El mundo está lleno de personas con mucho talento, que día a día nos roban suspiros, sonrisas y de vez en cuando lágrimas, esas personas se han vuelto tan importantes en nuestras vidas que deseamos ser parte de la suya y aquí podremos serlo.
Promet...
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✨Dedicado a: @Krosaurio ✨
— En cinco minutos salimos al aire — informa Theodore, el productor ejecutivo.
Le sonrío intentando que mi nerviosismo no se note, pero creo que fallo, porque Jack Gilinsky suelta una carcajada.
— ¿Es tú primera vez entrevistando a alguien? — pregunta mirándome de manera seductora.
— No — respondo en monosílabos porque temo decir una estupidez.
No es la primera vez que entrevistó a alguien, pero si la primera vez que te entrevisto a ti.
No se dice más.
Al cabo de unos minutos salimos al aire y ya dada la información a la audiencia de que JG está en CASA las preguntas empiezan a ser fluidas por mi parte mientras que él las responde con naturalidad.
No puedo dejar de ver su sonrisa tan cautivadora y la manera que demuestra la seguridad que tiene en si mismo, me parece llamativa.
Más sin embargo debo ser profesional.
Hago la última pregunta, sintiendo un gran vacío al darme cuenta de que hemos llegado al final.
— Ya que hemos concluido con mi entrevista, me gustaría saber que se siente estar en tu lugar, permíteme entrevistarte — dice sonriendo.
Theodore observa su reloj y alza su dedo pulgar, dando a entender que aún hay tiempo para hacerlo.
Suspiro.
— De acuerdo — murmuro.
Jack se acomoda mejor en el sofá y cruza sus piernas.
— Primera pregunta, ¿Tienes novio? —
Pestañeo varias veces, aún teniendo en cuenta que seguimos al aire.
— No, el indicado no ha llegado todavía — respondo.
— Bien, temía que dijeras que si — ríe.
Alzo una ceja.
No estoy entendiendo absolutamente nada.
— ¿Me darías tu número telefónico? —
— Estando al aire no obviamente —
— ¿Saldrías conmigo? —
Siento que mi cerebro no puede unir las palabras adecuadas y crear una oración con sentido, aparte de que mi respiración se ha detenido.
Lo estoy tomando como una broma, porque dudo mucho que él en serio quiera salir conmigo.
— Yo... Por supuesto que sí, ¿por qué no? —
•••
Camino apresurada por el pasillo de los camerinos, creo que aquella "entrevista" fue la más vergonzosa de todas.
Mis mejillas arden y admito que en mis labios hay una amplia sonrisa que debe hacerme parecer una idiota.
Abro la puerta de mi camerino y cuando entro suelto un grito gracias al susto que alguien acaba de darme.
Si, se trata de él.
— ¿Intentas matarme? — preguntó con una mano en el pecho.
— No es mi intención y discúlpame por asustarte, me dijeron que podía esperarte aquí — responde rascando su nuca.
El gesto me parece tierno e inconscientemente sonrío.
— ¿Y que te trae por aquí? —
— Vine a aclararte que estaba realmente interesado... Y por eso las preguntas, en serio quisiera salir contigo alguna vez —
