ha contado cosas de mi abuelo, bueno, el usaba tanto a los templarios como asesinos para beneficiarse a sí mismo, cosas de piratas— soltó Faith mientras miraba como Connor hacia sombras con sus manos.
—he aprendido muchas cosas en estos tiempos— aclaró el moreno y las miró.
—deberías enseñarnos, por cómo van las cosas, he de pensar que un poco de defensa propia no nos vendría nada mal— soltó Ginger haciendo reír a su hermanas.
—prometo enseñarles cuando me considere un asesino.
—y Ginger podría enseñarte un poco de modales ¿no lo crees hermana?— Prue sonrió mirando a la mayor, esta sonrió.
—Pues claro, aún que ya tiene media enseñanza hecha, ha mejorado bastante en cuanto a nosotras al menos— la pequeña se paro y sonrió, camino hacia Connor y hizo una reverencia, este se levantó y sonrió tomando su mano y besando la misma.
—aprendió rápido— Faith celebró sonriente. Ginger soltó una risita y volvió a su lugar,
—oh ya esta amaneciendo— aclaro Prue para mirar a sus hermana, estas se levantaron y salieron fuera de la carpa que habían hecho.
—es hora de volver a casa.
—así es, debemos dormir— Ginger comenzó a descolgar las cosas de las ramas de los arboles con ayuda de Connor y juntaron las cosas, una vez que tuvieron todo volvieron a la cabaña con cuidado intentando que ningún guardia las viera, subieron por una escalera y entraron a la habitación de Faith. Se despidieron de Connor por la ventana y comenzaron a acomodar las cosas para luego Prue y Ginger ir a sus habitaciones.
Ginger se acostó en su cama y cerro sus ojos para así dormir aun que sea un rato antes de que Haytham hiciera acto de presencia en la cabaña. Lamentablemente su sueño quedó fruncido debido a que al poco tiempo de quedarse dormida, una sirvienta la despertó.
—señorita Ginger, su tío esta aquí— Habló la mujer a lo que la pequeña se sentó en la cama con sus ojos pesados y cuerpo agitado. Se levantó con pesadez y una sirvienta mas entro para así ayudar a la pequeña a cambiarse.
—señorita, ¿por qué su camisón tiene manchas de tierra?— preguntó la segunda mujer que la ayudaba, Ginger la miró y pensó en que decir.
—ha de ser de cuando salí al patio en la noche— se excusó y sonrió levemente, la criada levantó una ceja y decidió no preguntar ni insistir, las pequeñas bajaron hacia la sala donde estaba su tío junto a un hombre más.
—ahí están mis hermosas sobrinas— clamó Haytham y se acercó a las tres. —niñas, quiero que conozcan a un conocido, por no decir amigo.
El hombre se acercó, sus cabellos eran oscuros, de ojos claros y vestía de negro. Las pequeñas lo miraron extrañadas.
—el es Charles lee— lo presentó, este sonrió, las niñas hicieron una reverencia. —está aquí por qué ha querido conocer a su hermosa prometida.
—¿prometida?— susurra Ginger a lo que las demás se miraron.
—así es señorita Ginger, usted, es mí prometida, eso quiere decir que la haré mi esposa— Faith cubrió su boca y Prue miró hacia Ginger. —no se preocupe, le daré su tiempo para que se acomode y pueda aclarar sus ideas, debe de ser muy complicado para usted y sus hermanas llegar a Boston y enterarse de esto.
La pequeña trago en seco y lo miró, esa se suponía que iba a ser su vida. Era pequeña y no estaba lista, menos para casarse con alguien que sabría nunca podría amar, menos al saber que debía de ser obligada. Cerró sus ojos y unas lagrimas cayeron por sus mejillas.
—oh— Haytham se acercó y ase agacho hacia ella, secando sus lagrimas. —estoy seguro de que podrás superarlo, tendrás todo lo que quieras pequeña.
Las palabras de Haytham no ayudaron a que la situación se recomponga, la pequeña solo pudo cerrar más los ojos al sentir la mano de Charles en su hombro y luego acariciar su cabello.
—te trataré bien, pequeña. Serás la más afortunada de toda Inglaterra y mas
Faith y Prue guardaban silencio mientras estas tomaban sus manos y bajaban sus cabezas.
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Secretos || Connor kenway
أدب الهواةInglaterra de los años setenta, Haytham se había enterado de las hijas de su media hermana Jennifer. Nada bueno podría venir de ese hombre, de ese templario. Los esfuerzos de Jenni para ocultar a sus hijas de el fueron en vano. Las había encontrad...