Vuelta a empezar

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Ya han pasado dos meses desde que sucedió todo el incidente con mi familia, en este lapso de tiempo logré recuperarme de mi tristeza por lo ocurrido, y la verdad nunca me había sentido mejor, me sentía libre de peso, culpa y presión, aunque me dolía un poco aún no mirar a mi familia como lo hacia; otra cosa que hice durante este tiempo fue buscar empleo aunque fuera de medio tiempo para apoyar con los gastos de la familia de Diane ya que no me sentía del todo cómodo con que me mantuvieran y yo no aportara nada, así que por eso hice todo lo posible para conseguir empleo, el cual, fue en un puesto de helado por las tardes, así que podía trabajar saliendo de clases. Todo esto que me estaba ocurriendo era gracias a Diane, ella me hizo sentirme mejor en tan poco tiempo.

Me encontraba en clases, o mejor dicho, mi cuerpo estaba en clases, ya que mi mente se encontraba en las nubes mirando a Diane, pero no podía evitarlo, mirarla era lo mejor para mi parecía que tenia una luz muy cálida que me traía calma con tan solo verla.

-¡Joven Harlequin!- escuche ese grito el cual hizo que mi mente regresara de golpe del paraíso -Resumame el tema con sus palabras- dijo firmemente aquella persona la cual era la profesora de calculo.

Yo rápidamente analice el pizarron con todas las formulas anotadas y ya que iba a comentar lo que entendí en ese breve tiempo solamente escuche a la profesora decir "Preste atención a la clase" para seguir dando su explicación, volví a mirar a Diane y note que me miraba mientras reía levemente, a lo que le sonreí apenado. Pasaron los módulos y yo realmente no podía dejar de admirar a Diane, era extraño, aunque la mirase diario no podía dejar de pensar en ella. Al salir de clases mire como Diane se acercaba hacia mi con una sonrisa, al llegar lo primero que hizo fue tomar mi mano, yo de inmediato me puse muy nervioso por esa acción que hizo sin previo aviso.

-¿Piensas que te dejare caminando solo como presa fácil para todas? - me dijo casi en un susurro.

-¿A que te refieres... Diane...?- pregunte con un poco de nervios, aun me costaba reaccionar.

-Pues a que solo caminaras por aquí si yo estoy a tu lado, ya que eres mió- ante eso me soltó una bella sonrisa -No me tomes a mal, solo que no quiero que salgas con otra chica- ante eso yo le devolví la sonrisa ya que la entendía, yo no quiero que salga con otro chico -Será mejor que nos vayamos que hay tarea que hacer- .

Ante eso comenzó a caminar. Al llegar a la parada de autobuses alguien se nos acercó, se trataba de Howzer el cual nos miraba con una sonrisa.

-Miren nada más, los tortolitos del grupo- dijo con una sonrisa -Hace mucho que no platican conmigo ¿Qué acaso se olvidan de un amigo?- ante eso se cruzó de brazos fingiendo enojo.

-Pero por supuesto que no- le respondí con una sonrisa -Solo que, ya sabes, hemos tenido problemas con el tiempo y esas cosas-.

-Tiene razón, además, nos hemos encontrado muy ocupados- complemento Diane a lo que había dicho.

-De seguro ocupados  dándose amor y esas cosas- seguido de eso soltó una carcajada, lo cual me hizo ponerme algo nervioso.

-No di... Digas estupideces... Howzer- dijo Diane con cierto nerviosismo, seguramente había pensado lo mismo que yo ante sus palabras.

-Bueno, cambiando de tema, los invito a caminar y platicar un rato, hace mucho que no lo hacemos- ante eso el me abrazó por el cuello.

-Lo siento, yo no puedo, tengo que trabajar- comente algo apenado, la verdad si me gustaría hablar con él un rato.

-Bueno... ¿Y tú que dices Diane?- no se porque, pero eso me hizo sentirme celoso, no quería que saliera con él a solas la verdad.

-Lo siento, pero tengo muchos pendientes por hacer, te quedare mal hoy- dijo Diane con algo de pena.

-Esta bien, lo comprendo, entonces me retiro, espero otro día podamos salir como amigos- ante eso se retiro sin más.

-Me siento mal por Howzer...- comente con tristeza -Él estaba enamorado de ti y yo no lo sabía...- ante eso dicho mire a Diane, ella me miraba con duda y algo de tristeza -Pero la verdad sentía que no quería que estuvieras con él y te fijaras aunque fuera un poco en mí- con eso y sin más ella me abrazó.

-Que tontito eres, tu me cautivaste antes- y así como con el abrazó ella me beso en la mejilla, sin avisar y sin dar indicios de eso.

-Te quiero mucho- luego de decir eso le devolví aquel besó en la mejilla -será mejor que nos vayamos, ya que necesito trabajar-.

-¿No puedes faltar hoy?, digo, trabajas todos los días...- me pregunto mientras me miraba directamente a los ojos.

-No puedo, esta es la única manera en la que le puedo pagar a tu familia por dejarme quedar con ustedes- respondí con una leve sonrisa.

-Lo entiendo... Pero también necesitas descansar algo, diario llegas  a las ocho de la noche y todavía te quedas despierto haciendo tarea... No quiero que te enfermes por tanto trabajo...- su mirada reflejaba preocupación por lo dicho.

-No te preocupes, yo estaré bien, te lo prometo. Ahora, te llevare a casa y me iré a trabajar ¿Si?- le dije acariciando levemente su mejilla con mi mano.

-Esta bien... Pero por favor, si te llegases a sentir mal o algo deja el trabajo...- Yo asentí ante eso- ¿Lo prometes?-.

-Lo prometo- afirme sin dudar.

-¿Por el meñique?- volvió a preguntar pero ahora con algo de ternura mientras acercaba su dedo meñique hasta mi.

-Por el meñique- con eso entrelace mi meñique con el de ella.

Esto a sido la mejor vuelta a empezar que he tenido en toda mi vida.

¿Y si te dijera que te amo? ~King~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora