Capítulo 2

656 15 2
                                    

¡Sorpresa!



Cuando llegó Jimmy,nosotros ya habíamos terminado de preparar alguna que otra broma dentro de la casa y nos habíamos sentado en el porche para bebernos unas cervezas.Pintamos en las paredes cosas como "aquí vive el diablo" o "si entras aquí no saldrás nunca",llenamos las esquinas con spray de telaraña que llegaba hasta el suelo y en el sótano de la casa pusimos una radio que no pillaba emisora y sólo se escuchaban interferencias del tarot.Por supuesto,Jimmy no sabía nada de todo aquello.

-Bueno estoy listo para ésta estupidez pero,antes de nada,me gustaría decir que maduréis ya un poco,ésto es de críos.-dijo Jimmy con un tono bastante cortante

-Si no quieres entrar tú entro yo,yo no soy ningún miedica.-añadió mi primo

Entonces se echaron una mirada un tanto vacilante y decidieron entrar los dos.
-Señoras y señores...¡Les presentamos una guerra de machos alfas en directo!-dije yo imitando a un presentador de circo mientras ellos abrían la puerta de la entrada.

Entraron y yo me quedé a solas con Max,el hermano de mi mejor amiga que se había venido unos dias a casa de su abuela,y con África,la novia de Max.
Nos empezamos a reír de la situación y no parábamos de beber cervezas esperando a que ellos saliesen.De pronto,África tuvo la genial idea de irse con Max a la playa a "dar un paseo".Mientras,yo tenía que esperar a que salieran los valientes de turno.

Empecé a pensar en lo que había pasado hace dos horas con Ulises.
¿Por qué evitaba el tema?
Yo sabía que somos primos y que lo nuestro es imposible,pero he de decir que ésto lo empezó él metiéndose una mañana en mi ducha como quien no quiere la cosa.

-¡Ruth!Ya puedes salir.Te hemos pillado mocosa-.La voz de mi primo se escuchaba desde dentro de la casa.

-¿De qué habláis?Salid ya de ahí y hagamos algo interesante,chicos.- Grité con todas mis fuerzas,pero no hubo respuesta

No,yo no me meto ahí a buscarlos.Para nada.Sé que es una broma para asustarme así que no voy a darles el gusto.
Nunca.
Jamás.

Pasaron quince minutos y aún no habían salido de allí ni se había escuchado otra voz.
¿De verdad vas a entrar,Ruth?¿Vas a dejar que se rían de ti?¡Seguro que se han llevado cervezas y están ahí tranquilos bebiendo!

-¡RUUUUTH!.-Joder!Al final tendré que entrar.

Abrí la puerta y una ráfaga de aire frío hizo que mi cuerpo se estremeciera.Me dirijí al pasillo con mi linterna de Goodbye Kitty metida debajo de mi gorra para no llevar nada en las manos.
Inspeccioné la primera planta llevándome a mi paso todas las telarañas que yo misma había puesto,pero allí no había nadie.
Empecé a subir las escaleras y una mano me agarró por detrás.

-Ruth,por fín estamos a solas.-dijo Jimmy acercándo mi cintura a la de él

-¿Que-Qué haces?.- Vale,éso no sonó muy convincente.Realmente sabía lo que estaba haciendo.

Me cogió las dos manos y me las colocó en su cintura mientras me besaba el cuello lentamente.Yo metí mis manos dentro de su camiseta y le agarré de la espalda.
Ésto no puede estar pasando...
¿Jimmy?
¿El guapo,rubio,de ojos azules y atractivo Jimmy?
Nuestros labios se encontraban a pocos milímetros de rozarse,nuestros dedos estaban recorriendo cada centímetro de nuestros cuerpos.Mis manos fueron directamente a su entrepierna y empecé a acariciarle sin dudar un segundo,bajándole la cremallera e introduciéndola lentamente.

-Ruth...- Susurró mi nombre tan sensualmente que un cosquilleo electrificante se apoderó de mí y le besé.
Mi lengua buscaba la suya,sus labios eran tan suaves que me arrepentí de no haberle besado tiempo atrás.Nuestras lenguas eran un torbellino de emociones,se rodeaban la una a la otra mientras nuestras manos estaban en el lugar adecuado para calentar más la situación.
Bajamos los dos escalones que nos faltaban para estar en suelo firme sin dejar de tocarnos.
Me quitó la camiseta lentamente acariciándome a su vez la espalda y después los pechos.

-Chicos son ya las doce y media y había pensado que....-Ulises apareció bajando las escaleras y nos pilló por sorpresa.
Se quedó mirándonos y nosotros nos separamos rápidamente haciendo un intento de "aquí no ha pasado nada".
Vi su mirada : fría como el hielo.
Y entonces,se fué de la casa y se encaminó a la playa.

Mentiras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora