El mundo está lleno de personas con mucho talento, que día a día nos roban suspiros, sonrisas y de vez en cuando lágrimas, esas personas se han vuelto tan importantes en nuestras vidas que deseamos ser parte de la suya y aquí podremos serlo.
Promet...
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— Tienes un nuevo mensaje de voz. Presiona... —
La mañana de Jaime había empezado así. Presionó el código que la operadora le pedía para escuchar el mensaje sintiendo como su corazón latía desenfrenado por alguna razón.
Se dijo que debía calmarse, sin embargo, se le complicaba un poco.
— Hola... — Escuchó. Su respiración se cortó unos segundos. — Uhmm... Tal vez no debería estar haciendo esto, pero supongo que es la mejor forma para cerrar el libro donde se relataba nuestra historia.
Quiero decirte que lo logré. Pude sobrevivir sin ti, eso me hace fuerte ¿no?
Ahorita siento paz y debo admitir que es el sentimiento más placentero del mundo.
He entendido que lo nuestro debía ser así; temporal. También, he entendido que ambos necesitábamos de todas esas altas y bajas para aprender y crecer como personas.
Estoy bien por si te lo preguntas. Sonrió más a menudo, vivo el día a día y he conocido a una persona maravillosa, que me ha mostrado una nueva manera para ver las cosas.
Somos un complemento perfecto. Y lo admito, pensé que después de ti, no encontraría a nadie más que me hiciera sentir viva.
Espero que seas feliz, que cumplas todos los sueños que me confiaste, que encuentres a alguien que realmente te merezca.
Son mis más sinceros deseos. No te odio, no te guardo rencor, porque al final tuvimos buenos momentos después de todo.
Gracias por ser una pequeña parte de mi, y por supuesto, por permitirme ser una pequeña parte de ti.
