Gives me hope. (Diall)

Capitulo 9.

Para cuando la profesora volvió a entrar al curso, seguido de los tres chicos, había un gran revuelo de chicos hablando, o gritando mejor dicho. Después de hacer que se callaran habló. 

- Haremos unos pequeños cambios de lugares. Lovato cámbiate al lugar de James. - hablo y Demi realmente no quería hacerlo. - Vamos, para hoy- hablo viendo que ella no quería moverse.

Cuando Demi finalmente se sentó en el lugar que se le había asignado, la profesora continuó cambiando de lugar a sus otros compañeros. 

Niall la miraba por el rabillo de su ojo, viendo si podía hablarle. Si ella le contestaría o si iba a quedar como un tonto.

Viendo que todavía quedaba bastantes alumnos que acomodar decidió hablarle.

- Te cuesta mucho ésta materia? - le preguntó. Aunque la respuesta era bastante obvia dando por hecho que estaba a punto de suspender esa materia.

- Bastante. - le contestó ella, mirando al frente.

Esa fue toda su charla, hasta que la profesora volvió a hablar.

- Aquellos que saben que les cuesta ésta materia, están sentados con alguien que no les cuesta tanto. Salvo algún que otro, que no hay posibilidad de salvar la materia y está sentada con alguien de su mismo problema. A partir de hoy, y lo que queda del año, el que está sentado con ustedes serán sus tutores. Y no quiero quejar al respecto. - aclaró, viendo que algunos empezaban a reclamar.

Demi miró a su lado, y rogó por qué Niall ya no tuviera posibilidad de salvar la materia, lo que querría decir que no tendría que estudiar con él. 

- Y... como te va a vos en ésta materia? - preguntó ella, para ver si tendría o no que estudiar con él.

Niall se sorprendió al oírla hablar. Es decir, ella le hablaba, pero siempre respondiendo a algo que hubiera dicho él antes.

- Bastante bien- respondió él sonriendo, a pesar de que ella no lo estaba mirando.

**

Apenas sonó el timbre, Demi guardó sus cosas rápidamente y se dirigió a la cafetería. No era como si tuviera mucho hambre, pero quería salir de ese salón y no sabía a donde ir.

Ya con su bandeja con una hamburguesa y un refresco, se dirigió a su habitual mesa.

Se alegró de no haber visto a Niall entrar, pero mas se alegró de ver que la mayoría de sus compañeros estaban ocupadas haciendo quien-sabe-qué, por lo que la cafetería no estaba tan llena, y no había nadie que quisiera humillarla.

**

Niall vio a Demi levantarse apresurada de su asiento, y se preguntó por qué no lo dejaba acercarse a ella.

Estaba dispuesto a seguirla a la cafetería, cuando uno de sus compañeros lo llamó.

- Hey Horan! -le gritó al ver que él se estaba yendo. Al ver que él no siguió caminando, habló- Necesito que me ayudes con algo.

- Claro, lo que quieras. - al no acordarse de su apellido, muchos menos de su nombre, decidió dejarlo así.

El ayudar con algo terminó siendo llevar unos libros desde la biblioteca hasta el aula que le tocaba en la otra hora, por lo que no pudo ir a ver a Demi, aunque el estaba seguro de que ella no quería hablarle, pero igual él quería intentarlo.

Ya terminado el horario escolar, ambos chicos se dirigían a sus casas.

Niall iba caminando, tratando de tardar lo mas posible, y rogando porque su madre haya vuelto de la casa de su abuela.

Demi, en cambio, iba en autobús, pensando en lo agradecida que estaba del torneo de Basquet que había en el gimnasio, razón por la cual sus compañeros no estaban en la cafetería.

Y también pensaba en donde había estado Niall en la hora del almuerzo. No es como si ella lo quisiera detrás todo el tiempo, pero el chico siempre estaba en la cafetería en la hora del almuerzo.

Ya en su casa, Niall se alegró de no ver a su padre en el sillón. Por lo que se dirigió a la cocina, encontrándose con su madre y sus dos hermanitos.

- Hey, Los extrañe! -les dijo sinceramente. - Como se lo pasaron en lo de la abuela?

- Bien, no sabes, la abu nos dio regalos y todo. Nos mandó uno para ti- habló emocionada su pequeña hermana.

Su madre se acercó a darle un abrazo, y luego siguió cocinando el almuerzo.

Estuvieron toda la tarde los cuatro hablando de lo que había pasado en esos cinco días que su mamá se había ido a pasar unos días con su abuela, y él al no querer ver a sus primos, no había ido.

Le habló de mas o menos todo, menos de el hecho de que su padre había vuelto a golpearlo sin razón. Aunque él sabia que si su madre lo supiera no diría nada.

Le tenia mucho respeto al hombre, y él no lo entendía. Pero a pesar de todo era su madre, la que le trajo la vida, y no podía tenerle rencor. No a ella.