Durante los siguientes días el trabajo como pseudo-secretaria se intensificó tanto que Min apenas tenía tiempo para comer. El CEO había decidido organizar una cena de empresa que terminaría en una fiesta por todo lo alto. En condiciones normales y en su antiguo puesto de trabajo la morena estaría animada esperando a que ese día llegase, pero ahora que ella tenía que hacer llamadas y papeleos entre otras muchas cosas, no le hacía tanta ilusión.
En esos días tan estresantes lo que menos necesitaba es que cierto moreno la molestase, así que cada vez que le veía aparecer por las oficinas, Min se escondía en su escritorio para que él no la viera y así poder evitar cualquier contacto molesto que fuese a entorpecer su trabajo. Por la forma en la que se había comportado Seungcheol, algo le decía que si se cruzaban iba a querer molestarla de nuevo y ella no podía prometer que guardaría la compostura si aquello llegaba a ocurrir.
Era bien entrada la tarde, el día se había oscurecido, las oficinas estaban desiertas y oscuras, excepto por el flexo encendido en el escritorio de Min. Esta había querido cerrar la lista de asistentes a la fiesta aquella misma tarde para dejarlo completamente cerrado antes de pasar a otra de sus tareas.
Entró al despacho del vicepresidente abstraída en los documentos que tenía entre sus manos, fue hasta la montaña de papeles que este tenía en el escritorio y buscó el listado que le faltaba. Entonces escuchó el sonido de alguien moviéndose en el sofá del despacho.
Min se giró despacio, asustada porque hubiese jurado que tan solo ella estaba ahora mismo en aquella planta.
— Puff — Gruñó ella en cuanto vió a Seungcheol tumbado en el sofá jugando con su teléfono móvil. ¿A caso no tenía otro lugar al que ir a relajarse que a ese despacho?
Min agarró los documentos y salió del despacho con rapidez. Dejando los listados en su escritorio y tomando asiento. Comenzó a contrastar el listado del vicepresidente con el que ella tenía en su ordenador. Y al leer cierto nombre notó como su ceja se elevaba como si tuviese vida propia.
— Esto tiene que ser una broma, no le podía tocar a otra este listado, no, me tenía que tocar a mi — Se quejó la morena, mientras dibujaba un demonio en un Post-It y lo pegaba en la pantalla del ordenador sobre el nombre de Choi Seungcheol.
Siguió contrastando el listado con cuidado de no transpapelar ningún nombre.
— ¿Tenemos un demonio en la empresa? — Min gritó sobresaltada y estuvo a punto de caerse de la silla, cuando la voz del moreno rompió el silencio.
Seungcheol estaba apoyado en el separador de su escritorio, mirando la pantalla del ordenador con aquella sonrisa malvada y llena de suficiencia que tantas ganas tenía de borrarle de un bofetón.
— ¿Por qué te apareces así? Casi me da un infarto...— Se quejó ella mientras se sentaba correctamente en la silla de nuevo.
— Lo sé, soy muy guapo — Dijo este con suficiencia.
— Y estúpido también — Susurró ella por lo bajo. Él la escuchó pero hizo como si no lo hubiese hecho.
— Bueno, dime quién es ese demonio que tenemos en la empresa, tengo curiosidad — Dijo este cogiendo el café que tenía la morena en la mesa y dándole un sorbo, sin soltarlo. Min se dió cuenta segundos después de lo que había hecho y su mirada asesina volvió a aparecer.
— ¿No tienes otro sitio al que ir? ¿Otra persona a la que molestar? — Dijo cortante mientras trataba de nuevo y sin éxito quitarle el café de las manos.
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Don't Fall In Love » Seventeen
Romance"Enamorarse no era la mejor opción, aunque quisieron resistirse, les fue imposible y para cuando pudieron darse cuenta sus mundos estaban sumidos en el caos." Puedes encontrar la segunda parte de la historia en mi perfil, llamada "Something Unexpect...