Capítulo 12

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¡Hace mucho frío!.

El bosque en la mañana es como estar en el polo norte.

¡Uff, maldigo a Alan por despertarnos a esta hora!.

Nos despertó a las seis y con el frío, todos tuvimos un aseo antes de irnos, por supuesto.

—Celeste, camina, pareces un oso perezoso —Dijo Alan caminando a lado mío.

Los demás estaban adelante.

Me extrañó porque Alan debería estar allá, con ellos, pero no me importaba tanto.

—¿Es en serio? Nos has despertado a las seis de la mañana —Dije cerrando los ojos con la sensación de que si lo hacía podría dormir sin que me molestaran.

—Deja de caminar con los ojos cerrados, es peligroso, podrías caerte con alguna de las rocas que hay —Regañó Alan.

Yo abrí los ojos de nuevo y hice un mohín, aunque tenía razón.

—¿No podíamos simplemente quedarnos a dormir? —Pregunté.

—No seas perezosa, además es parte del programa.

Volteé a mirarlo y me entró una duda.

—¿Tienes tatuajes? —Pregunté.

Él me miró como si la pregunta que le hice fuera la más estúpida.

—No, ¿por qué me preguntas eso?.

—Bueno... Es que eres rubio y...

—Y lo leíste en alguna de tus novelas clichés de Wattpad, ¿no?.

—... Sí.

—Eres sólo una niña con estereotipos Celeste, no sabes nada acerca de la vida realmente —Alan rió después de decir eso.

—¿Y tú, que sabes acerca de la vida?.

—Más cosas que tú, por supuesto.

—Eso no es una respuesta.

—Al menos no creo que las personas rubias deben tener tatuajes, lo que ahora me pregunto es, ¿qué cliché quieres en tu vida? —Alan siguió riendo.

Este chico si que me hace enojar, pero es muy lindo como para odiarlo.

—Un triángulo amoroso me gustaría, gracias.

—Ya lo tienes, ¿no? —Preguntó.

—Claro que no —Dije sonriendo, ni tengo ningún triángulo amoroso .

—¿Ah, no? ¿Y Eva, Harold y tú no son ese triángulo amoroso que tanto deseas?.

—¡Eso no es... —Como siempre, Alan me interrumpió

—No me puedes decir que no por dios, te vi con Harold teniendo una cita, y después tú y yo hablamos —Dijo de manera molesta.

—Claro, ahora haz una escena de celos —Rodé los ojos

—¿Qué? Sueñas niña, a mí nunca me gustaría alguien tan infantil como tú.

Me gustaría decir que no me dolió.

—... ¡Chicos, llegamos! —Gritó Alan y se acercó a nuestro equipo, dejándome sola.

Ya estaban varios equipos siendo nombrados.

Me acerqué a mi equipo.

—Lo que debemos hacer primero es nombrar a alguno de nosotros líder, obviamente yo seré su líder —Dijo Miranda.

Los Tres Amores De Celeste ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora