Don't Fall In Love » Seventeen

Capítulo 9

Los días que siguieron al incidente del aseo, Min siempre los recordaría como unos de los peores de toda su vida. Cada mañana al llegar al traspasar la puerta de entrada al edificio de Pledis Entertainment sentía como la sombra del miedo se cernía sobre ella.

Aunque trataba de actuar con normalidad, cada día le era un poco más difícil lidiar con toda aquella situación, pues nuevas notas aparecían día tras día en su escritorio. No podía entender cómo esa persona estaba enterada de todos sus movimientos, por lo que comenzó a pensar que alguien dentro de la empresa le estaba proporcionando la información a esa desequilibrada.

Aún así, cada día acudía religiosamente a su puesto de trabajo y trataba de concentrarse lo máximo posible para así evadirse del tema mientras estuviese dentro de la empresa.

Pero aquellos días no fueron duros tan solo para ella, Seungcheol era incapaz de sacarse todo lo sucedido de la cabeza. Aunque al igual que ella, trataba de actuar con normalidad frente a los miembros, estaba mucho más callado que de costumbre, apenas se reía e incluso le costaba dormir. A menudo mandaba mensajes a la morena, aunque solo fuese para contarle lo que había visto en una tienda mientras paseaba. Ella era lo único que le hacía volver a la normalidad. Cuando estaba a su lado todos aquellos pensamientos problemáticos desaparecían, estando con ella hallaba la tranquilidad que tanto necesitaba porque la veía bien, a salvo, por que él la protegería de todo.

Min, al igual que él, estaba deseando verle para cobijarse entre sus brazos, en ellos todo se veía de otro color e incluso sentía que respirar le era más sencillo.

Ambos habían sido siempre cariñosos el uno con el otro, pero después de lo ocurrido lo eran aún más. Era como si aquel problema en lugar de alejarlos, los hubiese acercado de forma inexplicable. Cuando estaban juntos todo era perfecto.

Aunque de vez en cuando la oscuridad se cernía sobre ellos. Una de las innumerables noches en las que ambos yacían en la cama del apartamento de la morena, esta incapaz de conciliar el sueño se dedicó a deleitarse viéndole dormir y de un momento a otro un terrible miedo la invadió. Era verdad que ambos estaban luchando por lo que tenían juntos, que ella estaba aguantando todo por aquel amor, pero ¿Y si finalmente todo aquello no era suficiente? ¿Y si por alguna razón algo les terminaba alejando? ¿Y si le perdía?

Su corazón se aceleró hasta tal punto que tuvo que levantarse de la cama y dirigirse al salón, donde se dejó caer en el sofá sin poder evitar que unas dolorosas lágrimas y sollozos se escapasen de ella.

Seungcheol, que aún no se había quedado profundamente dormido escuchó aquellos extraños ruidos y al darse cuenta que ella no estaba a su lado se levantó algo adormilado, pero al verla de aquella forma, tan derrotada, sintió que algo se rompía en su interior.

— Eh eh eh ¿Qué pasa? — Corrió hacia ella y la estrechó entre sus brazos con fuerza y aquello provocó que los sollozos de la morena fuesen aún más fuertes. — Tranquila... — Susurró el moreno acariciando suavemente su cabello.

Los minutos pasaron y poco a poco Min fue recuperando la compostura, de nuevo aquellos brazos volvían a recomponerla.

— Lo siento — Musitó ella alejándose un poco de él con las mejillas y los ojos irritados por el llanto. Con suavidad el moreno secó las lágrimas de sus mejillas y le dedicó una tierna sonrisa que hizo que el corazón de la morena se calentase.

— ¿Has tenido una pesadilla? — Ella negó con la cabeza y él le apartó el pelo de la cara con suavidad — ¿Entonces?

— Tenía miedo... — Min apartó la mirada de la del chico, pero este la agarró de la barbilla e hizo que le mirase de nuevo.