Min abrió los ojos lentamente, mientras que estos se habituaban a la iluminación de la habitación. Se estiró suavemente y notó cómo su cuerpo entumecido y algo resentido de la noche anterior, le pedía que parase de hacerlo. Se giró despacio tratando de no mover bruscamente el colchón y sonrió aún algo adormilada. Seungcheol aún dormía profundamente a su lado.
Nunca había sido una persona con mal despertar, así que despertarse de buen humor no era nuevo en ella, pero no se podía imaginar que sería tan feliz con tan solo ver el rostro del moreno al despertarse.
Se acurrucó bajo las sábanas e invirtió unos minutos en observarle detenidamente, quería grabar su rostro de aquella forma en su mente, sus mejillas, sus labios carnosos entreabiertos, su pelo alborotado sobre su frente. Era simplemente perfecto y si no hubiese sido porque no sabía dónde estaba su teléfono móvil, le hubiese hecho una foto para ponerla en su fondo de pantalla.
Los minutos pasaron y sintió la necesidad de levantarse de la cama, así que lo hizo despacio para no molestarle, mientras se dirigía al baño para asearse, quitarse correctamente el maquillaje y ponerse un pantalón de chándal acompañado con un amplia sudadera. Después se dirigió al salón para recoger el resultado del idilio nocturno y una vez que todo estuvo en su lugar, se percató de que su estómago rugía hambriento. Se encaminó hacia la cocina, donde comenzó a preparar Tobokkie, arroz y algo de kimchi. Estaba segura que el moreno estaría muerto de hambre y por alguna razón le hacía ilusión prepararle el desayuno. Mientras lo hacía no pudo evitar percatarse del sonido que producía el teléfono de Seungcheol, vibrando sobre el sofá, dentro de su chaqueta.
Cuando el moreno se despertó, tardó unos segundos en abrir los ojos mientras tanteaba el colchón en busca de la morena. Una sensación de enfado infantil, ya conocida para él le invadió y se levantó de la cama adormilado, llevando sobre su cuerpo solamente aquellos boxer negros.
Tras pasar un momento al servicio y asearse, se dirigió al salón en busca de Min, que estaba terminando de cocinar. Se acercó por la espalda y la abrazó suavemente, hundiendo su rostro en el cuello de la morena.
— ¡Ay! — Se sobresaltó — Pensaba que seguías durmiendo, buenos días — se giró suavemente y depositó un delicado beso sobre la mejilla del chico.
— Por qué siempre te tienes que levantar antes, yo quiero despertarme y verte a mi lado y abrazarte y nunca me dejas... — Susurró este adormilado, apretando suavemente un poco más a la morena junto a él. Ella sonrió con ternura, derritiéndose ante su forma cariñosa de actuar.
— Porque eres un dormilón — Él resopló — Mira, te estoy preparando algo, espero que te guste. — Seungcheol prácticamente comenzó a salivar al percatarse de la comida.
— A este paso no voy a querer irme de tu casa nunca.
— No lo hagas — Susurró ella girándose un poco dándole un tierno beso en los labios. Fue entonces cuando se percató que el chico iba en ropa interior. — Pero qué haces, te vas a resfriar...
— No me apetece ponerme el traje es incómodo — Se quejó él.
— Exhibicionista.
— Bien que te gusta... — Min fue a abrir la boca para replicar pero no pudo, porque mentir no era su punto fuerte. El moreno se río cerca de su oído al ver su reacción y para ella aquel sonido fue una de las cosas más bonitas que había escuchado en su vida.
— Idiota... déjame, creo que tengo un albornoz que te puede valer — Apagó el fuego para dejar reposar un poco la comida y avanzó hacia su habitación con el moreno pegado como una lapa tras ella. Poco después encontró la prenda y se la dio al chico que sonrió ante el agradable tacto de esta.
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Don't Fall In Love » Seventeen
Romantizm"Enamorarse no era la mejor opción, aunque quisieron resistirse, les fue imposible y para cuando pudieron darse cuenta sus mundos estaban sumidos en el caos." Puedes encontrar la segunda parte de la historia en mi perfil, llamada "Something Unexpect...