Capítulo 8

85 12 0
                                    

Celeste

—¿Y, qué paso? —Preguntó Lyla.

Suspire, la cita había salido como esperaba realmente, era apenas las 6:48 AM y aún había alumnos con caras somnolientas.

—Sólo fue una charla muy corta porque él me ignoraba.

—¿Ignorar, qué no Harold era el ser más atento del mundo? —Preguntó Enrique.

—Ya no me digas nada —Dije y mi cara fue de tristeza.

Lyla miró a Enrique con preocupación.

—Ah, y mencionó que me veía hermosa, además me encontré con Alan y con él tuve mi "cita —Dije.

Lyla iba a decir algo pero alguien hablo antes.

—Ya deberían estar en clase —Dijo una voz con un tono superior.

Yo volteé y vi a Miranda, pero lo sorprendente es que, su cabello ya no era rubio (Teñido, por supuesto), sino azabache, y ahora también era envidiablemente lacio, como si lo tocarás y pasarán tus dedos sin ninguna dificultad de que el cabello este enmarañado.

—Lo sé, están deslumbrados por mi nuevo look, el rubio, ¡pff!, paso de moda, ahora la moda es el azabache, además, me queda genial —Dijo moviendo a un lado su cabello en un movimiento rápido, cómo si fuera una actriz o modelo.

—Ajá, pero una cosa, no eres ningún docente para obligarnos a ir a nuestro salón y, además, aún falta para que empiecen las clases —Dije, sonreí internamente por haber callado a Miranda, hasta qué...

—Por si no lo sabes, soy del comité de alumnos así que... Sí, tengo el poder de mandarte a tus clases, ¡ahora! —Me exigió Miranda.

—Pues no te voy a poner atención —Dije, dando una sonrisa.

🐼

—¡Esto es ridículo, no me pueden mandar a la dirección sólo porque no le hice caso a Miranda! —Dije algo indignada.

—Si me permite directora, ya eran más de las siete AM y ya era hora de que ella fuera a su clase —Se defendió Miranda.

—¡Eso no es cierto directora, eran las seis cincuenta AM máximo! —Ahora me defendí.

La directora Paulina suspiró con pesadez.

—Chicas, ya les dije varias veces que no se metan en problemas pequeños porque después lo harían grandes... Miranda, no debiste mandar a Celeste a la dirección sólo porque no fue a clases antes de las siete —Espetó la directora Paulina.

Yo sonreí mientras la veía, mientras Miranda volteaba la mirada, molesta aparentemente

—Y tú Celeste, debiste hacerle caso a Miranda, lamento decirlo de esta forma pero ella tiene un poco más de poder que tú por ser del comité de alumnos —La directora nos dio una paleta a cada una.

Miranda sonrió triunfalmente, yo sólo miré a otro lugar, ahora sí Miranda me haría la vida imposible.

Al concluir la conversación Miranda y yo salimos de la dirección.

—Ni creas que por ser del comité de alumnos dejaré que me hagas la vida imposible —Expresé.

—No, no te preocupes, no te haré la vida imposible -Dijo y luego sonrió.

Yo la miré extrañada de su comportamiento.

—... Haré tu vida hecho pedazos —Dijo y luego se fue.

Los Tres Amores De Celeste ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora