El mundo está lleno de personas con mucho talento, que día a día nos roban suspiros, sonrisas y de vez en cuando lágrimas, esas personas se han vuelto tan importantes en nuestras vidas que deseamos ser parte de la suya y aquí podremos serlo.
Promet...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era un día normal; como cualquier otro en la vida de Luke Hemmings.
Caminaba por las calles de Los Ángeles escuchando una de sus canciones favoritas; perdiéndose en lo que era el mundo. Le resultaba tan gratificante poder pasar desapercibida entre el gentío.
Sus sentimientos se encontraban desordenados; pues una joven de pequeña estatura (a diferencia de él), poseedora de unos hermosos ojos claros se había adueñado de ellos sin pedir permiso alguno para luego tirarlos a la basura.
Se habían querido tanto que resultaba una mentira decir que Luke se encontraba de maravillas.
Aún le faltaba acostumbrarse a escuchar la mención de su nombre en cada entrevista, los comentarios de las personas que apoyaban su relación y un sin número de cosas, pero lo más relevante era su ausencia.
Ella se veía feliz; o al menos aquello era lo que demostraba en sus redes sociales y en cada gala a la que iba.
Como siempre presentaba una amplia sonrisa que transmitía felicidad y un brillo en sus ojos que resultaba difícil apagar. Incluso, hasta hace poco su reciente relación con un modelo muy conocido había acaparado cada pagina amarillista.
Aunque Luke sabía muy en el fondo que la historia no era del todo cierto; ella no pudo haberlo olvidado tan pronto y de ser así, ¿por qué no le daba los tips para borrarla de su vida también?
La charla con los chicos no salía de su cabeza y seguía cuestionándose el por qué no podía simplemente soltar el pasado.
— ¿Es en serio que la pequeña anda con aquel modelillo? — preguntó Ashton; sin importar lo incómodo que le hacía sentir el tópico a Luke.
El rubio se limitó a observar el IPhone en sus manos. No respondería a ello por dos razones:
La primera: porque le dolía.
La segunda: porque había leído noticias basadas en el tema y las fotos de los encabezados eran reales.
— De cualquier forma, si es falso bien y si no, no veo justo que se quedara estancada aferrándose al pasado — defendió Michael. — He escuchado muchos comentarios así, y la verdad no estoy de acuerdo; ella tenía que continuar con su vida.
Calum asintió dándole toda la razón, sin embargo, Luke hizo una mueca.
Habían terminado por algo que parecía no tener solución: la distancia.
— Ha pasado un buen tiempo, tampoco es como si se viera mal — aportó Cal.
— ¿Qué le vió? — preguntó el rubio haciendo que los demás chicos guardaran silencio. — Es que... No entiendo. Él es demasiado superficial y ella tan orgánica.
— Polos opuestos se atraen Luke. Te recuerdo que tú eres un "bad boy" y ella es la chica "sweetie" — intervino Michael haciendo comillas. — Siquiera deberías juzgarles.
— ¿A favor de quien estás? — cuestionó el ojiazul molesto. — Pareciera que los conociste antes que a mi.
— A favor de la realidad y lo obvio Luke — bufó. — Tú fuiste quien decidió no luchar más por lo que tenían, ahora acepta las consecuencias. ¿Te molesta verla con otro? ¡Pudiste haber estado junto a ella! pero tomaste la opción más sencilla sin recordar que a veces suele ser la peor.
Sin decir más, Michael abandonó el sofá en donde estaba sentado. Ashton y Calum se observaron entre sí.
El ambiente se había tornado tenso.
— Es su mejor amiga — dijo de manera razonable el baterista. — Y por supuesto tú también; estás poniéndolo entre la espada y la pared Luke.
— Es estúpido que actúes de esa manera — Aportó Calum. — Ella fue y sigue siendo una excelente amiga para todos nosotros; merece ir a por su felicidad.
— A veces no sé si ella fue una bendición o una maldición — dijo en voz baja. — ¿Por qué? ¿Por qué me duele? Se supone que debo estar feliz porque se encuentra bien, pero no puedo...
— Porque eres un jodido egoísta — Murmuró Michael; en realidad nunca se había ido.
