El mundo está lleno de personas con mucho talento, que día a día nos roban suspiros, sonrisas y de vez en cuando lágrimas, esas personas se han vuelto tan importantes en nuestras vidas que deseamos ser parte de la suya y aquí podremos serlo.
Promet...
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✨Dedicado a: @andreaseaveyx✨
En algún lugar del enorme mundo una chica se mantenía observando el profundo mar mientras pensaba.
Tantas recuerdos pasaban por su cabeza e intentar llenar el vacío que había en su pecho le resultaba algo difícil.
Soltó un suspiro agotador.
Había sido tan fuerte en los últimos meses que las personas de su círculo social se habían sorprendido ante aquella madurez con la cual enfrentaba la situación. Pero claramente todos llegamos a un punto, no podemos ser fuertes para siempre y por tal razón, la joven, sentada en la arena mordió su labio inferior buscando una forma para contener las lágrimas que ya amenazaban con salir.
Absolutamente todo le recordaba a él y el color del mar no era la excepción. El chico poseía unos ojos hermosos, tanto que las palabras no lo describían a la perfección.
Corbyn la había lastimado. Había borrado aquella sonrisa que irradiaba luz del rostro de aquella chica.
Había perdido ganas, sueños, fortaleza y por su puesto: al hombre que quiso.
Cada día luchaba una batalla intensa; pues su mente estaba dividida en dos bandos.
El dolor, la decepción y el orgullo eran un equipo. Por otro lado, los buenos momentos, el cariño y la costumbre eran otro.
Ella era consciente de que debía seguir, que debía recuperar todo lo que había perdido, como su tiempo, por ejemplo; pero pensarlo y hacerlo eran dos cosas totalmente distintas.
El sol iba ocultándose, y junto a ello los sentimientos se volvían más fuertes. Había decidido alejarse de todo al menos un rato, quería tiempo para ella, pero olvidaba que a pesar de que el mundo era enorme, su forma era redonda.
Observó la hora en su IPhone, dándose cuenta de que ya debía regresar a casa.
Se levantó y limpió sus piernas desnudas. Llevaba puesto un vestido holgado y corto con un estampado floral, muy bonito por cierto.
A simple vista la chica parecía feliz, pero las apariencias engañaban, siempre lo hacían.
— Perdona, yo... — sus palabras cesaron.
La joven alzó la vista una vez que había recogido su celular el cual había tirado por el impacto del choque.
Su corazón empezó a latir rápido, pero no era de felicidad. La nostalgia se había apoderado de todo su ser.
— Descuida — dijo ella en voz baja.
Necesitaba irse.
Necesitaba tenerlo lejos.
Necesitaba no saber nada de él.
— ¿Estás bien? — se atrevió a preguntarle, aún sabiendo que ella no lo estaba.
La chica hizo una mueca.
— Eso no te importó meses atrás — respondió sin abundar.
Corbyn pasó sus manos por su cabello. Tenía que al menos disculparse por cómo habían terminado las cosas, sin embargo, cuando se atrevió a responderle la joven ya había empezado a alejarse.
El chico decidió que ir detrás de ella era la mejor opción, así que no perdió tiempo en lo absoluto.
Tiró de su mano haciendo que ella girara para encararlo.
— Suéltame — habló firme. Aunque pensaba que su voz saldría rota si hablaba no ocurrió, aunque estaba a punto de llorar.
— Tienes que escucharme — suplicó. — Lo lamento...
— No necesito esto — lo cortó. — Llegaste tarde Crobyn, muy tarde. Perdí mi tiempo y la cordura contigo. No puedes simplemente venir y hacerme esto, no es justo.
— Debí decírtelo antes — suspiró. — Yo te quería, juro que lo hacía.
— Lo mismo le decías a tu novia ¿verdad? — preguntó con un tono burlón muy fingido.
— ¡Todo era marketing! — exclamó. No encontraba manera para hacerle entender que en serio había llegado a sentir cosas fuertes por ella.
— La vida no es una película Besson —
— Lo sé, si fuera una ya mis labios estuvieran sobre los tuyos y le seguiría el "superaron los obstáculos y fueron felices por siempre" — respondió sin gracia.
— Lo siento — susurró ella.
— ¿Por qué? Tú no hiciste nada —
— Por supuesto que si — suspiró. — Siento darte lo mejor de mi, dedicarte mi tiempo, mis letras. Aún sigo queriéndote, lamentablemente, pero para tenerte a medias yo prefiero nada Corbyn.
El chico la observo confundido, intentaba descifrar que haría luego y fue entonces cuando ella se puso en puntitas para darle un beso en el cachete en forma de despedida.
Las lágrimas empapaban su rostro pero ya estaba hecho.
¿Para que poner un punto y coma a algo que te hace mal? Lo mejor es finalizarlo y si la vida decide que es para ti escriban otra historia; la segunda parte.
