1789
—¡Lizzy!¡ven vamos!— la jalaba su hermana menor Io:nhiòte para que la mayor siguiera sus pasos, está reían mientras la castaña tironeaba de allá. —deja de reír, es importante.
—la última vez dijiste eso y nos quedamos viendo una rana saltar por horas— se quejó la mayor mientras se soltaba y cruzaba sus brazos, Lizbeth ahora tenía quince años recién cumplidos un mes atrás. —¿qué cosa extraña has visto ahora?
—tu solo sígueme— exclamo la menor mientras sonreía y guiaba a su hermana. Está resignada asintióiemtras caminaba en silencio, noto como Io:nhiòte se agachaba a lo que ella hizo lo mismo, extrañada observo hacia delante.—papá se sentirá orgulloso si logramos casar ese oso.
—creo que es peligroso y que hay que volver a la aldea, recuerda que no hay que alejarse mucho— susurro Lizbeth mientras observaba al gigante pardo que tenía adelante, tomó el hombro de su hermana alejándola.
—pero...
—papá se sentirá orgulloso de nosotras siempre Io:nhiòte, no hay que llevarle un oso enorme para que así sea...recuerda que vivimos con la naturaleza también hermana— le respondió la mayor mientras se levantaba y caminaba, la pequeña frunció el ceño levantándose de mala gana.
—¡pues si tú no me ayudas lo haré sola!— apenas termino de decir estas palabras Io:nhiòte corrió hacia el oso y así sacar su lanza, esto alarmó a la bestia quien soltó un gruñido al sentir el filo contra su piel. Lizbeth la observo y rápidamente desenfundó su arco tomando sus flechas luego, tomó una y apuntó hacia el oso, dejó que una flecha vaya justo al lomo de la criatura, está soltó un fuerte gruñido y corrió hacia Lizbeth.
Sonrió al ver que el oso iba tras ella, ató una cuerda a su cintura y la pasó por una rama del árbol, cuando el oso estuvo cerca, ella tomó el otro extremo de la soga comenzando a trepar con la misma, el oso por su parte chocó con el árbol.
—¡esa es mi hermana!— exclamó Io:nhiòte, pero esto llamó la atención del oso. —oh..no..— susurro y comenzó a correr siendo seguida por la criatura, Lizbeth negó, suspiró con una risita. Se puso de pie y saltando por las ramas siguió el camino de su hermana quien estaba siendo perseguida por el oso. Noto que al final se veía la cascada.
—oh oh...— susurro. Io:nhiòte había comenzado a correr por la parte baja del Río, lo cual fue una mala idea puesto que al poco tiempo se resbaló y cayó cuesta abajo. Lizbeth apresuró su paso, al llegar al final de una rama hizo el salto de fe, tomó sus sogas anteriores, con el extremo en el cual tenía filo lo arrojó hacia una de las ramas que se asomaban. Cayó al agua tomó a su hermana acercándola a ella.
—Lizzy— la abrazó la menor, la castaña sonrió y se acercó a la orilla, ahí la dejó descansar mientras ella soltaba la cuerda, la observo.
—¿que te parece volver a la aldea?
—me parece una gran idea— sonrió esta y tomó la mano de su hermana mayor, perdieron al oso y volvieron a la aldea, Ginger las observo llegar, extrañada se acercó a ellas.
—¿niñas? ¿Que les pasó?
—solo un problema de...osos— sonrió Lizbeth mientras acariciaba los cabellos de su hermana con ternura. Ginger llevó sus manos a su cintura y sonrió tiernamente mirándolas.
—por cierto Lizzy, hay algo de lo que tenemos que hablar, es sobre tu futuro— la pelirroja tomó su manos a lo que Lizbeth asintió lentamente. Observo a su hermana y camino junto con su madre. —sabes que con tu padre estudiemos hablando sobre tu educación, y tus entrenamientos como asesina.
—si madre, lo se ¿que ha pasado?— pregunto extrañada la menor mientras caminaba con ella, las manos de la mayor pasaron por sus cabellos.
—no podremos mandarte a Inglaterra, tu tía Prue me mando una esquela, en cambio irás a Francia y te quedarás con la tía Faith allí por un tiempo— le explico Ginger.
—¿Francia?— susurró mientras miraba hacia ella y luego hacia adelante, sus ojos se cerraron levemente pero asintió, si ella quería realmente ser asesina debía hacerle caso a su padre y madre. —bien, iré.
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Continúa la historia en "Assassins creed: revolution"
P•R•O•X•I•M•A•M•E•N•T•E
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Secretos || Connor kenway
FanficInglaterra de los años setenta, Haytham se había enterado de las hijas de su media hermana Jennifer. Nada bueno podría venir de ese hombre, de ese templario. Los esfuerzos de Jenni para ocultar a sus hijas de el fueron en vano. Las había encontrad...