Primer día

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Era mi primer día en una nueva preparatoria, aunque el día no inicio del todo bien, primeramente me había caído de mi cama a mitad de la noche, después de eso no tuve tiempo de desayunar ya que además de todo, había despertado tarde después de haberme quedado dormido nuevamente haciendo que el tiempo se me agotase y la única opción fuese correr, y eso hice, la trayectoria era larga y cansada, pero logré llegar bastante rápido, para ser exactos, tres minutos antes de entrar. Al entrar a mi salón de clases ya me encontraba bastante irritado y no ayudaba en nada todo el ruido y desastre que había en aquel aula, lo único que hice fue buscar un lugar y tomar asiento, este estaba en la tercera fila en el cuarto lugar, un lugar que parecía agradable, ya que los asientos a mi alrededor estaban vacíos.

Después de sentarme sentí una mano tocar mi hombro, ti estaba con la vista baja pero al sentir aquel tacto subí mis vista para ver a mi amigo Howser el cual estaba con una sonrisa.

-Vamos King, anímate, la vida es feliz- esa era su frase para toda aquella persona que notaba desanimada.

-¿Dame un verdadero motivo para ser feliz y te llegaré a creer?- pero conmigo nunca funcionaba, ya que nunca encontraba motivos para ser feliz.

-Bueno, un motivo puede ser que volvemos a estar como compañeros, otro puede ser que vamos a conocer personas nuevas, además...- yo simplemente no lo deje terminar ya que empecé a contestar.

-Bien, sobre lo de estar como compañeros ambos sabemos que si tú quisieras ni me hablarías, sabemos que lo haces porqué aún estarás dos años conmigo por lo cual hay que crear una especie de "vínculo", y sobre lo de conocer personas nuevas, no es como que mi sueño número uno, al contrario, si por mí fuera no me encontraría aquí sentado, esperando a que algo increíble suceda, lo cual es obvio que no pasará porque la vida es bastante aburrida y sin un motivo- solté todo eso de una vez, asiendo que Howser se sentase en el asiento delante mío sólo por un momento.

-King, se que siempre estás desanimado y esas cosas, no pienso decir nada sobre lo último, pero sobre lo primero, te hablo porque puedo y quiero conocerte y ayudarte, así que no vuelvas a decir eso, te lo pido y quiero que pienses en lo que dije, la vida si es feliz, además, si tu no eres feliz, no podrás cumplir lo único que realmente quieres en este mundo- después de decir eso se levantó y se fue a su lugar, el cual estaba hasta delante de toda mi fila.

Yo no hice nada más que esperar a que todo pasase rápido, pero después de unos minutos logré ver entrar a mis amigos Escanor, Ban y Merlín, pero hubo algo que me sorprendió más, una chica que venía detrás de ellos, ella era alta, con unos ojos violetas y unas coletas que resaltaban del resto, al principio no le tome importancia, pero me llamo la atención porque me sonaba el haberla visto en algún otro sitió.
Merlín se sentó a mi lado ya que quería hablar conmigo, y así lo hicimos, comenzamos a hablar sobre que es lo que hicimos, claramente yo solamente escuchaba, ya que rara vez me dejaban decir lo que pensaba, pero eso no me importaba. Así pasaron unos minutos hasta que entro el profesor y comenzaron las clases.

Pasaron unas horas y llegó el momento del receso, en ese momento Merlín, con la única que necesitaba hablar salió para ir con nuestros demás amigos, pero yo no quería salir, solamente me quede sentado y comencé a pensar, hasta que Howser se acerco nuevamente conmigo.

-Bien, tal vez no creas que la vida es alegre, pero debes estar alegre por las personas que te quieren- dijo sentándose ahora a mi lado.

-¿Realmente hay alguien que me aprecie un poco?- dije desanimado, realmente no quería hablar mas con nadie, se me había pasado ya todo.

-Pues yo te aprecio- dijo sonriéndome -Porque eres mi amigo-.

-Bueno, yo también te aprecio- dije soltando una pequeña sonrisa -Pero te pediré algo ¿Podrías dejarme solo este tiempo que queda?- ante lo dicho el sonrió, asintió y se retiro.

Pasaron unos minutos y volvieron las clases, donde todo fue mas tranquilo que las primeras horas, por lo cual eso me hizo estar un poco mejor de humor, ya podía prestar mas atención que antes e intentar participar.
Ya era hora de salir, yo de inmediato fui a casa, no quería estar mas tiempo en ese lugar. Una vez que llegué me cambie de ropa e inicie a hacer algún trabajo, una vez terminado eso me senté a comer, ya estaba acostumbrado a estar solo y estar en silencio, al igual que estaba acostumbrado a guardar todo lo que me afectaba y mostrar una sonrisa a mi familia cuando llegaban.

Ya era la hora de dormir, haciendo así que este día acabase, teniendo la esperanza de que el siguiente día fuese mejor y pueda estar feliz.

Continuara...

¿Y si te dijera que te amo? ~King~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora