¿Quién es ella?

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Me encontraba en mi casa, apenas estaba oscureciendo, lo cual era perfecto ya que quería dormir para ya no pensar en este sentimiento tan horrible, además, aprovecharía para dormir más ya que el día siguiente suspenderían clases. Pero todo esto cambio cuando recibí una llamada, la cual era de Diane, yo no dude ni dos segundos en responder.

-Hola Diane- dije con alegría, estaba ansioso por escucharla.

-Hola King, perdona que te moleste tan tarde, pero simplemente quería hablar contigo- dijo con un tono apenada.

-No te preocupes, tú nunca me molestas, pero dime, ¿De qué quieres hablar?- pregunté curioso, esperaba no fuera nada malo.

-Bueno, sé que esto sería mucho mejor en persona, por lo que primero quería saber si podríamos vernos mañana temprano, es que esto quiero decirte lo cara a cara...- dijo aún apenada, eso me preocupaba.

-¿Y porque no puede ser ahora?- pregunté nervioso.

-No se puede, ya que quiero ver tu reacción...- en esto se escuchó ahora nerviosa -¿Podríamos vernos en el centro a las 9:00 A.M.?-.

-Claro Diane, nos veremos a esa hora, haré todo por no llegar tarde- dije con alegría, ya que miraría a Diane aún sin haber clases.

-Si King, ahí te esperare, te a...- se quedó callada un momento -Te aprecio, linda noche, sueña bien- dijo de una manera tan dulce que me maravillo.

-Esta bien Diane, espero tengas dulces sueños, tan dulces que casi rivalice contigo, o mejor aún, sueña con los ángeles, aunque sería mucho mejor que soñases contigo misma...- dije sin pensar, hasta después analice lo que dije y con qué intención.

-King, eres tan lindo, pero me tendrás que explicar qué quisiste decir- dijo con una pequeña risa -Bien, te dejo en paz, sueña con lo que más quieras-.

-Pues soñaré contigo- pensé bastante feliz -Yo también espero lo hagas- después de decir eso ella colgó.

Así fue como decidí dormir, sabía que no había anda mejor que te deseen buenas noches, pero que me los diera ella no tenía comparación.
A la mañana siguiente me levante a las 7:37 A.M. este era tiempo suficiente para prepararme y ver a Diane lo antes posible, estaba tan emocionado que acabe en menos tiempo de lo planeado, ya eran las 8:20 A.M., yo me encamine de inmediato al punto de encuentro, llegando a este a las 8:49 A.M., en el trayecto de mi casa a aquel punto compre una rosa, intente que fuera la mas hermosa. Pasaron unos minutos y Diane no llegaba, me estaba empezando a preocupar, ¿Y si me había dejado plantado? ¿Y si se arrepintió?, tantas dudas me inundaron, pero no me percate de que alguien se había parado delante mio.

-Buen... Día...- dijo una voz con nerviosismo, yo en ese momento estaba cabizbajo -Perdón que moleste... Pero... ¿Esta ocupado... Ese lugar?- dijo aquella persona aun nerviosa.

-Buen día, si se refiere al lugar a un lado mió, no, aun no esta ocupado, pero de igual manera ya me retiraba- dije levantándome sin ver a aquella persona, me encontraba triste por pensar que Diane me había dejado plantado.

-Oh... Espera...- por algún motivo aquella persona me tomo del brazo, yo solamente gire a ver a aquella persona, la cual era una chica de mi estatura, con unos ojos marrones, un cabello largo y ondulado color negro -Perdona mi atrevimiento... Pero no pude notar que estabas desanimado...- dijo aquella chica con cierto tono de preocupación.

-No tiene de que preocuparse señorita, todo esta bien- dije restando le importancia a lo que me pasaba, pero me quede viendo aquella rosa que tenía.

-Bueno... Pareciera que te plantaron...- dijo con nerviosismo, ante lo dicho yo me sentí mas triste- Perdóname... No era mi intención...- dijo ahora con preocupación.

-No te preocupes...- dije un poco desanimado -En realidad, parece que tuvieras razón, pero quisiera creer que solo viene tarde- dije sonriendo levemente -Por cierto, perdona mis modales, mi nombre es King- dije mirándola.

-No, tu perdona los míos, mi nombre es Mariana- dijo ella con una sonrisa -Te seré sincera, me acerque a ti, no solo porque te note triste, sino porque también te e visto en la escuela, y bueno...- no pudo terminar ya que fue interrumpida por una voz acercándose.

-¡KING!- se escuchó aquel grito no muy lejos, intenté ver a quién le pertenecía y logré ver qué era Diane, yo me alegré bastante por saber que no me dejó plantado, pero pude ver que ella tenía un ramo de rosas en su mano.

-Bueno... Parece que ella llegó... Espero que volvamos a hablar algún día...- dijo Mariana con un toque de alegría pero a la vez tristeza.

-Pues claro que podríamos hablar- dije sonriendole -Bien, me retiró- después de decir eso, me levanté y me dirigí con Diane.

Yo solamente mire a Diane con atención, pareciera que se hubiera arreglado bastante, pero me puse triste al ver aquel ramo de rosas, eran muchos más bonitas que le que yo tenía. Una vez que estuve lo suficientemente cerca la saludé.

-Hola Diane- dije sonriendo, ella me hacía feliz.

-Hola... King...- dijo nerviosa -Perdóname por llegar tan tarde... No era mi intención... Solo que...Howser...- al nombrarlo ella observo el ramo de flores, ahí entendí lo que pasaba.

-No te preocupes... No tienes que dar explicaciones...- dije aplastando la rosa con mi mano tras de mí, pero yo solamente sonreía -Tus motivos debes de haber tenido, y si es relacionado con Howser no puedo decir nada, al fin y al cabo, tu lo quieres- dije aún sonriendo -Lo sabía, que idiota soy- pensaba con tristeza.

-King... ¿Qué tienes tras de ti?...- pregunto intentando ver en mi espalda.

Yo solté la rosa aplastada y le mostré mis manos -Nada, no tengo absolutamente nada...- dije nervioso.

-Esta bien... Te creó...- dijo con un tono de preocupación.

-Bien, Diane, ¿De qué querías hablar?- dije intentando cambiar de tema.

-Bueno... - en ese momento ella se quedó pensativa -Solamente quería que fuéramos a dar un paseo- dijo con tanta ternura que me era imposible negarme.

-No es mala idea...- dije sonriendo le -Solo espero no me hable de Howser, será mi amigo, pero me duele lo que sucede de cierta manera- pensé con preocupación y tristeza.

-Pero antes de irnos, cuéntame ¿Cómo se llama tu amiga?- pregunto con un tono de molestia.

-Bueno, la acabo de conocer, su nombre es Mariana, si recuerdo bien- dije despreocupado.

-Esta bien...- dijo no muy convencida, pero no entendí el porque de su actitud -Mejor, vamos a divertirnos- dijo esto tomándome del brazo para comenzar a correr.

Así fue como dio inicio a un día maravilloso o a un día de tristeza...

Continuará...



¿Y si te dijera que te amo? ~King~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora