Capítulo 7

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Aquella helada tarde para el resto del mundo, se convirtió en una de las más reconfortantes y cálidas para ambos. Habían disfrutado apaciblemente no solo de aquella grandiosa comida a la que amablemente Seungcheol insistió en invitarla, si no que además disfrutaron como dos adolescentes la película de superhéroes que vieron en el cine, mientras compartían palomitas, dados de la mano de forma tierna.

Min sintió como su corazón quería explotar de felicidad. Desde hacía mucho tiempo no había vuelto a sentirse así con alguien y aquello la asustaba a la vez que la hacía estúpidamente feliz, provocando que de su rostro no desapareciese en ningún momento una amplia sonrisa.

Seungcheol con la mirada fija en la oscura carretera disfrutaba de la atmósfera que se había generado dentro del coche. La suave melodía de las canciones de la radio se mezclaba con el suave calor que desprendía la calefacción del vehículo mientras que Min tarareaba la melodía de la canción que sonaba en aquel momento.

El moreno la miró de reojo y sonrió, hacía demasiados años que no sentía aquel tipo de paz en su interior, aquella serenidad que ella le transmitía. Era como si fuese capaz de borrar todas sus preocupaciones, su cansancio y tan solo dejase espacio en su interior para la más absoluta y pura felicidad cuando estaba a su lado.

Cuando el moreno estacionó el vehículo, Min le miró un poco desconcertada. Habían quedado en que irían a su casa, pero en cambio se había detenido en un lugar que no fue capaz de reconocer hasta que se bajó del coche, el río Han.

— Vamos — Insistió el moreno con una media sonrisa ladeada en el rostro y ella no dudó en hacerle caso. Cuando cerró la puerta del coche comenzó a colocarse de nuevo el abrigo para que la tapase lo máximo posible las piernas, que con total seguridad iba a perder a causa del frío, mientras se acercaba al moreno que de inmediato le agarró la mano y comenzó a caminar en dirección a las escaleras casi desiertas, situadas al ras del agua.

Seungcheol avanzó hasta ellas y cuando finalmente estuvo allí se sentó en uno de los escalones, guiándo después a la morena para que hiciese lo mismo, tan solo que este la colocó entre sus piernas, de tal manera que pudiese abrazarla. Min se acurrucó entre los muslos del chico y apoyó la cabeza en su pecho mientras su mirada se perdía en la oscuridad brillante del agua.

El moreno, sin que ella se diese cuenta se quitó la mascarilla y la bufanda que la chica le había puesto al cuello, poniéndola sobre las piernas de esta, que tiritaban involuntariamente a causa del frío.

Min sonrió gratamente al notar el calor de la tela sobre su piel y se giró lo suficiente como para mirarle, dándose cuenta entonces que no llevaba puesta la mascarilla.

— ¿Y tu mascarilla? — Preguntó inocentemente, pensando que la había perdido.

— La tengo guardada — La morena iba a decir algo pero este enseguida la cortó — Y no me digas que me la ponga. Me apetece estar así, como una persona normal, sin tener que esconderme — Rodeó con un poco más de fuerza los hombros de la morena y apoyó su barbilla en el cuello de esta — Quiero estar aquí contigo como Seungcheol, no como un idol que tiene que ocultarse. — Aunque le preocupaba que pudiesen verlos, Min no replicó. En cambio, se giró un poco y depositó un suave beso sobre la mejilla del chico, que sonrió levemente.

— ¿Sueles venir mucho aquí? — Preguntó ella volviendo a mirar al frente, deleitándose con los destellos de las luces de la ciudad sobre las oscuras aguas del río.

— Si, cuando quiero estar solo y pensar... me ayuda a encontrarme a mí mismo — Murmuró él.

— ¿Y ahora te sientes así? — Inquirió ella temiendo que bajo aquella apariencia feliz y tranquila que le estaba mostrando, se escondiesen miedos y preocupaciones que le hicieran sentirse perdido.

Don't Fall In Love » SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora